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Mejoran las perspectivas del sector manufacturero en varias regiones de EE.UU.
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La Fed parece estar dispuesta a empezar a adoptar un enfoque más gradual en los recortes de las tasas en los próximos meses
Las encuestas realizadas desde la victoria electoral de Donald Trump muestran que las empresas estadounidenses se muestran más optimistas sobre sus perspectivas en previsión de políticas más favorables a las empresas y una menor carga regulatoria.
Desde las plantas de fabricación hasta los sitios de construcción, el optimismo en varias encuestas de los bancos regionales de la Reserva Federal representa otro capítulo en el “Trump Bump” que comenzó con un repunte del mercado de valores después de las elecciones del 5 de noviembre, generó un dólar más fuerte y supercargó los precios de Bitcoin.
La visión más optimista desde las trincheras contrasta con la de muchos economistas de Wall Street, que esperan un crecimiento más lento en medio de la inquietud por las consecuencias económicas de los aranceles que Trump ha amenazado con imponer a los bienes importados.
"Está claro que la comunidad empresarial se apoderó de la victoria republicana y ha considerado el potencial inflacionario como algo con lo que lidiaremos en el futuro", dijo Timothy Fiore, presidente del Comité de Encuestas Empresariales de Manufactura del Instituto de Gestión de Suministros, en una conferencia telefónica el lunes.
Puede que pase algún tiempo hasta que la confianza empresarial se traduzca en resultados reales, especialmente porque la Reserva Federal parece estar dispuesta a empezar a adoptar un enfoque más gradual en los recortes de las tasas de interés en los próximos meses.
Los últimos resultados de la encuesta ISM publicados el lunes mostraron que, si bien la actividad manufacturera sigue siendo débil, un repunte en los pedidos y los comentarios de algunas industrias sugieren que la industria se está estabilizando y está en condiciones de expandirse a principios del próximo año.
"Parece que se va a invertir algo de dinero en la economía, se van a reducir algunas regulaciones y veremos qué efecto tiene eso en el entorno empresarial. Pero en general, los panelistas realmente perciben esto como algo muy positivo", dijo Fiore.
Los resultados de varias encuestas de la Fed sobre el sector manufacturero publicadas desde las elecciones han captado esa sensación. El índice manufacturero Empire State de la Fed de Nueva York subió en noviembre al nivel más alto desde junio de 2020, cuando la economía estaba saliendo del inicio de la pandemia.
Informes posteriores revelaron que las fábricas y los productores de servicios expresaron el mayor optimismo en años respecto de las perspectivas a corto plazo para el gasto de capital, las ventas y la actividad comercial general.
“Está claro que la comunidad empresarial se apoderó de la victoria republicana y ha considerado el potencial inflacionario como algo con lo que lidiaremos”.
Una encuesta realizada a fabricantes en el distrito de la Fed de Filadelfia mostró que las perspectivas de actividad comercial y pedidos avanzaron a los niveles más altos desde mediados de 2021. En la región de la Fed de Kansas City, las expectativas a seis meses y las perspectivas de gasto de capital fueron las más sólidas desde 2022.
Mientras tanto, los productores de Texas se mostraron más optimistas sobre la actividad comercial que en cualquier otro momento de los últimos tres años.
En el área cubierta por la Reserva Federal de Richmond, las expectativas de ingresos por servicios avanzaron hasta el nivel más alto registrado desde 2011, mientras que un indicador de las perspectivas de demanda mejoró hasta alcanzar el nivel más alto en más de tres años. Los gastos de capital previstos también mejoraron.
Incluso los constructores de viviendas estadounidenses están expresando más optimismo sobre la posibilidad de un clima empresarial más favorable.
Si bien los costos de endeudamiento, que siguen siendo elevados, y los altos precios de venta siguen obstaculizando el mercado inmobiliario, las expectativas de que la administración Trump alivie las cargas regulatorias ayudaron a impulsar el índice de confianza del sector de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas/Wells Fargo a un máximo de siete meses en noviembre. Un índice de expectativas de ventas subió al nivel más alto desde abril de 2022.
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