MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Paraguay y Argentina, cuyo gobierno está de salida, reiteraron sus críticas a la negociación; el canciller Omar Paganini lamentó el proteccionismo de los socios
En un anticipo del intercambio dialéctico que se desarrollará, los cancilleres del Mercosur fijaron sus posiciones y volvieron a exhibir sus diferencias respecto al cierre de las negociaciones por el acuerdo comercial con la Unión Europea.
El chispazo lo dio Brasil, cuando su canciller Mauro Vieira hizo un racconto de las acciones realizadas este semestre ―en el que su país tuvo la presidencia temporal del bloque― y echó a andar toda su diplomacia con el objetivo de terminar las discusiones que se arrastran desde hace casi 25 años.
El locatario lamentó que no pudieran culminarlas, reiteró que el acuerdo tenía una “dimensión estratégica inequívoca” y se despidió confiando en que “muy en breve” se podrá firmar.
Antes de decir estas palabras, Vieira había mantenido una reunión bilateral con el canciller uruguayo, Omar Paganini, en la que coincidieron en la urgencia de terminar las negociaciones rápido y se mostraron alineados acerca de los pasos a dar en el futuro próximo.
Según supo El Observador a partir de fuentes diplomáticas y de Presidencia, en ese encuentro los cancilleres coincidieron en que existe una “ventana de oportunidad” para avanzar en el cierre en el “corto plazo”, por lo que Uruguay “abre una carta de crédito” a Lula pero con “cierto escepticismo”.
La estrategia tiene a Lacalle Pou y Lula como protagonistas pero encuentra resistencias en los otros dos socios del bloque, aunque los gobiernos esperan que la correlación de fuerzas se incline a su favor a partir del domingo cuando el libertario Javier Milei (que no viajó a la cumbre) asuma el mando de la Casa Rosada.
“Vemos con esperanza estos últimos enviones, pero también con cierta preocupación por las dificultades que aparecen ya en la recta final”, dijo Paganini en la cumbre en un tiro por elevación a Argentina, Paraguay y Francia.
El canciller agregó que la expectativa de Uruguay se mantenía “intacta” aunque la ventana de oportunidad era “cada vez más limitada en el tiempo”. “Confiamos en la acción coordinada, urgente y pragmática de todas las partes para culminar esta histórica negociación”, sentenció.
Con diferentes argumentos, la administración saliente de Alberto Fernández y la novel de Santiago Peña reiteraron sus críticas al acuerdo y expresaron su disconformidad con las negociaciones, según reconstruyó El Observador con fuentes que participaron de la cumbre, ya que Brasil dispuso que no hubiera transmisión de los discursos.
El gobierno argentino estuvo representado por la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca, debido a que el canciller Santiago Cafiero se quedó en Argentina.
Ante los socios, la economista se mostró crítica de los acuerdos de libre comercio, señaló que estaban en desuso, y enfatizó en la necesidad de defender el desarrollo de las industrias nacionales, en línea con los pedidos que ha venido realizando Argentina durante la negociación.
Aunque venía cooperando con el cierre de la discusión, los liderados por Fernández transmitieron la semana pasada que no estaban dispuestos a firmar pese a la insistencia de Lula y el conocimiento de que Milei quiere hacerlo, tal como informó El Observador este lunes.
Desde Buenos Aires, Cafiero dijo que era necesario “balancear” el acuerdo y que buena parte de lo negociado en 2019 ―cuando se anunció el fin de las conversaciones primarias― debía ser “revisado” porque buena parte “quedó obsoleto”.
En tanto, quien lo sucederá en el cargo, Diana Mondino, reiteró tanto en público como en privado que la voluntad de Milei es terminar próximamente, lo que alienta las expectativas del gobierno de Lacalle Pou.
A pesar de esto, la incertidumbre radica ahora en los movimientos que realice Paraguay, que asumirá la presidencia semestral, por lo que quedará a cargo de liderar las negociaciones.
El canciller guaraní, Rubén Ramírez Lezcano, señaló en la cumbre que eran “escépticos” del acuerdo pero que continuarán “trabajando” para tratar de “encontrar las flexibilidades y el balance” que permitan firmar.
Lacalle Pou, que llegó el martes a Río de Janeiro, fue informado por la delegación uruguaya del “clima distendido” en que se realizaron las primeras reuniones, lo que permite calibrar la energía con que llegarán los presidentes.
Con Argentina de salida, la decisión de Lula de sumar al vicepresidente Gerardo Alckim ―a cargo de las cuestiones de infraestructura― a la reunión de cancilleres fue celebrada en Uruguay porque permitió hablar de cuestiones específicas sin ideologizar tanto los discursos.
Ante sus pares, Paganini adelantó parte del enfoque que dará Lacalle Pou a su discurso, cuyas ideas generales ya tiene en mente pero que como acostumbra, escribirá de puño y letra en la mañana del jueves.
A los asuntos técnicos mencionados por el canciller: la queja por el proteccionismo en la interna del bloque, la necesidad de modernizarlo para habilitar una mayor velocidad en las negociaciones externas de forma bilateral y el impulso por acercarse a China, el presidente les dará una “impronta política” acerca de los motivos por los que Uruguay los solicita.
En este sentido, fuentes de Presidencia reiteraron que insistirá con convocar al diálogo Mercosur-China, suspendido hace cinco años. Ese fue uno de los asuntos que habló recientemente en Beijing con Xi Jinping y el interés de Uruguay es conseguir un aval del bloque para avanzar en las negociaciones bilaterales para un acuerdo comercial.
“Dijimos que queremos a todo el Mercosur con China, pero si Uruguay puede avanzar primero, creemos que esto también le sirve al conjunto”, expresó Paganini y luego agregó que las “posibilidades de dar pasos concretos” entre el gigante asiático y el bloque son “muy valoradas” ya que “es un actor protagónico” en un mundo que se ha “complejizado y tornado más desafiante”.
La jefa de presupuesto del presidente, Shalanda Young, alertó que agencias que ayudan a los afectados se están quedando sin fondos para atender la situación
Las modificaciones de la Carta Magna fueron aprobadas en septiembre gracias a la mayoría oficialistas en el legislativo