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Inflación de 51,4%, PIB de menos de US$102.000 millones, pero una deuda que va en más de US$150.000 millones, presionan las finanzas de ese país
En todo el mundo se habla de una crisis económica en Venezuela, su mayor consecuencia se refleja en el éxodo de casi ocho millones de venezolanos que decidieron irse de su país por las malas condiciones de vida en sus ciudades de origen.
Nicolás Maduro acaba de ganar su tercer periodo presidencial luego de unas polémicas elecciones que ya generaron el rechazo de diferentes gobiernos de América Latina. El régimen de Maduro hoy lleva 11 años en el poder y ahora está por sumar otra nueva etapa desde 2025 hasta 2031.
Pero un nuevo periodo de Gobierno le mete presión a la falta de caja que está ganando el país, producto del sobreendeudamiento que debe cumplir, la estrepitosa caída de la producción petrolera (de cada US$100 que ingresan a las arcas públicas US$87 son del petróleo), la presión de la inflación, y próximamente, nuevas sanciones que llegarán de Estados Unidos (quien prometió reforzarlas si no se cumplían unas elecciones transparentes).
En primer lugar, la herencia chavista se evidencia en la pobreza del país, el PIB que recibió Maduro en 2013, cuando ganó sus primeras elecciones estaba en casi US$260.000 millones, luego, para el comienzo de su segundo periodo lo contrajo hasta poco más de US$110.000 millones, y según datos recopilados por Bloomberg, hoy, en pleno 2024, es una economía de US$102.000 millones.
El problema del bajo nivel del PIB venezolano es que su economía es menor a los dineros que le debe a las entidades internacionales, lleva más de US$70.000 millones en mora y en total las deudas van por US$150.000 millones.
La industria petrolera de Venezuela, otrora un pilar de la economía global, ha experimentado una caída dramática en su producción en las últimas décadas. Este fenómeno se debe a una combinación de factores históricos, económicos y políticos, que han llevado a la disminución de la capacidad de producción y exportación del país.
En las épocas doradas, Venezuela se perfilaba como el país de la riqueza petrolera, cada día producía más de 3,1 millones de barriles de crudo, Maduro recibió el indicador en 2,6 millones diarios, pero la corrupción al interior de Pdvsa, y las sanciones de EE.UU. tienen hoy a que ese país produzca menos de 900.000 barriles (incluso en 2020 eran poco más de 500.000 barriles).
Eso afectó con más fuerza los ingresos de Venezuela, ya que al ser un país productor y ficha clave de la Opep, depende en casi 90% de las exportaciones de crudo. En 2019, el entonces Gobierno de Donald Trump firmó las sanciones al régimen de Maduro, restringiendo las negociaciones de petróleo con ese país y algunos de sus aliados.
De hecho, de momento, solo se le permite a la petrolera estadounidense Chevron que realice operaciones limitadas en Venezuela, y como EE.UU. dijo estudiar más y nuevas sanciones, la producción podría caer a 600.000 o 700.000 barriles diarios en cuestión de meses, según Fernando Ferreira, director de riesgo geopolítico de Rapidan Energy Advisors.
Chevron aumentó la producción y venta de petróleo venezolano a refinerías estadounidenses como Valero Energy, PBF Energy y Phillips 66, algo que benefició al régimen de Nicolás Maduro por lo que significó mejorar las rentas petroleras. Pero la especulación ahora está en una restricción a los negocios en ese país.
En febrero de 2019, la hiperinflación tocó la puerta de las cuentas de los venezolanos, en ese entonces el nivel superó la impresionante cifra de 345.000%, producto de la caída en las rentas petroleras y la falta de maniobra del Gobierno que tenía subsidiadas varias categorías de la canasta básica familiar.
En 2024, la inflación empezó a ceder, en enero estaba en 107%, y empezó una desaceleración constante hasta que reportes no oficiales, sino de la academia encontraron que iba en 51,4%.
Aún así el costo de vida de los venezolanos está entre los más altos del mundo. En el ranking global, Argentina tiene una inflación de 272%, Siria sigue con 140%, Turquía 71,6%, Palestina 54% y luego sí aparece Venezuela con 51,4%.
La presión de costos en el vecino país ha llevado a que sumado a una fuerte caída de los ingresos de los hogares, la pobreza se mantenga arriba de 50%, y además el PIB per cápita de 2024 esté en los mismo niveles de 1999 (cuando Hugo Chávez llegó al poder).
Hace 13 años, cuando era vicepresidente, Maduro pasó a asumir la batuta tras el fallecimiento del expresidente Hugo Chavéz, el PIB per cápita estaba en US$8.692, y para 2023 llegó a US$3.659 y se estima que para 2024 sea de US$3.867, lo que representa una caída de US$4.825 desde su llegada al poder.
Duffy también estará a cargo de la supervisión de las empresas dirigidas por Musk, que ha participado en la transición de Trump
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