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Las normas son el intento más serio del bloque para frenar a las empresas tecnológicas que controlan datos y plataformas online
Empresas de tecnología de Estados Unidos, que incluyen a Amazon, Apple, Facebook y Google, se enfrentan a multas de hasta un 10% de su facturación anual e incluso podrían ser divididas, según un proyecto de normas de la Unión Europea anunciado el martes con el fin de limitar su poder.
Las normas son el intento más serio del bloque de 27 países para frenar a las empresas tecnológicas que controlan datos y plataformas online en las que confían miles de empresas y millones de europeos para trabajar y relacionarse.
También reflejan la frustración de la Comisión Europea con sus casos antimonopolio contra las "big tech" estadounidenses, en particular Google, que según los críticos no ha abordado el problema.
Sin embargo, corren el riesgo de avivar las tensiones con Washington, ya irritado por los intentos de Bruselas de gravar más a las empresas tecnológicas de Estados Unidos.
"Parece que Europa tiene la intención de castigar a empresas exitosas que han hecho grandes inversiones para el crecimiento económico y la recuperación de Europa", dijo Myron Brilliant, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en un comunicado.
El escrutinio de los reguladores ha ido creciendo en todo el mundo sobre los gigantes tecnológicos y su poder.
El Comisario de Mercado Interior de la UE, Thierry Breton, rechazó la insinuación de que las normas podrían ser discriminatorias.
"Todo el mundo es bienvenido en Europa. Nuestra responsabilidad es dar dirección, reglas para proteger lo que es importante para nosotros", dijo en una rueda de prensa.
Un conjunto de normas, la Ley de Mercados Digitales (DMA), está destinada a los denominados "guardianes en línea", definidos entre otras cosas como empresas con más de 6.500 millones de euros de volumen de negocios anual en Europa en los últimos tres años, 65.000 millones de euros de valor de mercado y que prestan un servicio de plataforma básica en al menos tres países de la UE.
En ella se establece una lista de cosas que pueden y no se pueden hacer, como compartir ciertos tipos de datos con los rivales y los reguladores, dejar de favorecer sus propios servicios en sus plataformas y multas de hasta el 10% del volumen de negocios mundial anual para las empresas que no lo cumplan, o una orden de separación como último recurso.
También se exigirá a los guardianes que informen a las autoridades de las ofertas de adquisición, con el fin de evitar compras para acabar con los rivales.
El segundo conjunto de normas, conocido como la Ley de Servicios Digitales, también está dirigido a plataformas en línea muy grandes, como las que tienen más de 45 millones de usuarios.
Se les exigirá que se esfuercen más por combatir los contenidos ilegales de sus plataformas, el uso indebido que infrinja los derechos fundamentales y la manipulación intencionada para influir en elecciones y cuestiones de salud pública, entre otras cosas.
Las empresas también tendrán que presentar los pormenores de su política de publicidad en sus plataformas y los parámetros utilizados por sus algoritmos para sugerir y clasificar la información.
El proyecto de normas debe conciliarse con las exigencias de los países y los legisladores de la Unión Europea, algunos de los cuales han presionado para que se endurezcan las leyes, mientras que otros están preocupados por el exceso de regulación y su impacto en la innovación.
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