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Dimon entregó su carta anual a accionistas en la que le habla sobre los retos que vienen con la guerra en Ucrania y la inflación global
Jamie Dimon, CEO de JP Morgan, envió su carta anual en la que le habla a sus más de 500.000 clientes e inversionistas, y cerca de 270.000 empleados sobre los resultados del banco en 2021, pero también, este año, con la particularidad de enfocarse en los temores y retos que vienen con la guerra en Ucrania y la inflación global.
Para el banquero, la economía estadounidense es fuerte, pero “la inflación persistente requerirá un aumento de las tasas de interés y un cambio masivo pero necesario de la flexibilización cuantitativa al endurecimiento cuantitativo. La guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia, como mínimo, desacelerarán la economía mundial, y fácilmente podría empeorar”. Según él, la confluencia de estos factores puede no tener precedentes, e incluso “la guerra afectaría la geopolítica durante décadas”.
Si bien el gobierno y la Fed hicieron lo correcto al inyectar liquidez masiva en el sistema financiero en su respuesta inicial a la pandemia, en retrospectiva, el apoyo monetario junto con el estímulo fiscal “probablemente fue demasiado y duró demasiado”, dijo. “No envidio a la Fed por lo que debe hacer a continuación: cuanto más fuerte sea la recuperación, más altas serán las tasas que siguen”, escribió Dimon. “Si la Fed lo hace bien, podemos tener años de crecimiento y la inflación eventualmente comenzará a retroceder. En cualquier caso, este proceso causará mucha consternación y mercados muy volátiles”.
El ejecutivo, que reportó en 2021 ingresos netos de US$48.300 millones, asumió el control de JP Morgan a fines de 2005 y ha ascendido hasta convertirse en el banquero más influyente del país, a menudo sirviendo como portavoz de la industria.
Estados Unidos debe estar preparado para una larga guerra en Ucrania con resultados impredecibles, explicó, y agregó que si bien la exposición directa de JP Morgan a Rusia es limitada, la empresa aún podría perder alrededor de mil millones de dólares con el tiempo.
El banco más grande de Estados Unidos, con US$3,74 billones en activos a fines de año, también está preocupado por los impactos secundarios de las sanciones y la respuesta de Rusia, según detalló. Dimon pidió una reestructuración del comercio y las cadenas de suministro, donde la seguridad nacional podría verse amenazada. Los precios más altos de la energía resaltan la “necesidad mundial urgente de proporcionar recursos energéticos de manera segura, confiable y asequible”.
Si bien las soluciones de energía limpia a largo plazo son importantes, el banquero dijo que EE.UU. debe aumentar la producción de energía y llevar más gas natural licuado a Europa “inmediatamente”, dijo, y señaló que estos objetivos no son mutuamente excluyentes.
La carta hace énfasis en que servirán de aliado en medio del conflicto que empezó Moscú.
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