La crisis de Huawei se agrava con el veto de las operadoras japonesas

La detención en Canadá de la financiera e hija del fundador del grupo chino de telecomunicaciones, a petición de EE.UU., ha elevado el escrutinio sobre su actividad en diversos países.

Se agrava la crisis de Huawei, fabricante chino de equipos de telecomunicaciones y teléfonos móviles, en medio de la guerra comercial de EE.UU. y el país asiático. La onda expansiva tras la detención de su directora financiera e hija del fundador Meng Wanzhou en Canadá a instancias de EE.UU., por presunta vulneración del embargo a Irán, está alcanzando una amplitud inusitada.

Tras ser vetada por EE.UU., Australia y Nueva Zelanda y por algunas operadoras como la británica BT para desarrollar la red de telecomunicaciones 5G (y excluirla de la 4G) por motivos de seguridad nacional, ahora son los tres grandes grupos japoneses de telefonía móvil los que planean no trabajar con Huawei ni con su homóloga china ZTE, según la agencia Kyodo News.

NTT Docomo, KDDI y SoftBank no confirmaron la información, pero fuentes del mercado señalaron que es probable que las compañías sigan la estela del Gobierno japonés, que prevé excluir a Huawei como proveedor por sus presunta conexión con el Gobierno chino y el consiguiente riesgo de espionaje.

Un portavoz del fabricante asiático dijo que Huawei está comprometido con la seguridad de redes y equipos, y añadió que sigue trabajando estrechamente con sus clientes japoneses.

FRÁGIL TREGUA
Hasta ahora, los Gobiernos de EE.UU. y China han intentado separar la detención de Meng de la guerra comercial que mantienen desde hace meses para salvaguardar la tregua que firmaron recientemente en el G20 celebrado en Argentina y proseguir negociando un acuerdo.

Sin embargo, el tamaño de Huawei, líder mundial en redes de telecomunicaciones por delante de Ericsson y Nokia y segundo en smartphones, sólo superado por Samsung, pone en riesgo la distensión, ya que el Gobierno chino ha salido en su defensa y amenaza con tomar medidas contra Canadá -e, incluso, EE.UU.- si Meng no es liberada.

Entre tanto, la directora financiera de Huawei iba a comparecer ayer de nuevo en un juzgado de Canadá en una vista en la que la defensa pedirá su libertad mientras se procesa la petición de extradición de EE.UU.. Meng, de 46 años, fue arrestada el 1 de diciembre cuando hizo escala en Vancouver antes de viajar a México. Los abogados aseguraron que, además de una fianza de US$15 millones canadienses (9,8 millones de euros), la directiva pagará servicios de vigilancia y control que garantizarán su permanencia en Canadá.

Las autoridades de EE.UU. le acusan de fraude por vulnerar las sanciones impuestas por Washington a Irán por las supuestas actividades de Huawei a través de SkyCom. El grupo chino afirmó ayer que confía "en que los sistemas legales de EE.UU. y Canadá lleguen a la conclusión correcta".