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La Cepal dio a conocer que el aumento de la deuda pública en la región fue de 56,3% durante 2020, un incremento de 10,7 puntos
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) se unió al grupo de organismos internacionales que revisaron el panorama fiscal de la región, luego del primer año de pandemia, y realizó una serie de recomendaciones que apuntan a una recuperación duradera y estable en el tiempo por medio de las reformas fiscales.
Según el informe “Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2021: los desafíos de la política fiscal en la recuperación transformadora del covid-19”, lanzado por la Cepal, en la región se invirtió cerca de 4,8% del PIB total en ayudas fiscales durante 2020 y en lo corrido de este año ya se ha desembolsado 1,2% del mismo rubro para mantener las ayudas a empresas y familias vulnerables.
Sin embargo, el organismo alertó que la redistribución de los recursos y la ampliación de los esfuerzos ha generado huecos fiscales dentro de las economías de los países, lo que ha empujado al crecimiento de la deuda externa de la región hasta 53,6% del PIB, que a su vez representa un aumento de 10,7 puntos porcentuales respecto a la medición de 2019.
Frente a la deuda sectorizada, Argentina ocupó la posición número uno entre los países de la región con niveles de endeudamiento más alto con una marca de 104,5% del PIB, luego, apareció Brasil con 89,3%; Costa Rica, 67,9%; Uruguay, con 49,0%, y completando el top cinco de los países más endeudados estuvo Colombia con 61,4% de su PIB.
Ahora bien, en el caso del Caribe la situación es aún más complicada dado que en cuatro de los siete países analizados por el informe, la deuda pública supera 100% del PIB o limita con ese valor.
Por ejemplo, Barbados alcanzó una deuda de 143,6% respecto a su PIB, luego Belice llegó a 130,7%, Jamaica con 103,3% y Surinam, que está muy cerca, llegó a 94,8% de deuda frente a su Producto Interno Bruto. Cabe aclarar que en ninguno de estos países la deuda fue menor a 80% del PIB en el año previo a la pandemia.
“Las reformas fiscales que vienen impulsadas desde EE.UU., especialmente la de gravar a los más ricos, está teniendo un efecto positivo en la región, que piensa replicarlo”.
Bajo ese panorama, Ignacio Martínez, director del Laboratorio de Comercio, Economía y Negocios Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) dijo que los países deberían prepararse para buscar diversos planes monetarios y fiscales que les permitan “alimentar sus arcas públicas” y sostener los alivios financieros otorgados al menos hasta 2023.
En esa vía, la Cepal, encabezada por la directora ejecutiva Alicia Bárcena, propuso un esquema de cinco puntos clave hacia donde los gobiernos deberán orientar el gasto público para hacer sostenible la crisis: en primer lugar, mantener las transferencias monetarias durante 2021, luego, seguir apoyando a las Mipymes, estimular la creación de empleos y la inclusión de género. En cuarto lugar, incentivar el desarrollo productivo en el área de la tecnología verde y limpia, y finalmente, una inversión exhaustiva en sistemas de seguridad social, salud y educación.
Ahora bien, otro de los aspectos sobre los que la entidad llamó la atención, fue la necesidad de revertir la caída de la inversión en los países de la región, que respecto al PIB es la más baja a nivel Global.
De acuerdo con las cifras reveladas por la Cepal, en América Latina y el Caribe solo se invierte una cifra cercana a 17,6% respecto al PIB, mientras que en otras economías emergentes y en desarrollo, este rubro es de 32,9% y en la Unión Europea es de 21,5% frente al PIB de esa región, que aunque cayó, aún mantiene la media mundial.
Para ello, la Cepal propuso un mecanismo de ocho ítems para estimular las inversiones con “enfoque estratégico” entre los que se destacaron la importancia de la transición hacia energías renovables, la movilidad sostenible en las ciudades, universalizar el acceso a la tecnología, crear una industria manufacturera de la salud, implementar una economía del cuidado y potenciar el turismo sostenible.
Finalmente, Bárcena dijo que era imperante la necesidad de eliminar la evasión tributaria que alcanzó 6,1% del PIB, redireccionar los gastos tributarios de 3,7% del PIB y extender el alcance del impuesto sobre el patrimonio, además de crear un tributo para economía digital.
Las medidas con enfoque de género definirán la recuperación
De acuerdo con la directora ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, la política fiscal no es neutra, tiene un impacto diferenciado en hombres y mujeres, dados los roles, responsabilidades y oportunidades que tradicionalmente se asignan a cada género en la sociedad. La implementación del enfoque de género en los diferentes instrumentos tributarios, el gasto y el financiamiento es clave para redistribuir los recursos, reorganizar el trabajo de reproducción social y cambiar la realidad de la humanidad.
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