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La inflación anual de Brasil se aceleró más de lo esperado y el banco central subirá costos de endeudamiento a finales del año
La inflación anual de Brasil se aceleró más de lo esperado por todos los analistas a principios de julio, apoyando las apuestas de los operadores de que el banco central tendrá que subir los costos de endeudamiento a finales de este año después de mantenerlos estables la próxima semana.
Los datos oficiales publicados el jueves mostraron que los precios al consumidor aumentaron 4,45% respecto al año anterior, por encima de la estimación mediana de 4,37% de los analistas en una encuesta de Bloomberg. La inflación mensual se situó en 0,3%.
Se espera que los responsables políticos mantengan los costes de endeudamiento en dos dígitos en un futuro previsible, ya que las previsiones de inflación se sitúan por encima del objetivo de 3%. Hasta ahora, los elevados tipos de interés no han frenado significativamente el crecimiento, y el mercado laboral sigue siendo escaso. Para complicar aún más las cosas, los inversores están preocupados por las ambiciones de gasto del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los tipos de interés de los swaps, que indican la opinión del mercado sobre la política monetaria, subieron el jueves por la mañana tras conocerse el dato de inflación más rápido de lo esperado. Los contratos más largos subieron más de 10 puntos básicos.
"Los datos son mucho peores de lo esperado si se miran dentro de sus componentes", dijo Leonardo Costa, economista de la firma de inversión Asa. "Refleja unas medidas básicas cada vez más difíciles de domar".
Las perspectivas de una vuelta a la relajación monetaria, que el banco central interrumpió en junio, se han reducido aún más desde hace semanas, y los observadores más pesimistas del mercado apuestan por la posible necesidad de subir los tipos.
Los carburantes subieron 1,39% en el mes, después de que la petrolera brasileña controlada por el Estado, Petróleo Brasileiro SA, aumentara los precios de la gasolina a principios de julio por primera vez en casi un año.
El transporte subió 1,12% en el mes, y los billetes de avión 19,21%. Los costes de alimentación y bebidas, que habían sido seguidos de cerca por los bancos centrales, cayeron 0,44%.
Los precios al consumo podrían aumentar en los próximos meses tras la depreciación del real, la moneda de la nación sudamericana, mientras el Gobierno lucha por aplicar recortes presupuestarios para cumplir sus objetivos fiscales. Una moneda más débil estimula las presiones inflacionistas al aumentar el coste de las importaciones.
El real "pondrá al banco en alerta máxima", escribió Andrés Abadía, economista jefe para América Latina de Pantheon Macroeconomics. Aún así, apuesta a que los recortes de tipos se reanudarán en septiembre, a medida que la inflación subyacente permanezca "bajo control" y pasen las perturbaciones relacionadas con la oferta.
En un informe separado publicado a primera hora del jueves, el banco central informó de que la inversión extranjera directa alcanzó casi US$6.300 millones en junio, aproximadamente el doble de la estimación media de US$3.300 millones realizada por los analistas en una encuesta de Bloomberg.
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