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Analistas creen que habrá un crecimiento más veloz en los próximos meses, gracias al despliegue de vacunas contra el covid-19 y a la mayoría demócrata en el Congreso
La Reserva Federal no tiene planes de dar marcha atrás en su política monetaria ultra laxa, incluso cuando el Gobierno entrante de Joe Biden presiona por más rondas de estímulos que prepare la economía para un crecimiento más rápido una vez que las vacunaciones contra el covid-19 estén completamente desplegadas.
El presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, fue el viernes la última autoridad del banco central en hacer un llamado a proveer un constante apoyo a la economía, al dar la bienvenida a los planes del demócrata Biden de proponer estímulos fiscales por hasta US$1,9 billones.
"Es un paquete de estímulo enorme pero creo que es apropiado", dijo Rosengren a la cadena de televisión Cnbc. "La economía está en un momento de relativo estancamiento ahora", sostuvo, en vista del deterioro del mercado laboral.
"De hecho, la combinación que tenemos de política monetaria y fiscal es apropiada".
Los comentarios de Rosengren ocurren un día después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, y otras autoridades expresaron su optimismo en una rápida recuperación económica en el segundo semestre del año y rechazaron las especulaciones de que el banco central se inclinaría por moderar su programa de compras de activos en respuesta.
"Ahora no es el momento de hablar de una salida (de la compra de bonos)", sostuvo Powell.
"Espero que el actual ritmo de compras de activos siga siendo el apropiado por un buen tiempo", dijo por su parte Lael Brainard, gobernadora de la Fed.
Ambos destacaron que la economía aún está lejos de cumplir con las metas de la Fed de pleno empleo y una tasa de inflación cercana al 2%.
Analistas están considerando un crecimiento económico más veloz en los próximos meses, gracias al despliegue de vacunas contra el covid-19 y a la inauguración de un Congreso liderado por demócratas que sería más propenso que los republicanos a elevar el gasto fiscal.
Pero el ritmo de la vacunación no ha sido parejo en el país y está tomando más tiempo de lo previsto. Apenas un 3% de la población estadounidense ha recibido hasta el momento la primera de las dos dosis necesarias.
Esta situación, junto con el surgimiento de nuevas mutaciones contagiosas y pronósticos de expertos de que será necesario vacunar al 85% de la población antes de sofocar la pandemia, llevó a Neel Kashkari, jefe de la Fed de Mineápolis, a afirmar que "la economía seguirá sufriendo los efectos de las restricciones relacionadas con el virus por otro año".
"Está claro que la pandemia tiene mucho camino por recorrer y que muchas personas, empresas y hospitales necesitan apoyo hasta que podamos dejarla atrás", dijo Kashkari en un evento en Minesota. Los estadounidenses, pronosticó, todavía necesitarán usar mascarillas y mantener la distancia social hasta fines de año.
La Fed sostendrá su próxima reunión para discutir la política monetaria el 26 y 27 de enero, y se espera que no realice cambios en su tasa de interés ni a su generoso programa de compras de bonos.
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