"La paz de Colombia es un buen negocio para Ecuador, cualquier logro significa beneficio"

Con una relación bilateral de “hermandad”, como la califica el ministro de Ecuador en Colombia, Gonzalo Ortiz, los dos países han avanzado en una agenda completa, en la que se incluye el comercio, el turismo, la defensa y seguridad, el cuidado del medio ambiente y la cultura.

Durante Inside LR, Ortiz dijo que aún quedan rubros en los que se puede mejorar, pero que pese a la coyuntura sociopolítica en Ecuador y el nuevo Gobierno en Colombia, los acuerdos no están en riesgo.

¿Cuáles son los sectores que más se favorecen con las relaciones entre países?
Compartir una frontera propicia un escenario de unión, de una profunda relación que se ha mantenido con pocos momentos de baches. Ahora tenemos una herramienta interesante que son los gabinetes bilaterales en los que se fijan metas en varios ejes. Después del reciente encuentro entre Petro y Lasso tenemos 74 metas en nueve ejes pasando por cooperación comercial, educativa, científica, cultural, entre otros.

¿Cómo está la balanza comercial?
Esta siempre ha sido muy favorable para Colombia. Ustedes nos venden el doble de lo que le vendemos a Colombia. El año pasado, sin embargo, esa relación de dos a uno cambió por una de tres a uno. Colombia nos vende medicinas, productos químicos, maquinaria, automóviles, y nosotros vendemos productos para la construcción, derivados del asfalto, vehículos ensamblados, arroz, café.

¿Ecuador sí invierte aquí?
Hay muchas empresas ecuatorianas en el país, sobre todo en el campo de la tecnología, en el tema bancario con mecanismos de pagos, está por ejemplo el Banco Pichincha, que pasó a llamarse Pi Bank y que está teniendo una modernización importante en el mercado. También hay otras firmas en el lado comercial.
También hay inversiones muy fuertes de Colombia en Ecuador como el caso de Alpina que tiene una planta muy moderna al sur de Quito.

¿Cuál ha sido el impacto de la salida anticipada de Guillermo lasso? ¿Se afectó la confianza inversionista?
Las situaciones políticas se dan así y en la democracia es posible que se den estos casos. El presidente Lasso optó por un mecanismo constitucional, la muerte cruzada. Es curioso porque la decisión del presidente tranquilizó el momento político que vivía Ecuador. Lasso no tuvo un grupo parlamentario suficientemente fuerte y los grupos de oposición se dedicaron a boicotear todo lo que hacía. Puede haber algún recelo, pero no se ha notado que la inversión haya caído o que haya algún tipo de polarización económica.

¿El nuevo Gobierno puede implicar que se afecten las relaciones bilaterales?
No porque tenemos compromisos acordados en la cumbre de Tulcán, y se están cumpliendo, las embajadas, los ministerios estamos trabajando en eso, van a seguir cumpliéndose.

¿Qué cree que se puede seguir fortaleciendo?
Siempre le pedimos al país mayor control de la zona fronteriza en el área de Tumaco y es una excelente noticia que se avance en la consecución de la paz, porque la paz de Colombia es un buen negocio para Ecuador. Hemos tenido muchos desplazados, viven más de 250.000 colombianos, 80.000 que tienen el estatus de refugiados, así que también estamos apostando por ella y deseamos el mayor de los éxitos porque cualquier logro va a significar beneficio.

Ya han pasado varias décadas desde que decidieron dolarizarse, ¿cuáles han sido los pro y los contra? ¿Lo recomiendan?
La medida, al principio no se quería, pero resultó una medida salvadora. Al principio fue duro el ajuste, pero luego ha sido una gran medida, porque en nuestros países siempre está la tentación de emitir dinero y entonces debilitar a la moneda nacional no es la mejor medida. La dolarización le pone al país una camisa de fuerza, pero le permite dar gran estabilidad. Es más popular que cualquier político o artista, es favorecida por las personas, permite planificar y da más seguridad, hay menos inflación.

¿Cómo está el turismo?
Colombia es, probablemente, el principal destino junto con EE.UU. del turismo ecuatoriano. Han favorecido las conexiones aéreas porque ahora hay seis o hasta siete vuelos a Quito diarios, y no solo desde la capital, sino también desde otras ciudades como Medellín.