Empresas del 'club del billón de dólares' se dejan seducir por la Inteligencia Artificial

"En mi vida, solo he visto dos tecnologías que me han parecido realmente revolucionarias", aseguró hace unos días Bill Gates, el fundador de Microsoft. La primera fue en 1980, cuando se aplicó una interfaz gráfica a los sistemas operativos de los ordenadores. Así fue como nació Windows y Gates se convirtió durante años en el hombre más rico del planeta.

La segunda, fue el año pasado, cuando experimentó por primera vez con ChatGPT: "Fue algo impresionante", declaró. Gracias a la inteligencia artificial, Microsoft espera recuperar y asentarse en el trono de la capitalización bursátil del mundo, puesto que lleva disputándose con Apple y Saudi Aramco desde hace un lustro.

El fabricante del iPhone lidera la clasificación desde el pasado julio, cuando volvió a adelantar a la petrolera saudí. En liza, Amazon y Alphabet también confían en la IA para dar un vuelco al ránking de mayor valor en Bolsa.

Las cinco compañías forman el exclusivo club del billón de dólares en capitalización bursátil, al que esta misma semana ha llamado a la puerta Nvidia, el fabricante de los chips que dan vida a ChatGPT. Se asomó unas horas durante la sesión del martes, pero solo traspasó el umbral y se ha quedado a la espera de que Wall Street le dé el empujón definitivo para codearse con las empresas más valoradas del planeta.

La compañía capitaneada por Tim Cook fue la que estrenó el club del billón de dólares en julio de 2018. Hasta entonces, ninguna empresa había llegado a sumar esa capitalización bursátil (Microsoft lo hizo en abril de 2019). Formalmente, el club no quedaría constituido hasta octubre de 2019, cuando ambas se consolidaron por encima de este nivel.

Aunque Apple ha perdido el liderazgo en los últimos cinco años en varias ocasiones, sobre todo cada vez que se desplomaban las previsiones de ventas del iPhone, no solo es la cotizada que más tiempo ha reinado, sino también la primera que logró una capitalización de más de dos billones de dólares (en julio de 2020), y en enero de 2022 fue la única en el mundo en superar durante unas horas los tres billones de dólares, cota que se le ha resistido desde entonces.

Cotiza 2% por debajo de su máximo (US$182,86 por acción), umbral necesario para volver a llegar a los tres billones de valoración.

JPMorgan cree que su precio objetivo estaría en US$190, lo que representa un potencial alcista de 6%, aunque muestra su cautela en función de cómo evolucionen los próximos resultados trimestrales.

Entre enero y marzo, las ventas se recortaron 2,5%, hasta los U$94.800 millones, mientras que el beneficio neto cayó 3%, hasta US$24.200 millones, por la debilidad de la demanda (se espera que tras el verano presente su nuevo modelo de iPhone).

Aunque la compañía también está invirtiendo en sus propios proyectos de inteligencia artificial, al ser principalmente un fabricante de dispositivos, los analistas alertan de que su posición de dominio en el club del billón de dólares podría peligrar a medio plazo, aunque no a corto.

Desde que a finales del pasado enero confirmara una inversión de US$10.000 millones en OpenAI (el dueño de ChatGPT), Microsoft ha avanzado en el parqué más de 37%, consolidando su segunda posición en el ránking mundial bursátil.

Es uno de los valores favoritos de los analistas de Bank of America, dado su "reciente éxito con ofertas impulsadas por la IA". El banco destaca las ventajas que esta nueva tecnología aporta a su motor de búsqueda Bing, que incluso podría llegar a poner en peligro el reinado histórico de Google en este ámbito.

El consenso de analistas ve su precio objetivo en US$342 por título, lo que supone darle un potencial alcista de 3,5%.

A largo plazo, si se confirman las expectativas en torno al potencial de la IA, los expertos calculan que las acciones podrían escalar más allá de los US$450 en los próximos meses, lo que significa un alza de 35%.

En el último trimestre, sus ingresos repuntaron 7%, hasta los US$52.857 millones y el beneficio mejoró 9%, hasta alcanzar los US$18.299 millones.

Entre otros proyectos, la firma tecnológica está trabajando en el desarrollo de sus propios chips de inteligencia artificial para reducir su dependencia de proveedores externos, como Nvidia.

La petrolera pública de Arabia Saudita es la única compañía del club del billón de dólares que no tiene su sede en EEUU, no cotiza ni en el Nasdaq ni en la Bolsa de Nueva York sino en la de Riad (Tadawul), y nada tiene que ver con la inteligencia artificial.

Entró por la puerta grande, cuando debutó en el parqué a finales de 2019, protagonizando la OPV más grande de la historia y destronando a Apple y Microsoft como las empresas cotizadas más valiosas del mundo.

Tocó máximos en Bolsa en agosto del año pasado, aprovechando los récord históricos que alcanzaron los precios del petróleo tras el fin de los confinamientos por el Covid y el estallido de la guerra en Ucrania. Sin embargo, la geopolítica se ha vuelto en su contra y los analistas creen que pasará factura a su capitalización este año.

Las sanciones internacionales a Rusia han provocado que este país no respete el acuerdo de la Opep para restringir la extracción de barriles, impulsando el precio del crudo a la baja.

En ese contexto, los resultados de la mayor petrolera del mundo se verían mermados, afectando a su cotización, que en el último año ha sufrido una corrección superior a 15%. Aun así, la petrolera saudí cotiza 10% por debajo del precio objetivo que le otorga el consenso de analistas.

Alphabet fue la última en entrar en el club del billón de dólares, a mediados de 2020, pero adelantó a Amazon tan pronto como los títulos del gigante de la distribución online se resintieron con el fin de los confinamientos

Después de Microsoft, es el gran favorito para aprovechar el boom de la IA para JPMorgan y Bank of America. Tras el lanzamiento de ChatGPT, cometió el error de apresurarse en presentar su propio sistema de IA, el pasado febrero, y fue un fracaso a ojos del mercado. Sus títulos retrocedieron en Bolsa más de 17%.

Desde entonces, ha escalado 38% a medida que ha ido desvelando sus planes para el futuro, entre los que se incluye la creación de una megadivisión de inteligencia artificial tras la integración de Google Brain y DeepMind.

El consenso de analistas sitúa el precio objetivo de los títulos de Alphabet en US$130, con un potencial alcista de 5,5%. Todavía estaría 15% por debajo de su máximo histórico, cuando rozó los US$150 a finales de 2021.

Doble o nada. Amazon lleva más de 20 años invirtiendo en el desarrollo de sistemas de IA. Sin embargo, sus títulos se han visto especialmente castigados en Bolsa en los últimos dos años por un doble efecto: ha sufrido la corrección del sector tecnológico por el aumento de los tipos de interés y, al mismo tiempo, su negocio se ha visto reducido por la caída de las ventas online tras el fin de la pandemia.

La compañía volvió a beneficios el pasado trimestre, dejando atrás los números rojos de 2022. El año pasado se dejó 50% de su capitalización, aunque desde enero ha recuperado 41%. Los analistas confían en el gigante de la distribución y le calculan un precio objetivo cercano a los US$135 por acción, lo que supone un potencial alcista de 12,5%. Su revalorización a largo plazo podría llegar más allá del 38% si es capaz de subirse a la ola de la IA.

Oficialmente, Nvidia todavía no es miembro de pleno derecho del club del billón de dólares, pero esta misma semana ha llamado con fuerza a su puerta. A la compañía especializada en semiconductores le ha bastado con revisar al alza 50% sus previsiones de ingresos para el próximo trimestre gracias al tirón de la demanda de chips, los mismos que utiliza, entre otros, ChatGPT.

Pese a estar en máximos históricos, tras el impulso de las últimas dos semanas, el consenso de analistas ha revisado al alza su precio objetivo hasta los US$430 por acción, frente a los cerca de US$400 actuales, lo que supone un recorrido de 7,5% y un pase permanente para el club del billón de dólares.