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Hoy la mayor economía de Europa es también una de las más débiles con una proyección para este año de apenas 0,4%.
Uno de los hechos más emblemáticos de la Guerra Fría y el punto de quiebre para la Unión Soviética. Eso es lo que representa la caída del Muro de Berlín, un evento que marcó la historia del mundo hace 30 años. Con una inversión de 16.155.100 marcos de la época, que hoy se traducen en US$10,3 millones, aproximadamente, el muro contaba con una extensión de 160 kilómetros y su altura rondaba entre los tres y cuatro metros.
La construcción del muro inició el 13 de agosto de 1961 y 30 años más tarde, el 9 de noviembre de 1989, fue demolido tras la solicitud que hizo el presidente de EE.UU. Ronald Reagan a Mijaíl Gorbachov para derribar la estructura donde más de 5.000 personas lograron huir durante los 28 años que se mantuvo en pie el muro.
Pero más allá de la connotación política, el muro también tiene un análisis y contexto económico. El PIB anual en 1961 era de US$218.413 millones y para 2018 cerró en US$3,7 billones, lo que significa un crecimiento de 214% en las tres últimas décadas. Si bien esto es un crecimiento significativo, Alemania, que hoy es la economía más grande de Europa, está prácticamente estancada, pues según las últimas cifras de la Comisión Europea, la proyección de aumento del PIB alemán es de apenas 0,4%. Esto quiere decir que es la economía más débil de la Zona Euro, solo después de Italia con una proyección de crecimiento de 0,1%.
Mauricio Jaramillo, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, explicó que esto se debe a la crisis económica que hoy atraviesa el mundo entero a causa de factores como la guerra comercial o el brexit. “Es algo coyuntural. Alemania junto con Francia son los grandes motores de la Unión Europea y están atravesando un ciclo complejo, pero se recuperarán en un corto plazo”, dijo.
Pese a esto, hoy en día, Alemania es el tercer importador y exportador a nivel mundial, lo que representa más del 30% de su PIB en ambos rubros. Además, la cifra de desempleo que se ubicaba en febrero de 1991 (5,2%), ha caído 2,1 puntos porcentuales respecto a la tasa en septiembre de 2019, donde se ubicó en 3,1%.
Para Jaramillo, la caída del muro significó dos cambios. “El primero es que la llegada de la UE impulsó al crecimiento de la Alemania Occidental, un hecho del que se contagió la Alemania Oriental”. El segundo, se trata de la llegada del modelo alemán que, según Jaramillo, permitió que se consolidara: “un equilibrio entre el estado de bienestar, donde el Estado garantiza vivienda, salud, educación y mantiene la disciplina fiscal, con políticas responsables para su conservación”.
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