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Las tecnologías alternas son las de mayor balance en los últimos 50 años. La eólica crece más rápidamente que el gas natural licuado
Shell publicó recientemente dos escenarios de seguridad energética, los últimos de una larga serie de visiones exhaustivas y (al menos para los analistas energéticos) memorables de los posibles futuros de la energía. El primero, llamado Archipiélagos y un segundo, Sky 2050.
En particular, el escenario Sky 2050 considera que los altos precios del petróleo incentivan la reducción de la demanda. Es una perspectiva a la que los países, que ya están lidiando con una inflación creciente, podrían enfrentarse en los próximos meses tras la inesperada decisión de la Opep+ este fin de semana de recortar la producción de petróleo.
Shell examinó las cuatro principales tecnologías energéticas surgidas en las últimas seis décadas: la energía nuclear, el gas natural licuado (GNL) y la energía solar y eólica. Cada tecnología necesitó años antes de hacer una contribución significativa, aunque menor, al suministro mundial de energía, un umbral que Shell fija en un exajulio ( anual. (Un exajulio equivale a 277 teravatios-hora, cerca de la electricidad que consumió México en 2019).
Por ejemplo, la primera central nuclear conectada a la red comenzó a operar en la Unión Soviética en 1954, y la energía nuclear alcanzó 1 exajulio de suministro global 19 años después. La energía solar tardó más de tres décadas en aportar un exajulio de suministro: los primeros proyectos solares comerciales se construyeron a principios de la década de 1980 y el primer exajulio no se alcanzó hasta 2016.
La velocidad de una tecnología después de alcanzar ese hito es mucho más importante que su velocidad antes. La energía nuclear se duplicó en los cuatro años siguientes y volvió a duplicarse en otros cinco años. Ahora suministra más de ocho veces más energía que hace 50 años. El gas natural licuado tuvo un comienzo más lento, tardando casi una década en pasar de un exajulio a dos, y otro tanto en pasar de dos a cuatro. Su progreso dio un salto a finales de la década de 2000, casi 20 años después de suministrar su primer exajulio anual. Pero hoy sigue aportando menos energía que la energía nuclear.
Así va la carrera energética
La eólica crece más rápidamente que el gas natural licuado. Ambas tardaron décadas en alcanzar su primer exajulio, pero la eólica ha crecido a un ritmo más rápido que el GNL desde entonces. La eólica seguía un camino casi idéntico al de la energía nuclear. Pero ha acelerado, y ahora suministra casi 30% más de energía en su año 14, pasado el hito que la nuclear.
La energía solar sigue su propio camino. Un año después de alcanzar el hito, ya superaba el suministro de la nuclear en la misma etapa. En su séptimo año como proveedor significativo de energía, la solar aportó casi una vez y media más de energía que la nuclear. Y casi dos veces y media más energía que el GNL seis años después del exajulio. Se trata de un hallazgo sorprendente, y también prometedor para la descarbonización de la energía mundial, con una importante distinción que merece la pena destacar.
El consumo mundial de energía se ha más que duplicado en los 50 años transcurridos desde que la energía nuclear alcanzó la marca de 1 exajulio. En 1973, el mundo consumía 238 exajulios de energía; en 2021, 595, según el último informe estadístico de British Petroleum. Eso significa que en el año en que la energía nuclear aparece por primera vez como un aporte energético significativo, suministraba alrededor de 0,4% de la energía que consumía el mundo. En 2016, cuando la energía solar proporcionó su primer exajulio, satisfacía menos de 0,2% de la demanda mundial de energía. En términos absolutos, las tecnologías energéticas más recientes son las que más rápido han crecido en los últimos 50 años.
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