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Las autoridades explicaron que los sistemas vitales para el día a día ya cuentan con el suministro necesario de energía
Semáforos, ascensores, refrigeración y aires acondicionados dejaron de funcionar el pasado 19 de junio en Ecuador. Los pasajeros del metro tuvieron que salir de los vagones y caminar hasta las estaciones por el túnel subterráneo sin iluminación.
Todo Ecuador se quedó sin electricidad durante horas esta semana, revelando la profundidad de una crisis energética agravada por años de falta de inversión y errores. Ecuador tiene abundantes recursos energéticos y no debería enfrentar este tipo de problemas. El país cuenta con ríos y tiene reservas sólidas de petróleo. Los problemas son de índole interna, según el ministro de Energía, Roberto Luque.
“Este evento es un fiel reflejo de la crisis que vivimos”, dijo, culpando de los recientes apagones a la falta de inversión tanto en generación como en transmisión de energía.
Hasta el cierre de la semana, las autoridades reportaron un restablecimiento gradual, y con éxito, de las necesidades energéticas del país. En abril, una sequía obligó a desconectar importantes centrales hidroeléctricas. Luego, llegaron fuertes lluvias que amenazaron las turbinas de Coca-Codo Sinclair, la central eléctrica más grande del país, con un aumento de sedimentos. Como resultado, Coca-Codo Sinclair y otras instalaciones hidroeléctricas entraron en cierres de emergencia.
La misma erosión obligó al operador privado Oleoducto de Crudos Pesados Ecuador SA a apagar y declarar fuerza mayor, lo que provocó que algunos campos petroleros detuvieran la producción.
El jefe del banco central, Julio Velarde, informó además de que aumentó el cálculo de déficit fiscal para este año, a un 3,7% del PIB
Alrededor de 100.000 trabajadores ya han protagonizado dos huelgas en el último mes en protesta contra los planes de recortar salarios
El futuro de estos subsidios sigue siendo un tema polémico, mientras algunos defienden que son cruciales para la economía local