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Quedan dos semanas para las presidenciales pero por modelo electoral, no necesariamente gana el que tenga mayorías del voto
El sistema electoral de Estados Unidos es indirecto, es decir que el candidato ganador no siempre es aquel que obtiene la mayoría de votos populares, esto sucede por la existencia del Colegio Electoral, pero a diferencia de como se puede pensar, esto no es una institución o lugar, es un proceso.
Es el modelo con el cual se elige el presidente de EE.UU. y el cual quedó definido por los fundadores del país en el artículo II de la carta magna. El doctor en Ciencia Política, Dorian Kantor explicó que los autores de la Constitución eligieron este sistema porque querían evitar los excesos de las democracias directas, “enfriar las pasiones públicas”, equilibrar la influencia de los estados grandes y pequeños y proteger la influencia de los estados esclavistas.
“La idea era que los miembros del colegio electoral fueran personas conocedoras de los candidatos en Washington.En la época de la fundación, por supuesto, el estadounidense medio tenía poco o ningún conocimiento sobre los candidatos a la presidencia, por lo que los electores elegirían al presidente de entre los candidatos que se presentaban”, añadió Kantor.
Al no ser una institución sino un proceso, este solo se da para las elecciones presidenciales, y se conforma con 538 electores, también llamados delegados o compromisarios, provenientes de todos los estados y estos emitirán su voto para elegir el presidente.
“El número de electores en el Colegio Electoral que tiene cada estado se determina según el número de senadores y representantes que tiene en el Congreso, es la misma cantidad. Como cada estado tiene dos senadores independientemente de su población, esto significa que la población del estado determina el resto de los votos del Colegio Electoral que tiene en las elecciones”, explicó el experto.
De esta forma, las elecciones del 5 de noviembre no determinarán quién es el presidente, sino quiénes son los electores que pueden votar en el Colegio Electoral.
El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, Manuel Camilo González, explicó que para elegir a los electores del Colegio Electoral hay un proceso dual. Primero: los partidos Demócrata y Republicano hacen la lista de electores por estados, articulando normas locales y nacionales o mediante una nominación controlada por parte de los comités partidarios.
Kantor explica que cualquier persona puede ser miembro del Colegio Electoral, pero como son elegidos por los principales partidos políticos, suelen ser personas que han ocupado cargos destacados en sus respectivos estados. La Constitución sólo dice que los senadores y representantes en el Congreso no pueden serlo.
“En la segunda etapa existe más diferencia, la elección definitiva de los electores está condicionada por el calendario electoral de cada estado y la norma de decisión definida a nivel estatal”, añadió González.
Teniendo en cuenta lo señalado respecto a que el presidente no es elegido de forma directa por los ciudadanos, en 15 días los estadounidenses estarán votando entre si los delegados elegidos por el Partido Republicano o los del Partido Demócrata votarán en el Colegio Electoral.
En todos los estados, a excepción de Nebraska y Maine, “el ganador se lo lleva todo, en cambio en estos asignan dos votos del Colegio Electoral en función del voto popular, y luego un voto electoral al ganador del voto popular en cada distrito del Congreso”, explicó Kantor.
Para cada elección, los delegados del Colegio Electoral se reúnen en la capital de cada uno de sus estados el primer martes después del segundo miércoles de diciembre para emitir sus votos, lo que para este año corresponde al 17 del mes, para emitir sus votos para presidente y vicepresidente.
Si ningún candidato obtiene la mayoría de votos en el Colegio Electoral, la Cámara de Representantes determinaría la presidencia en una llamada Elección Contingente. El ganador no será oficial hasta el 6 de enero, fecha en la que el Congreso tiene previsto reunirse para recibir los votos electorales, contarlos y certificar al ganador; el presidente electo hará el juramento el 20 de enero
Una incógnita que surge es si ¿puede pasar que un elector vote por el candidato que no fue ganador del voto popular?,Kantor explica que en el pasado no había requisitos legales para que los electores votaran por el ganador del voto popular en su estado, sin embargo, actualmente hay 32 estados que tienen leyes que castigan a los llamados “electores infieles”.
“La jueza del Tribunal Supremo Elena Kagan dijo en 2020 que un Estado puede penalizar a un elector por romper su promesa y votar por alguien que no sea el candidato presidencial que ganó el voto popular de su Estado”. Pero es en raras ocasiones que ocurre que un elector ha emitido su voto por alguien que no es el candidato al que se había comprometido.
González explica que hay dos formas de medir que tan claro tienen los estadounidenses cómo funciona el proceso: la participación en las elecciones generales donde se elige a los electores y la identidad partidaria de los votantes registrados.
“Según Pew Research Center, 49% de votantes registrados que se definen como demócrata y 48% que son registrados como republicanos. Pero no necesariamente estos 49% son votantes duros, de estos son solo 33% en el lado demócrata y 32% del lado republicano, lo cual deja el resto de votantes como menos comprometidos con las prácticas de sus partidos”.
Finalmente, Kantor señala que la mayoría de los estadounidenses entienden cómo funciona el sistema, y esto genera que muchos votantes opten por no participar en el proceso electoral, ya que sólo pueden votar a los dos partidos mayoritarios.
“Votar a terceros partidos significa desperdiciar el voto o provocar un “efecto spoiler” o efecto saboteador. El efecto spoiler significa que el tercer partido perjudica al partido grande (Demócrata o Republicano) al que el votante está más próximo ideológicamente y ayuda al partido con el que el votante está más en desacuerdo”.
Kantor cuenta que según Heritage Foundation, si Estados Unidos introdujera la elección popular del presidente, los candidatos tendrían pocos incentivos para hacer campaña fuera de los grandes centros de población urbana.
Pero, dado que cada estado tiene al menos tres votos en el Colegio Electoral, “el sistema actual conduce a una sobrerrepresentación de estados pequeños como Wyoming. Como esos estados votan mayoritariamente a los republicanos, éstos se oponen ferozmente a cambiar un sistema que tiene sus raíces en la protección de los estados esclavistas”.
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