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Asociaciones de Colombia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay y Perú sostuvieron su encuentro semestral la semana pasada para abordar la situación
A meses de evitar su quiebra y también la que hubiese sido su primera huelga de pilotos en más de 15 años, Latam Airlines, la aerolínea bandera de Chile, atraviesa hoy nuevas presiones internas, en esta ocasión por parte de los sindicatos de aviadores de toda la región.
El nuevo impasse surge luego de que -a mediados de marzo- el Sindicato de Pilotos de Latam (SPL) en Chile (que agrupa a 331 trabajadores) presentara una demanda contra la compañía por prácticas antisindicales, luego de que ésta decidiera extender los beneficios obtenidos por el gremio a otro grupo que tendría mayor afinidad con la firma, creado en 2021, unos días antes de que se renovaran las negociaciones entre las partes.
El conflicto se relaciona, en primer lugar, a la reducción de salarios de manera provisoria producto de la pandemia y que luego se transformó en una medida permanente; despidos masivos y recontrataciones bajo condiciones inferiores.
Con este contexto, hace unos días la Unión de Sindicatos y Asociaciones de Pilotos de Latam (Usapla) -que agrupa a más de 2.500 pilotos del holding en Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Brasil y Paraguay- realizó su encuentro semestral, que estuvo marcado por una preocupación generalizada ante lo que se asegura es el “deterioro progresivo” de las relaciones laborales con la compañía.
La reunión más reciente
De acuerdo con un comunicado del organismo, “todos los participantes de este encuentro observamos con mucha preocupación el deterioro progresivo de las relaciones laborales con los ejecutivos que representan a la empresa, evidenciado por un claro patrón de conducta común. Esto ha afectado significativamente el clima laboral y el ambiente de trabajo, y ha derivado incluso en la denuncia de prácticas antisindicales en Brasil, Paraguay, Colombia y Chile”.
Durante el encuentro, en el que además participó el sindicato de Delta Air Lines -socia comercial y estratégica de Latam-, se reveló que “este patrón común se refleja en acciones tales como la contratación directa de capitanes, vuelos sin límite de periodo de servicio en algunas filiales, la negociación con sindicatos ‘cercanos’ para fijar condiciones más favorables, el incumplimiento de las obligaciones de los contratos colectivos, la resistencia de los ejecutivos locales a mantener un diálogo constructivo, la falta de transparencia, las campañas de hostigamiento y temor hacia los pilotos”.
Los sindicatos acusan que estas prácticas son repetitivas y que apuntan a favorecer a los integrantes de gremios afines a la empresa.
Relación tensa
Desde las agrupaciones sindicales se ha asegurado que el ambiente se ha tornado incluso más complejo a propósito del proceso del Capítulo 11. En esa línea se pronunció el director del Sindicato Nacional dos Aeronautas (SNA) de Brasil y miembro de Usapla, Marcelo Ceriotti, quien detalló que “nuestra relación es de vecinos que no se soportan, pero tienen que convivir”, dijo.
“Sin embargo, en Perú, Ecuador y Colombia es aún más tensa, porque están en un proceso de negociación por la renovación de convenios colectivos”, agregó. Según lo que señalan las fuentes, una de las prácticas recurrentes es la contratación de comandantes externos a la firma lo que impide la promoción de pilotos con 14 años de trayectoria.
Esto rompería con los contratos colectivos asumidos por la aerolínea y acusan que la medida buscaría “recuperar el dinero perdido durante la reorganización, considerando que en ese período hubo reducción de salarios” de hasta 50%. De hecho, el director del sindicato de pilotos de Latam Perú y también parte de Usapla, Óscar Ugarte, comentó que ese pago aún no ha llegado a niveles prepandemia.
“Después del Covid, el grupo retoma las condiciones salariales con todos los trabajadores salvo los pilotos, quienes tenemos que negociar por semanas o incluso meses. En Perú llevamos casi 10 meses de negociación buscando recuperar nuestro poder adquisitivo cuando la empresa, el personal administrativo, los ejecutivos de dirección y los gerentes ya se encuentran en las mismas condiciones de 2019”, apuntó.
Recordó que existen denuncias por estos motivos en contra de la compañía en diversos mercados y, dijo, “hay otras en proceso en las filiales de Chile, Brasil, Colombia y Paraguay”. Por el momento, los representantes descartan alguna huelga, pues aspiran a seguir impulsando mejoras laborales “por los medios que corresponden”, pero quieren dialogar con la compañía y que esta no desconozca una “vuelta de mano” de los trabajadores, que vieron reducir sus ingresos.
La preocupación de Delta
En medio de todo está Delta, que tiene una participación del 10% en Latam, y cuyo sindicato habría salido sorprendido de la reunión de gremios por la situación actual. Y es que, si los roces escalan o se llegara a desatar algún tipo de medida de fuerza, la operación regional de la alianza podría verse afectada.
“El sindicato de Delta mostró su preocupación por la realidad latinoamericana, porque ellos están acostumbrados a una relación laboral más profesional y justa con la empresa”, indicó Ceriotti, quien estuvo presente en el encuentro. Eso sí, consideró que el hecho de que Delta tenga una participación en Latam es una ventana para que cambie la cultura empresarial de la chilena.
Por su parte, representantes chilenos de Usapla manifestaron que los sindicalizados de Delta se cuestionaban por qué la compañía había reducido el sueldo de los pilotos si a nivel global estaban aumentando. “Les preocupa que una filial del holding tenga condiciones inferiores porque les puede impactar”, dijeron.
Desde el sindicato de Delta habrían manifestado su apoyo a Usapla, precisamente porque hace unos meses a ellos les aumentaron el sueldo en más de 30%. “La cultura corporativa de Latam Airlines es retrógrada y esto viene de los dueños de la empresa que son los que ordenan. Aunque creemos que va a pasar mucho tiempo para que esa cultura cambie, depende mucho, también, de los ejecutivos que están liderando la compañía. Si ellos quieren cambios lo pueden hacer”, indicó el representante brasileño.
En ese sentido, “Delta nos puede ayudar pasando su conocimiento, porque todos queremos que la empresa crezca, pero no a nuestra costa, porque si bien en Brasil tenemos una protección legal más fuerte que en Chile y Perú, por ejemplo, en otros países la presión es real”.
¿Retiros de pilotos?
Todo este conflicto, pero especialmente la reducción de sueldo, podría traer consecuencias como el retiro de pilotos de la compañía. Así lo afirmó el representante peruano, quien detalló a Diario Financiero que “los pilotos sindicalizados en muchas filiales han llenado encuestas que demuestran lo insatisfechos que están con el trato actual de las direcciones por país, además de lo afectados que se encuentran por mantenerse con reducciones salariales por casi ya tres años”.
“En Perú, por ejemplo, más de 40% de pilotos sindicalizados está analizando la posibilidad de migrar y volar en una línea aérea extranjera que les otorgue mejores beneficios, sumado a que sienten que la cultura de la empresa no se cumple con el cliente interno”, dijo.
Con él coincidieron los representantes chilenos de Usapla que consideraron que si a la situación socioeconómica actual del país “le sumas que te reduzcan el sueldo y que afuera existan mejores ofertas, los pilotos lo harán (irse de Latam); el mercado está necesitando pilotos y la tendencia es que los sueldos aumenten”.
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