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Los economistas habían estimado un crecimiento del 6%. Un repunte en el gasto de los consumidores ayudó a liderar la recuperación
La economía de Japón registró un retorno temporal al crecimiento a fines de 2021 durante una pausa en los casos de virus antes de que llegara la ola omicron, que amenaza con hacer retroceder la recuperación.
El producto interno bruto se expandió a un ritmo anualizado ligeramente más lento de lo esperado de 5.4% en los tres meses hasta diciembre en comparación con el trimestre anterior, informó el martes la Oficina del Gabinete.
Los economistas habían estimado un crecimiento del 6%. Un repunte en el gasto de los consumidores ayudó a liderar la recuperación.
Se suponía que el crecimiento del último trimestre sería el comienzo de un repunte más duradero para Japón, que ha sido la más lenta entre las economías avanzadas en recuperarse de la pandemia.
Pero los casos récord del virus a principios de 2022 y las renovadas restricciones a las empresas para combatirlo han planteado la perspectiva de otra contracción este trimestre.
La economía se ha contraído en la mitad de los últimos 10 trimestres en medio de avisos de seguridad intermitentes que han afectado especialmente al sector de servicios.
“El gasto de los consumidores fue el mayor impulsor de la economía el último trimestre cuando se levantó el estado de emergencia”, dijo Taro Saito, director de investigación económica del Instituto de Investigación NLI. “Pero no hay duda de que el crecimiento de Japón se frenará repentinamente este trimestre y espero que sea de alrededor del cero por ciento”.
El consumo privado aumentó un 11,2% en los últimos tres meses del año pasado, una indicación de cómo la disminución de las preocupaciones por el virus puede liberar la demanda, con el resultado opuesto probable este trimestre.
El crecimiento del cuarto trimestre no fue tan fuerte como se esperaba. Si bien la inversión empresarial y las exportaciones también contribuyeron a la expansión a medida que disminuyeron los bloqueos de la cadena de suministro y pasó lo peor de la ola delta del virus, las ganancias no fueron tan sólidas como se esperaba.
El gasto público también cayó, aunque es probable que un paquete de estímulo anunciado por el primer ministro Fumio Kishida en noviembre aumente los gastos públicos este trimestre.
Informes anteriores sobre las ventas minoristas y la producción industrial mostraron que el impulso de la economía se debilitó después de la aparición de omicron a fines del año pasado.
Luego, las condiciones se deterioraron rápidamente a principios de año y los casos diarios de virus saltaron de alrededor de 500 a un récord de más de 100,000 a principios de febrero. Kishida luego restableció un estado de semiemergencia en áreas que cubren la mayor parte de la economía.
La cuasi-emergencia permite a los gobiernos locales presionar a los bares y restaurantes para que cierren temprano y dejen de servir alcohol. Las medidas se extendieron la semana pasada hasta principios de marzo para Tokio y otras 12 prefecturas.
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