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En el índice de habitabilidad que publicó the economist, las ciudades de América latina que obtuvieron el mejor puntaje este año fueron Buenos Aires, Santiago y Montevideo
Una pregunta recurrente para quienes piensan en cambiar de ciudad es cuál es el mejor lugar para vivir, y con el objetivo de responderla The Economist presenta su índice de habitabilidad año tras año. En esta edición, la publicación destacó que pese a los efectos devastadores de la pandemia, el mundo se ha venido recuperando y hay mejorías en los destinos - en este rubro- que no se veían hace 15 años.
Mediante la encuesta se calificaron las condiciones de vida de 173 ciudades en cinco categorías: estabilidad, atención médica, cultura y medio ambiente, educación e infraestructura. Y se reveló que Asia y el Pacífico fueron los territorios con mayor recuperación tras el covid-19, por lo que las mejoras incidieron en los puntajes de educación y atención médica en países de estas zonas, que se mostraron como las principales razones en el aumento de la mejora en los niveles de vida.
Miguel Barragán Bonilla, administrativo en Aviva Internacional, indicó que “los factores que más se tienen en cuenta para el traslado a un determinado destino son las motivaciones, es decir: turismo, estudio, negocios, ocio, medicina, entre otros”.
Puede ser una de las razones por las que la mayoría de las 50 principales ciudades seleccionadas se encuentran en países ricos. Según el informe, Viena, con un puntaje de 98,4 y su “excelente combinación de estabilidad, cultura y entretenimiento, e infraestructura confiable”, encabeza el ranking por cuarta vez en cinco años.
Le sigue Copenhague, una ciudad de tamaño similar con muchas de las mismas características. Allí, la calidad de vida es destacable entre las otras ciudades del ranking, y según The Economist Intelligence Unit, esta ciudad es la más segura del mundo, con lo que obtuvo una calificación de 98 sobre 100, además es limpia y cuenta con grandes desarrollos arquitectónicos, tanto en edificios históricos y modernos.
Melbourne, que en el pasado estuvo en lo más alto de la clasificación, ahora ocupa el tercer lugar, con una calificación de 97,7. La ciudad cuenta con uno de los sistemas de educación y salud públicos más famosos del mundo por su eficiencia, además de tener una arquitectura contemporánea.
En cuanto a América Latina, los mejores puntajes oscilaron entre 80 y 90. Buenos Aires ocupó el primer lugar impulsada por sus características cosmopolitas. Fernando Straface, secretario general y de Relaciones Internacionales de Buenos Aires explicó que gran parte de los turistas y migrantes se inclinan por la capital argentina debido a su competencia en los sectores educativos, de vivienda y laborales “este ranking confirma por qué Buenos Aires es una de las ciudades más elegidas por los nómades digitales en todo el mundo, y una de las mejores para estudiantes internacionales en Iberoamérica”.
Lo anterior va en contraste con las condiciones de la ciudad de Damasco, la capital de Siria que ha sido seleccionada como el lugar menos habitable del índice durante más de una década, impulsada por su historial de guerra civil que ha afectado gran parte de su infraestructura y calidad de vida de los habitantes.
Montevideo, es la segunda ciudad de Latinoamérica seleccionada por The Economist para vivir por su diversidad cultural. También es reconocida por la estabilidad económica de sus habitantes y el fácil acceso a servicios públicos y sanitarios.
El top tres de la región lo cierra Santiago, la capital de Chile. TravelHolics la describe como “uno de los lugares ideales para vivir”, en parte por su accesibilidad cultural, seguridad y opciones de vivienda. Viviana Vargas, socióloga de Seimco, explicó que las posiciones tienen que ver con “los factores que inciden en mejorar las condiciones de vida en una ciudad están relacionados directamente a la garantía de los derechos sociales, para establecer un buen vivir como acceso al trabajo, una vida digna, salud y educación”.
Además, así como la pandemia tuvo incidencia en las mediciones, la invasión de Rusia a Ucrania también impactó en los indicadores, por ejemplo en el informe se destacó que Kiev, “a pesar de sus esfuerzos por protegerse de la guerra , también figura entre los diez menos favorables. Fue excluido del índice en 2022 porque Rusia invadió Ucrania mientras recopilaban los datos. Su puntuación de infraestructura de 23,2 sobre 100 es la más baja del índice, gracias a las bombas rusas”.
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