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Mientras los locales redujeron las inversiones en esa categoría, los millonarios latinos gastaron US$1.284 millones de 2021 a 2023
La apuesta del capital latinoamericano, sobre todo mexicano y venezolano, por el mercado madrileño en los dos últimos años ha disparado los precios y ha traído un estilo de vida opulento. Incluso, recuperó a un sector que había caído entre ventas de los propios españoles.
Madrid ha protagonizado una gran transformación que se ha visto impulsada en buena parte por la llegada de compradores latinoamericanos.Este colectivo se ha lanzado a comprar viviendas de lujo por valor de 1.200 millones de euros US$1.2284 millones) entre 2021 y 2023, según estimaciones de Colliers.
Ha sido, así, el perfil de inversionista más activo entre los compradores extranjeros y ya representa 60% de las compraventas totales del sector prime.
Existe una gran concentración dentro de la ciudad, ya que “los latinoamericanos han apostado por el barrio de Salamanca, donde se concentran 72% de las operaciones, mientras que Chamberí se aproxima a 30%”, explicó Luis Valdés, director de Residential Sales Advisory de Colliers.
La capital tiene atractivos, más allá del idioma, que conquistan al inversionista latinoamericano, como la cultura con el Museo del Prado como referente en el mundo del arte, la oferta educativa, la gastronomía con casi 30 estrellas Michelin y otros polos de atracción como el recién renovado Santiago Bernabéu y el Aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid Barajas.
“En los últimos cinco años se han abierto en la ciudad ocho hoteles de gran lujo que, además de atraer un turismo de alto poder adquisitivo, actúan como un indicador adelantado de la inversión inmobiliaria premium; primero vienen de visita y luego quieren comprarse una casa”, este es un mantra que repite Humphrey White, CEO de la consultora Knight Frank en España.
Según esta premisa, la demanda de vivienda prime va a seguir fuerte porque la inversión hotelera también lo va a hacer. En total, Madrid cuenta con 38 hoteles de lujo y espera abrir unos 10 más este año, según ha asegurado el Gobierno local a Bloomberg.
Además, Valdés asegura también que “la inversión latinoamericana va a seguir pujante en los próximos años por el efecto llamada de aquellos que ya se encuentran residiendo en la ciudad o tienen un pied á terre para sus visitas a la capital que han llegado huyendo de la situación de inestabilidad política y económica en sus países de origen”.
Ahora, los mexicanos son los más activos, pero también hay una demanda al alza entre los ecuatorianos, chilenos, colombianos y argentinos y, en menor medida, costarricenses. Además, los venezolanos ya presentes en la capital desde hace más de 10 años han empezado a comprar vivienda de reposición.
Esta oferta renovada y la pujante demanda han impulsado los precios del lujo inmobiliario madrileño. Mientras en 2013 el metro cuadrado de una vivienda premium se situaba de media en los US$6.400, ha escalado entre US$12.000 y US$15.000.
Este fenómeno, aunque se ha intensificado tras la pandemia, no es nuevo y comenzó hace más de una década cuando el capital latinoamericano puso sus ojos en el inmobiliario español. Desde entonces, inversionistas venezolanos y mexicanos han impulsado más de 20 proyectos de rehabilitación integral de destacados edificios señoriales, que han supuesto un revulsivo para el mercado del lujo de la capital y un salto cualitativo en la oferta de viviendas de alto standing.
Los venezolanos Lasabia (anteriormente conocidos como LemonPrime) abrieron el camino en 2012 cuando, en plena crisis financiera, adquirieron Príncipe de Vergara, 11. Era la primera gran operación inmobiliaria impulsada por capital latinoamericano y al frente de la firma figuraban los hermanos Manuel y Federico González Weil. Tras una profunda rehabilitación, las 26 viviendas salieron a la venta en 2015 por hasta US$9.000 m2 (frente a los US$4.000 m2 por los que habían comprado el edificio).
La inestabilidad política de su país de origen, entonces gobernado por Hugo Chávez, y el momento económico que atravesaba España atrajeron a este perfil de inversionistas. Tras la crisis de 2008, existía una falta de liquidez en el mercado nacional y este capital fue determinante para la reconversión de muchos edificios en mal estado. De esta forma, se empezó a generar una oferta con unos estándares de calidad más elevados y con superficies más amplias que entonces no existían en el mercado madrileño. Además, con los años el nivel ha ido escalando con otros amenities como, por ejemplo, los servicios de un hotel de gran lujo.
Lasabia ha seguido muy activa y ha impulsado otros proyectos como Salustiano Olózaga 12, Recoletos 13, Montalbán 11 y San Bernardo 126.
Los Capriles, como se les conoce en el sector, son otros de los inversores venezolanos que han movido el mercado en la capital en los últimos años. Miguel Ángel Capriles y su primo Axel Daniel Capriles (primos del famoso opositor venezolano Henrique Capriles) están al frente de Gran Roque, que ha promovido numerosos proyectos como Lagasca 38, Fernando VI 19 y 10, Barquillo 12 y Pablo Aranda 3.
Años después y también motivados por el contexto político, cuando llegó al poder en 2018 Andrés Manuel López Obrador, muchas fortunas mexicanas encontraron refugio en España. Fue el caso, por ejemplo, de María Asunción Aramburuzabala, considerada la mujer más rica de México. A través de Albilia, uno de los promotores más grandes del país azteca y liderado por Aramburuzabala, adquirió en 2020 un edificio en Claudio Coello, 11. Tras una rehabilitación integral, este inmueble se dividió en once viviendas de lujo con un precio a partir de 2,6 millones de euros (US$2,7 millones). Un desarrollo similar llevó también a cabo Alzaria con capital mexicano en Alberto Bosch 11, junto al Retiro.
En estas operaciones, el modus operandi habitual es que el promotor, además de invertir, quiere una vivienda. Por ello, compra el edificio entero, lo rehabilita, se queda con una o varias viviendas y el resto las suele colocar entre su red de contactos.
Otra firma con capital mexicano -aunque también español- que ha revolucionado la oferta high end es Terralpa. Fue fundada por el español Ramón Hermosilla Gómez-Cuetara, el empresario mexicano Rodrigo Lebois -a través de la sociedad Aralpa Capital- y la familia González Zabalegui.
Su proyecto más emblemático ha sido el edificio Marqués de Salamanca 11. Se trata de una de las promociones más lujosas puestas en marcha en la capital en los últimos años. El ático batió todos los récords al venderse por más de US$27.800 /m2 (desde la compañía nunca se confirmó el precio total pero fuentes del mercado apuntan que pudo superar los 17 millones de euros). En este mismo barrio, está desarrollando uno de sus últimos proyectos, Núñez de Balboa 3. Se trata de una promoción de 11 viviendas de lujo, que ya están todas reservadas a pesar de que no se entregarán hasta 2025.
Además, esta gestora que invierte capital de family office e institucionales mexicanos y españoles ha comprado en los últimos años otros inmuebles en los que ha promovido viviendas de lujo en el barrio madrileño de Chamberí -como Monte Esquinza 5, Zurbarán 26, Martínez Campos 19 y Santa Engracia 65-.
Otro actor importante que se ha incorporado recientemente al sector prime madrileño es Be Grand, una empresa mexicana fundada y capitaneada por Nicolás Carrancedo. Esta promotora llegó en 2022 a Madrid y está detrás de Padilla, 66 y Santa Engracia 42.
La compañía cuenta detrás con diez años de experiencia en México, donde ha entregado más de 8.000 unidades y cuenta con otras mil unidades en marcha. Allí, los proyectos se dirigen a un segmento alto, pero no prime como en España.
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