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El Banco de Desarrollo de América Latina presentó el Reporte de Economía y Desarrollo en el que analiza la relación con Venezuela
El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Cámara de Comercio de Bogotá analizaron la necesidad de incentivar las relaciones comerciales y la integración entre los países de la región con la finalidad de cerrar las brechas socioeconómicas e impulsar un crecimiento sostenido a largo plazo, especialmente en lo que respecta a la cercanía entre Colombia y Venezuela. Según el Reporte de Economía y Desarrollo (RED) la reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela puede ofrecer un nuevo impulso al comercio entre ambos países.
Hay que tener en cuenta que las exportaciones al país vecino alcanzaron una participación máxima de 17% de las exportaciones totales de bienes de Colombia y para 2021 sólo representaban 1%. Sin embargo, el tamaño y las estructuras de los países han cambiado, lo cual significará nuevas oportunidades, pero también nuevos retos. Así mismo, mejorar la infraestructura de transporte terrestre permitiría ampliar el acceso a mercados de las firmas de ambos países.
Al respecto, Adriana Arreaza, gerente de Estudios Macroeconómicos de la CAF, y Lian Allub, economista principal de la Dirección de Investigaciones Económicas de la misma entidad, aseguraron que Venezuela es una frontera viva que, tras la interrupción del comercio, se convirtió en un país diferente al que era hace una década. “Es una economía más pequeña y que tiene un tejido productivo distinto al que tenía anteriormente, lo cual se refleja en lo que se está comercializando. No hay que tener demasiadas expectativas en torno a que en un año volvamos a tener los niveles de comercio previo al cierre, pero si esperamos que se atraiga mayor inversión extranjera”, destacaron.
¿Qué expectativas hay en torno a la reapertura de la frontera?
Tras la interrupción del comercio, Venezuela es un país diferente al que era hace una década. Es una economía más pequeña y que tiene un tejido productivo distinto al que tenía anteriormente, lo cual se refleja en lo que se está comercializando. Esa es una frontera viva y retomar eso es una oportunidad. Retos van a haber y hay que ver en qué condiciones se encuentran. No hay que tener demasiadas expectativas en torno a que, en un año, volvamos a tener los niveles de comercio previo al cierre y creo que va a ser importante acompañar las estructuras de los países. Si Venezuela no avanza en los trámites necesarios para que las relaciones se den, se van a perder oportunidades.
¿Las condiciones de infraestructura están dadas?
En el estudio planteamos la necesidad de agregarle nuevos y más servicios a las carreteras terciarias y principales que facilitan el comercio. Aquí es necesario pensar en el modelo de corredores logísticos que integren todos los elementos que necesita una cadena de valor, incluyendo tecnología y transporte intermodal, donde entra a jugar un papel importante la conectividad aérea, que ha venido mostrando una dinámica relevante. A medida que te conectas mejor, le brindas oportunidades a las empresas de comercia productos más sensibles.
Otro de los pilares para que funcionen este tipo de relaciones es la sincronización de procesos productivos. Una empresa en Colombia que está integrada con una empresa en Venezuela, necesita saber que va a recibir el insumo en tiempo y forma para no tener detener el proceso, para lo cual es fundamental la infraestructura y la trazabilidad del mismo.
¿Qué papel va a jugar Colombia?
Ambos países tenían una integración interesante en algunas cadenas de valor. El tejido productivo de Venezuela se ha vuelto mucho menos sofisticado y eso se ha hecho evidente en lo que ese país está exportando. Uno de los motores de la integración va a ser la llegada de mayor inversión extranjera directa, lo que puede derivar en el desarrollo de tecnología que reduzca la brecha que existe en este momento entre ambos territorios, generando a su vez más empleos. Aquí van a beneficiarse industrias como el agro, el metalmecánico y la producción de insumos claves para el desarrollo de productos.
¿Qué beneficios trae una integración regional?
La integración les permite a los países ampliar los mercados para exportar los bienes y servicios que produce, lo cual puede generar unas ganancias que redundan en eficiencia y productividad. En la medida en que ese comercio esté acompañado de inversión extranjera directa, la productividad se va a ver afectada positivamente, que es la base del crecimiento económico.
¿Qué tanto se ha beneficiado América Latina y Colombia de los TLC?
Al interior de la región, 85% del comercio se encuentra libre de aranceles y muy poco ha aumentado el comercio intrarregional. Cuando uno compara la dinámica de otros bloques comerciales importantes como, por ejemplo, la Unión Europea, Asia o América del Norte, lo que se evidencia es que en el valor agregado de esas exportaciones hay un componente interno que puede ser de hasta 45%.
En el caso de la región no se supera 15%. Los TLC si han ayudado a que la región se aproxime a otros mercados extra regionales y han hecho que el costo de estas transacciones disminuya; sin embargo, el costo de exportar al interior sigue siendo alto, particularmente en América del Sur. Colombia es uno de los países que ha hecho un esfuerzo bastante importante en términos de facilitación de comercio, hecho que se ha visto reflejado en su dinámica.
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