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Microsoft pulveriza máximos con un alza anual de 51% y Apple gana 41%. Son los pesos pesados del S&P, con una ponderación inédita de 14,4% en el índice.
La apuesta por la inteligencia artificial ha llevado a Microsoft a pulverizar máximos en Wall Street en US$363,2, tras escalar este año 51%, seguido de Apple, que avanza cerca de un 41% y apunta también a su récord. Gracias a estos registros, ambos valores se consolidan como los líderes no solo del Nasdaq, sino también del S&P, donde han ganado protagonismo hasta tener un peso del 14,4% en el índice.
Se trata de un hito histórico, ya que es la primera vez que los dos valores con mayor protagonismo en el S&P alcanzan un porcentaje tan alto en las últimas cuatro décadas.
Con una ponderación tan importante, no es de extrañar que tanto el Nasdaq como el S&P 500 hayan confirmado esta semana su mayor racha alcista en los últimos dos años, con nueve jornadas consecutivas cerrando en positivo desde el viernes 28 de octubre y una revalorización superior al 8% y el 6%, respectivamente. Ayer, el Nasdaq avanzó 0,08%, y el S&P sumó 0,1%.
Los analistas creen que el rally de los últimos días en el sector responde a las expectativas de los inversores de que el ciclo de subidas de tipos de la Reserva Federal haya tocado a su fin o, al menos, que el banco central vuelva a hacer otra pausa en diciembre.
Pese a que tanto el presidente de la Fed, Jerome Powell, como el resto de gobernadores están siendo muy cautos y han dejado sobre la mesa la posibilidad de una subida más en el precio del dinero, hasta un máximo de 5,75% (frente a 5,5% actual), Wall Street confía en que la decisión se retrase hasta finales de enero de 2024 y, para entonces, ya no sea necesario realizar ningún nuevo ajuste. El mercado espera que para entonces los efectos del endurecimiento de la política monetaria se habrán dejado ver tanto en la inflación como en el empleo.
De hecho, nueve de cada diez inversores están convencidos de que la Fed no subirá los tipos en diciembre (sería la tercera pausa consecutiva), según las últimas estadísticas publicadas por FedWatch.
Los resultados trimestrales, que se han concentrado especialmente durante las últimas tres semanas, también han sorprendido positivamente a los analistas y han impulsado las cotizaciones. Aunque en este caso ha habido luces y sombras.
Mientras que Wall Street celebró al día siguiente con alzas del 3% el impacto de la inteligencia artificial en las cuentas de Microsoft -cuyo beneficio avanzó un 21% en su primer trimestre fiscal entre julio y septiembre-, en el caso de Alphabet el castigo en Bolsa fue superior al 10%, pese a que su beneficio se disparó un 41%. Según los analistas, los resultados del negocio relacionados con la inteligencia artificial se quedaron por debajo de las previsiones.
También Apple retrocedió en Bolsa ligeramente tras anunciar que su beneficio anual (su ejercicio fiscal termina en septiembre) cayó un 3%, aunque en las jornadas posteriores volvió a recuperar el terreno perdido gracias al tirón de las ventas de los nuevos iPhone. Más allá del impacto de los resultados en el corto plazo, las expectativas de que la Fed mantenga los tipos sin nuevas alzas ha sido suficiente para impulsar al conjunto del sector tecnológico, llevándolo prácticamente a máximos anuales. El Nasdaq acumula en el año una revalorización del 31%, pero todavía se encuentra un 5% por debajo de los registros que alcanzó a mediados de julio; y un 15% por debajo del récord histórico que firmó en noviembre de 2021.
Por su parte, el S&P avanza en el año cerca de un 15%. Solo desde finales de octubre suma más de un 6%. Y aunque en su caso el peso de los valores tecnológicos es mucho menor que en el Nasdaq, la influencia de Microsoft y Apple no deja de crecer. Históricamente, hasta 2019, el peso de los actuales líderes nunca llegó a superar el 10%. En el año 2020, alcanzó por primera vez la cota del 12% y ahora se ha disparado hasta superar el 14%, una cifra para la que no hay precedentes en el S&P 500, lo que hace plantearse a los analistas si se producirá un reajuste en la fórmula del índice bursátil.
Hay que recordar que en julio de este año el Nasdaq 100 sufrió una recomposición histórica para recortar el peso de los siete gigantes tecnológicos que dominan el índice. Y aunque Apple, la compañía de mayor capitalización bursátil del mundo, sigue reinando en el selectivo, su protagonismo se vio reducido junto al de Microsoft, Amazon, Nvidia, Meta, Tesla y Alphabet en favor de otros valores.
Las sensaciones en los títulos del gigante de Cupertino son buenas. El movimiento correctivo de los últimos meses desde los máximos anuales e históricos intradía, en los US$197,96, encaja absolutamente dentro de los parámetros normales. ¿O acaso ya nos hemos olvidado de que cerró 2022 en los 129,38 dólares? Técnicamente, lo que tenemos delante es una cuña bajista de implicaciones alcistas para el precio.
Pero no solo eso porque, además, tenemos claras divergencias alcistas semanales entre el precio y el oscilador de momento estocástico. Este tipo de divergencias acostumbra a traer consigo importantes rebotes en las semanas sucesivas, con sus lógicas caídas de corto plazo. Si no se tuercen las cosas, que no tiene por qué, cabe apostar por un inminente desenlace alcista que le termine lanzando hacia sus máximos de todos los tiempos.
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