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DFSK, DR o Lynk&Co recortan sus cifras comerciales pese a estar en pleno desembarco en España. Omoda y BYD se disparan
Continúa la ofensiva de marcas chinas de automóviles en el mercado español, aunque se empiezan a notar los primeros síntomas de ralentización frente a las fuertes subidas de ventas de los últimos años. Las enseñas automovilísticas del gigante asiático siguen ganando cuota de mercado en España, gracias, sobre todo, a la llegada de nuevas marcas, aunque ya hay varias empresas que están recortando sus matriculaciones en el mercado español en comparación con el año anterior.
En los últimos años se ha registrado un goteo constante de nuevas marcas chinas aterrizando en nuestro mercado, entre las que se encuentran las más conocidas como MG o BYD y también otras menos famosas entre nuestras fronteras como Voyah, Yudo o DFSK, entre otras.
Desde el sector del automóvil se esperaba esta ofensiva y se cuenta con que solo algunas logren echar raíces a largo plazo en nuestro mercado. Ya se están viendo los primeros ejemplos de las marcas que parece que tendrán más recorrido en el mercado español y también se observa cómo algunas firmas del gigante asiático, en vez de seguir creciendo, ya están experimentando sus primeros retrocesos comerciales.
En el semestre, un total de 21 marcas procedentes de China vendieron al menos un automóvil en nuestro país, es decir, cuatro más que a cierre del año pasado y la previsión es que este número aumente a corto plazo, teniendo en cuenta los planes de crecimiento anunciados por algunas compañías.
Estas 21 marcas finalizaron el semestre con 19.820 unidades matriculadas en España, lo que supone un aumento del 9,5% en comparación con el mismo semestre de 2023. La tendencia sigue siendo positiva, aunque dista mucho del crecimiento del 233% experimentado en todo 2023.
En conjunto, las marcas chinas concentraron el 3,7% del mercado automovilístico español hasta junio, dos décimas por encima del dato contabilizado el ejercicio previo.
El avance semestral viene derivado, principalmente, del empuje de tres entidades: MG, BYD y Omoda. MG, del grupo SAIC, matriculó 14.264 automóviles en España hasta junio, un 18% más, lejos del +321% logrado en 2023.
La marca del grupo SAIC es, con diferencia, la enseña china que está registrando mayores volúmenes de ventas en España, con cerca de 30.000 unidades matriculadas en 2023, cuatro veces más que en 2022, y más de 14.000 unidades en el primer semestre de 2024, un 18% más. La firma sigue creciendo en España gracias a su apuesta por una buena relación calidad-precio, pero el ritmo se ha frenado respecto a años previos.
Por su parte, Omoda, del grupo Chery -que ensamblará modelos de Omoda y Jaecoo en Barcelona- también está desplegando una fuerte ofensiva de producto en España que se está materializando en fuertes ventas. La marca entregó 2.341 coches en el semestre, frente a los exiguos 17 automóviles de 2023.
También contribuyó a la subida semestral BYD, que comercializó 1.191 unidades, situándose como la tercera marca china por volumen, tras multiplicar por 10 sus cifras en el último año.
No obstante, en los seis primeros del ejercicio se observaron retrocesos de ventas en España de algunas firmas chinas como DR, que ha pasado de matricular 1.504 coches en el primer semestre de 2023 a 4 en la primera mitad de 2024. DFSK también recortó un 30% sus registros, hasta 110 unidades, al igual que Lynk&Co, que vendió un 78% menos (697 unidades).
Esta tendencia a la baja de algunas marcas se materializó expresamente en los resultados comerciales de las marcas chinas en el mes de junio, puesto que en conjunto matricularon en España 4.254 unidades, lo que representa una disminución del 16% en la comparativa con las más de 5.000 unidades de dicho período del año previo. Con este volumen, las enseñas chinas se hicieron con un 4,1% del pastel de ventas en España en el mes, es decir, ocho décimas menos que un año antes.
El grupo Chery se ha convertido en el primer fabricante chino en tener una fábrica de coches en Europa, concretamente en Barcelona. La compañía está desplegando en España su gama de producto, que inicialmente está compuesta por el Omoda 5, de combustión y eléctrico, aunque más adelante se sumarán un nuevo Omoda y el Jaecoo 7. Omoda matriculó 173 coches en España en 2023 y en 2024 ya acumula casi 3.400 unidades.
Pese al empuje de BYD y Omoda, con crecimientos interanuales en junio del 329% y del 5.413%, respectivamente, las firmas chinas no lograron mantener el crecimiento comercial en nuestro país -las marcas chinas dependen de la llegada en barco de sus coches fabricados en China, por lo que se pueden producir grandes variaciones mensuales al recibir un cargamento-.
MG vendió un 30% menos en junio (2.500 unidades), muy por delante de su inmediato perseguidor, Omoda (827 carros), situándose como el principal motivo de la caída de ventas en junio.
Después de meses de análisis, la Comisión Europea ha decidido reaccionar ante la ofensiva de marcas chinas de automóviles en Europa, ya que considera que las firmas del gigante asiático han recibido en su país subsidios que van en contra de la libre competencia.
Por ello, la pasada semana publicó los aranceles definitivos que impondrá a las empresas que importen carros eléctricos fabricados en China. Finalmente, SAIC será la peor parada, con un arancel del 46,3%, aunque es una cifra un poco inferior al 48% provisional.
Por su parte, BYD asumirá un arancel del 27%, frente al 37% establecido de forma provisional, y Geely tendrá un 29,3%, frente al 40% provisional. La gran novedad es el establecimiento de un arancel del 19% a los modelos importados de Tesla desde China, principalmente el Model 3, que es vital para la compañía estadounidense.
Esta decisión en Europa podría tener un efecto negativo en las ventas de los coches chinos en la región en los próximos meses, ya que puede que se produzca un encarecimiento.
Por otro lado, la guerra contra los coches eléctricos chinos continúa al otro lado del Atlántico, puesto que Canadá anunció el lunes que impondrá un arancel del 100% a los coches eléctricos fabricados en China y que se importen al país norteamericano, emulando el ejemplo de su vecino Estados Unidos, que impondrá también un 100% de arancel.
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