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Más de la mitad de estos fondos tienen su sede en el paraíso fiscal caribeño.
Más de la mitad de estos fondos tienen su sede en el paraíso fiscal caribeño. La ausencia de impuestos directos y de retenciones, el principal atractivo.
El economista Nouriel Roubini, el exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis y el actor Will Smith tienen una cita el próximo mes de febrero en las Islas Caimán. ¿Su objetivo? Participar en la quinta edición del Foro de Inversiones Alternativas que se celebra anualmente en la más grande de estas islas del Caribe, en un encuentro que aspira a convertirse en el principal centro de influencia dentro de la industria de inversiones alternativas.
George Soros no estará presente. Pero poco importa. La decisión del financiero de radicar la sede de sus hedge funds en las Islas Caimán ha sido publicidad más que suficiente para coronar a este paraíso fiscal como el destino preferido de los fondos especulativos.
Hay incluso una guerra de cifras. Organismos oficiales de ese territorio aseguran que el 85% de los hedge funds del mundo están domiciliados en las islas; otras fuentes hablan de más del 70%.
Iosco, el supervisor internacional de las comisiones de valores, tiene otros datos. El organismo ha recibido el encargo de las grandes potencias mundiales de poner algo de luz en la industria de los llamados oficialmente fondos de inversión libre para determinar si representan un riesgo para la estabilidad financiera mundial y acaba de publicar su último informe, algo que hace cada dos años. Su conclusión, con datos de 2016, es que el porcentaje es del 53%.
Las cifras de Iosco no tienen por qué contradecir las de otros organismos oficiales. El supervisor internacional solo incluye en su muestra fondos que gestionen al menos US$500 millones en activos, así que lo que está midiendo realmente es el apetito por las Islas Caimán de las grandes gestoras de activos alternativos.
Y ese apetito está fuera de dudas. Y subiendo. Si en el último informe (con datos de 2014) eran un 50% los hedge funds radicados en el paraíso fiscal caribeño, en dos años esa cifra ha crecido hasta superar el 53%.
Con esa preminencia, el resto de jurisdicciones queda en nada en comparación. El siguiente de la lista de preferencias como sede es Estados Unidos, con el 29% de los grandes fondos, seguido de Irlanda (6%), las Islas Vírgenes (5%) y Luxemburgo (4%).
¿Por qué esa predilección? El hecho de que en el territorio caribeño dependiente de Reino Unido se pueda montar una sociedad en 48 horas ayuda, pero lo principal es el aspecto impositivo. «Las Islas Caimán no tienen impuestos directos de ninguna clase. No hay impuesto de sociedades, ni a las plusvalías, beneficios, ganancias o retenciones», explica la página web del organismo encargado de promover el crecimiento de la industria financiera en el territorio.
Todo ello funciona como un imán a la hora de atraer a los hedge funds, que no solo se libran de tributación, sino que pueden pagar las ganancias limpias a sus inversores, sin tener que realizar las retenciones que otras jurisdicciones exigen y que luego obligarían a los partícipes a reclamarlas.
Por ese y otros motivos, las Islas Caimán están en la lista de paraísos fiscales de la Agencia Tributaria española. Sin embargo, el territorio británico-caribeño ha obtenido una victoria esta misma semana en la Unión Europea. «Las Islas Caimán no están en la lista de la UE de jurisdicciones no cooperativas para propósitos impositivos», se congraciaba su Gobierno en un comunicado.
Bruselas acaba de decidir los miembros de esa lista y son 17 jurisdicciones entre las que no se cuentan las Islas Caimán. A cambio, el territorio forma parte de la enumeración de 47 «países» que Europa considera «cooperadores», pero de los que cree que pueden hacer «mejoras para prevenir el mal uso de sus jurisdicciones».
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