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La rápida caída del yen se produce incluso después de que el Banco de Japón subiera las tasas de interés por primera vez desde 2007
Japón lanzó su advertencia más dura hasta el momento a los operadores sobre su voluntad de intervenir en los mercados de divisas, después de que el yen tocara su nivel más débil en unos 34 años frente al dólar.
La moneda cayó a 151,97 frente al dólar a primera hora del miércoles en Tokio, por encima del nivel en el que las autoridades intervinieron en octubre de 2022, antes de que los comentarios de los funcionarios del Gobierno sobre su disposición a actuar impulsaran al yen a su nivel más fuerte del día.
“Estamos observando los movimientos del mercado con un gran sentido de urgencia”, declaró el ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki. “Tomaremos medidas decisivas contra los movimientos excesivos sin descartar ninguna opción”. La referencia de Suzuki a medidas decisivas se interpreta generalmente como una intervención directa en el mercado de divisas.
Masato Kanda, máximo responsable en materia de divisas del país, reiteró posteriormente el mensaje de que no se tolerarán movimientos especulativos en los mercados tras una reunión tripartita entre ministros, el banco central y el regulador financiero.
La rápida caída del yen se produce incluso después de que el Banco de Japón subiera las tasas de interés por primera vez desde 2007. La falta de directrices que apunten a un endurecimiento de la política monetaria en el corto plazo, y la insistencia del banco central en que las condiciones financieras seguirán siendo, favorables han empujado al yen en la dirección contraria, algo que los operadores han aprovechado.
Si bien Kanda dijo que el Banco de Japón consideraría abordar la situación con la política monetaria si los movimientos de la divisa afectan las perspectivas de la economía o la inflación, se considera que el banco central no está dispuesto a arriesgar más de una década de trabajo para generar presiones sobre los precios emprendiendo una serie de aumentos de tasas para apuntalar al yen.
Esto deja a Japón a la espera de que la Reserva Federal empiece a recortar las tasas de interés en Estados Unidos, una medida que debería apuntalar indirectamente al yen pesando sobre el dólar. Sin embargo, los mercados sugieren que aún faltan meses para que esto ocurra, ya que los swaps descuentan la primera reducción de tasas de la Fed en julio.
Todo apunta a un creciente tira y afloja entre las autoridades y los mercados sobre hasta dónde puede caer el yen. Los operadores ya ven 152 yenes por dólar como el próximo nivel clave, y han establecido apuestas de opciones para capitalizar.
Un movimiento a ese nivel desencadenaría algunas barreras de opciones de eliminación y una ruptura podría hacer que la moneda japonesa extendiera su caída, según los operadores, apuntando a los inversionistas que necesitarían cubrir sus posiciones.
Los fondos de cobertura y los administradores de activos combinados mantuvieron un nivel casi récord de posiciones bajistas frente a la moneda japonesa la semana pasada, según datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos que se remontan a 2006.
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