MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Aunque varios países tienen un excedente millonario de dosis siguen acaparando la producción de las farmacéuticas
Mientras que algunos países de Latinoamérica tienen retrasos en la llegada de biológicos para extender su plan de vacunación en la población, países de mayores ingresos siguen comprando dosis a pesar de que ya tienen gran parte de su población cubierta, lo que dificulta que haya una distribución equitativa y que no se alcance la meta de inmunidad de rebaño de manera pareja.
El director de Países y Asuntos Gubernamentales de la Alianza para las Vacunas (GAVI), Santiago Cornejo, dijo que "hay al menos 1.200 millones de excedentes de dosis en los países ricos, que podrían ser bien utilizados. Pedimos a esos países que intercambien con COVAX y con la Unión Africana sus lugares en las filas de producción de modo que al fin podamos acceder a las dosis que corresponden a los pedidos que hemos hecho".
Desde antes de iniciar la distribución de vacunas, la OMS ya advertía que este desequilibrio podría ocurrir. Según la alianza, solo 5,8 % de África cuenta con la primera dosis, mientras que países desarrollados acumulan vacunas para aplicar una tercera dosis de refuerzo.
Por esto la Asamblea General de la ONU se reunirá la próxima semana para desarrollar estrategias que cierren esta brecha, y para ello el presidente Abdulá Shahid está planeando convocar a líderes y expertos que puedan aportar a ala discusión.
Aunque expertos de Covax y GAVI ya han dicho que la situación se podría mejorar si además de donaciones masivas, se levantan prohibiciones en exportación de vacunas y componentes.
Pero para que tenga un impacto mucho más poderoso lo que se podría hacer es que las farmacéuticas entregaran primero los pedidos de Covax y no a países que ya han propuesto pagar más por las vacunas.
"Entre las mayores prioridades está terminar con todas las prohibiciones a las exportaciones, en particular la del Gobierno de India a sus productores y persuadir a los fabricantes a aumentar sus entregas a Covax y a la Unión Africana, y no dejarlas de lado por otros contratos más lucrativos", dijo Cornejo.
Covax ha distribuido 280 millones de dosis a 141 países, 76 millones para África y cerca de 45 millones para América Latina y el Caribe, pero dentro de estas regiones la cantidad tampoco ha sido simétrica.
La meta inicial era entregar 2.000 millones de dosis pero ahora solo podrán repartir 1.400 millones antes de terminar el año, por lo que ya no estará inmunizada 40% de la población de los países más vulnerables sino 20%.
"El número de dosis entregadas aumenta cada semana, pero el éxito dependerá de varios factores. Si no se levantan las prohibiciones a las exportaciones, si las farmacéuticas no cumplen sus promesas de apoyar a Covax y siguen atendiendo a una pequeña parte del mundo, ese porcentaje estará en riesgo", advirtió Cornejo.
Tal parece que Biden también estaría organizando una presentación de objetivos para lograr que 70 % de la población mundial este vacunada a septiembre de 2022.
Pero justo la nación estadounidense en julio compró 200 millones de dosis de Pfizer/BioNTech que empezará a recibir desde el otro mes, lo que se suma a nuevas dosis que adquirió con Moderna y Jonhson & Johnson.
Las empresas productoras ya han producido 8.000 millones de dosis de vacunas, y se calcula que completarán 12.000 millones para finalizar el año y luego lograr el doble para junio de 2022.
Los científicos han dicho que una grave consecuencia de la poca cobertura general es que permanezca el surgimiento de nuevas variantes, lo cual podría extender el tiempo de la existencia del virus.
Los estados “swing” o indecisos serán nuevamente el centro de atención, pues su inclinación puede definir el curso de la elección
Ministros condenaron "en los términos más enérgicos posibles" el aumento de la cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia
Con aproximadamente 240 millones de personas habilitadas para votar, serán los "swing states" o estados pendulares los que probablemente inclinen la balanza entre Kamala Harris y Donald Trump