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La relación comercial que se tiene con México presenta una serie de espacios por aprovechar por el lado de las exportaciones
En noviembre, representantes de las economías de Perú y México, entre otras 19, se reunirán en Lima con motivo de la realización del importante Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico - Apec 2024.
La relación comercial que se tiene con México presenta una serie de espacios por aprovechar, principalmente, por el lado de las exportaciones, que hoy son menores que los niveles de importaciones, indicó Daniela Huertas, jefa de asuntos corporativos de ComexPerú. Sin embargo, esto no debe entenderse como una noticia negativa.
A nivel mundial, México ocupa el décimo sexto lugar como destino de las exportaciones peruanas. Mientras que, en el ámbito importador, se ubica en la quinta posición. A nivel de Latinoamérica, México es el cuarto principal socio comercial.
“Nuestro comercio con México se basa, principalmente, en las importaciones. De la balanza comercial, alrededor del 66% son importaciones y el 34%, exportaciones”, detalló Huertas en diálogo con Gestión.
Los envíos a México vienen creciendo de manera consecutiva desde el 2017, cuando se valorizó US$417 millones. Al 2022, este rubro ya se había más que duplicado hasta los US$841 millones. El año pasado, los envíos ascendieron a los US$867 millones, un crecimiento de 3.1% respecto al 2022 y de un 57% frente al 2021.
Principalmente, los envíos estuvieron explicados por productos no tradicionales con más de un 81% del total y donde destacaron los provenientes del sector agropecuario, químico y metalmecánico.
En detalle, las uvas frescas fueron el principal producto enviado a este país con US$130 millones durante el 2023 y representando un incremento de 78.6% interanual. En segundo lugar, estuvo la paprika seca y, en tercero, el aceite de palma, con US$75 millones y US$51 millones, correspondientemente. La paprika mostró un crecimiento de 23% frente al 2022, mientras que el aceite retrocedió en 15%.
Por el lado de los envíos tradicionales a México, el año pasado, se registraron US$159 millones, aunque se tuvo una caída de casi 30% respecto al año previo. Los productos exportados provinieron, en mayor medida, del sector minero y de petróleo y derivados. Aquí resaltaron los minerales de cobre y sus concentrados. En el 2023, su exportación ascendió a los US$48 millones, aunque presentó una caída de 23%.
Precisando sobre productos, Huertas destacó que México, además, es el primer destino de las exportaciones peruanas de aceite de palta y neumáticos.
En lo que va del año hasta agosto, las exportaciones a México suman US$541 millones, un menor nivel respecto al mismo período del año pasado (-5.45%). Esto respondió, en su totalidad, a una caída de más de 30% en los envíos tradicionales.
Huertas comentó que los niveles de exportaciones a México, considerando las variaciones negativas, se encuentran dentro del promedio, aunque siempre se debe buscar fortalecer mucho más este vínculo. Añadió que también podría estar viéndose alguna incidencia diplomática. “Estas fluctuaciones también responderían, básicamente, a las relaciones [diplomáticas] y las facilitaciones en temas de Gobierno”, comentó.
La balanza comercial de Perú con México se explica, principalmente, por las importaciones, que durante el 2023 ascendieron a los US$1,771 millones, aunque presentó una caída interanual de casi 12%. Estos fueron, en mayor medida, bienes de consumo con US$771 millones, seguido de los de capital US$600 millones e intermedios US$399 millones.
De acuerdo con información recopilada por ComexPerú, a partir de la Sunat, entre los principales productos importados están los aparatos receptores de televisión, champues, tractores de carretera, vehículos, como pick-up, y cerveza de malta.
A nivel global, Huertas precisó que México es el principal proveedor para el Perú de preparaciones capilares y, segundo, de tractores y neumáticos, después de China. Entre enero y agosto de este año, las importaciones ascendieron a los US$1,121 millones, presentando una caída de casi 8%, y explicado principalmente por un retroceso en los bienes de capital.
Para Huertas, este retroceso en el dinamismo sería el reflejo de menores niveles en actividades como la construcción. Ahora bien, en general sobre la balanza comercial, Huertas aclaró que no debe entenderse como un aspecto negativo, sino como una latente oportunidad para explotar mayores espacios con México.
“Probablemente, lo que ocurre es que México tiene más productos que requiere el país que viceversa. En las exportaciones, por ejemplo, estamos bien en los productos agrícolas, pero viendo el plano regional y global, definitivamente, hay espacios para potenciar más productos, como el arroz, el tomate y la cebolla. México importa estos y nosotros no los ofrecemos”, apuntó.
Sobre este escenario, Huertas volvió a subrayar que sí debe trabajarse, de manera general, en el fortalecimiento de la relación comercial con México, a bien de ampliar esta ventana para los productos peruanos,
“Aunque tengamos un déficit con México, tenemos superávit con otros países, lo que equilibra nuestra economía globalmente. Importamos cosas que no producimos o son más baratas afuera, como tecnología o alimentos, lo que beneficia a empresas y consumidores. Además, traer maquinaria y tecnología mejora nuestra producción y nos hace más competitivos a largo plazo. Así que, importar más también puede significar inversión y crecimiento”, puntualizó Huertas.
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