“La ciencia es una bella historia del esfuerzo humano, a veces sin un propósito claro”

Pareciera que la ciencia no paga en Colombia. El gasto en investigación y desarrollo apenas llega a 0,2% del PIB, lejos del 2,4% del promedio de la Ocde. Para rematar, en el Presupuesto General cayó 20% la asignación a la ciencia, señal de que muchos no le ven utilidad. Pero sí que la tiene, como lo dice enfáticamente Laura Sprechmann, CEO de Nobel Prize Outreach, en entrevista con LR.

La líder de la organización que promueve a nivel global los valores del Nobel lanza un llamado en defensa del poder transformador de la ciencia y la educación, especialmente en países emergentes como Colombia.

¿Qué es lo que hacen?

Nos dedicamos a compartir conocimiento e inspirar a las personas alrededor del mundo, basados en el Premio Nobel. Mostrando cómo el trabajo de los laureados aborda los grandes retos de nuestro tiempos, promoviendo la toma de decisiones basada en evidencias científicas; promoviendo la educación, el aprendizaje y la importancia de la colaboración.

Por primera vez realizamos un evento regional para todos los países en Latinoamérica, uniendo estudiantes de la región entera en conversaciones con los galardonados; conversaciones acerca de la responsabilidad social de la ciencia, y la interacción entre la comunidad científica y los políticos y tomadores de decisiones. Hablamos sobre cómo la ciencia juega un rol clave en la sociedad. Participaron seis estudiantes de universidades colombianas: la Nacional, la del Valle y la Javeriana.

¿Por qué es valioso promover la investigación científica?

Desde el punto de vista personal, es divertido y muy gratificante hacer ciencia. Para aprender cosas, para descubrir; es como abrir un libro y vez más y mas cosas. Ves que estabas equivocado sobre algo y pruebas otra cosa. Es muy apasionante, como ser humano, descubrir cosas.

En un contexto más amplio, cualquiera de los problemas más grandes que hoy tenemos como sociedad, podemos enfrentarlos a través de la investigación científica. Y la belleza es que construyes sobre ella.

Si tomamos el covid, por ejemplo, no es como que alguien se inventó la vacuna en una semana; se ha construido sobre muchos años de investigación aplicada y desarrollo de nuevas tecnologías. Y así es como los humanos somos capaces de crear una vacuna, o curar el cáncer, o descubrir el universo. Es conocimiento que se ha venido construyendo a lo largo de años, a partir de equivocaciones, de intentos.

La ciencia es una bella historia del esfuerzo humano, que no siempre tiene un propósito claro. A veces vamos en círculos y eventualmente logramos nuevos descubrimientos.

Están las investigaciones más obvias, como el descubrimiento de la penicilina o la inmunoterapia para tratar el cáncer, pero también hay muchas que han venido evolucionando con los años; descubrimientos que en su momento quizá no sabíamos su efecto. Si miras al GPS, por ejemplo, detrás hay muchos premios Nobel. Dentro del microscopio también hay varios Nobel.

Es una historia bonita de la humanidad ver cómo hemos construido sobre distintos descubrimientos.

¿Y el impacto económico?

Lo que vemos es que la ciencia es buena para nuestro bienestar. Si vemos la relación entre países y su inversión en ciencia en porcentaje de su PIB, se puede ver cómo beneficia a la sociedad en términos económicos. Probablemente no sea el principal propósito de la ciencia, pero ciertamente es un aspecto interesante.

¿Y para países emergentes?

Perseguir la ciencia es importante para que una sociedad descubra cosas nuevas, aprenda, aumente su conocimiento. Y a largo plazo para abordar grandes problemas, ofrecer un entendimiento clave para los tomadores de decisiones. Si queremos tener sociedades más saludables en términos de bienestar, en términos de desarrollo humano, esa inversión en ciencia y educación es muy, muy importante.

¿Qué se necesita para que estos países ganen su Nobel?

A largo plazo, lo fundamental es invertir en una buena educación desde los primeros años en la escuela hasta la educación superior, para que los jóvenes se interesen por las carreras de ciencias. Pero también se requiere lograr que los tomadores de decisiones inviertan en ciencia. Pero si les preguntas a los galardonados, nunca dirán: oh, me dediqué a la investigación para obtener un Nobel. Esa no era su principal fuerza motivadora; te vuelve científico porque estás interesado en un tema, tienes curiosidad por algo, un problema que quieres resolver, y eso te apasiona.

¿Qué le diría a un joven interesado en hacer ciencia?

No dejes de hacer preguntas, sigue tu curiosidad y encuentra un buen profesor; que estimule tu curiosidad y que no ponga barreras sino que abra tu mente. Tienes una vida maravillosa y estimulante por delante si decides dedicarte a la investigación.