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La administración ya está tratando de lidiar con la creciente fricción entre Estados Unidos y China, que se vio exacerbada por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi
La administración Biden está presionando a los senadores demócratas para que pongan freno a un proyecto de ley que alteraría la política de EE.UU. hacia Taiwán, incluso al designarlo como un importante aliado fuera de la Otan, según personas familiarizadas con el asunto.
La legislación también proporcionaría a Taiwán $ 4.5 mil millones en ayuda de seguridad y apoyaría su participación en organizaciones internacionales. Está patrocinado por el presidente de Relaciones Exteriores Bob Menéndez, demócrata de Nueva Jersey, y el republicano Lindsey Graham de Carolina del Sur, ambos críticos duros de China, que considera a la isla autónoma de Taiwán como parte de su territorio.
“La Casa Blanca tiene preocupaciones importantes”, dijo el senador Chris Murphy, demócrata de Connecticut y miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. “Tengo preocupaciones importantes”.
Murphy dijo que el panel de Relaciones Exteriores está retrasando el trabajo sobre la legislación hasta septiembre y podría ser reescrita. El comité había planeado votar el proyecto de ley el miércoles. Estados Unidos ha tratado a Taiwán como un importante aliado fuera de la Otan desde la administración de George W. Bush. El proyecto de ley formalizaría esa designación.
La administración ya está tratando de lidiar con la creciente fricción entre Estados Unidos y China, que se vio exacerbada por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán esta semana. Taiwán fue un tema importante de una llamada la semana pasada entre el presidente Joe Biden y el presidente chino Xi Jinping.
Menéndez, en un artículo de opinión publicado el miércoles en el New York Times, dijo que la estrategia de Estados Unidos debe orientarse a “disuadir y restringir el comportamiento problemático de Beijing”.
“A medida que China nos desafía en todas las dimensiones de la seguridad nacional, militar, económica y diplomáticamente y en valores, estamos presentando una nueva visión que garantiza que nuestro país esté posicionado para defender a Taiwán en las próximas décadas”, escribió Menéndez.
Graham reprendió a la Casa Blanca por tratar de obstaculizar el proyecto de ley.
“Es un error de cálculo de cómo mantener el mundo en orden. A cada paso toman el camino más débil”, dijo Graham. “Si pones esto en el piso del Senado, se aprobaría abrumadoramente”.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La administración Biden considera que la legislación es contraproducente y que interferiría con el enfoque de décadas de “ambigüedad estratégica” sobre si el ejército estadounidense defendería a Taiwán contra las fuerzas comunistas, según las personas, que pidieron el anonimato porque las discusiones son privadas. Estados Unidos también se adhiere a una política de "Una China" que considera que la cuestión de la soberanía sobre Taiwán es indeterminada.
“No estoy seguro de que este sea el momento de descartar 40 años de política”, dijo Murphy, y agregó que “tiene sentido que nos acerquemos a Taiwán”.
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