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El campeonato de fútbol en Chile cuenta con Betsson como su patrocinador principal en la actualidad.
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El 12 de septiembre, la Corte Suprema de Justicia de ese país ordenó bloquear 23 sitios de apuestas en línea. El órgano declaró dicha actividad como ilegal
El mismo día en que la selección chilena de fútbol empataba a cero con Colombia en el Estadio Monumental, la Corte Suprema en un fallo unánime (5-0) daba un mazazo a las casas de apuesta online, muchas de las cuales auspician a equipos de fútbol y al principal campeonato nacional.
“La apuesta deportiva on line (...) se encuentra proscrita en nuestro ordenamiento jurídico, revistiendo a las deudas contraídas en dichos juegos de azar de objeto ilícito”, decía el fallo redactado por la ministra Ángela Vivanco, de la Tercera Sala del máximo tribunal presidida por el juez Sergio Muñoz.
La noticia fue seguida de cerca desde Malta y Suecia, donde están las operaciones y accionistas, respectivamente, de Betsson, una de las plataformas de juego que más visibilidad ha tenido, luego de quedarse con un contrato para estampar su nombre (naming rights) en el campeonato de fútbol nacional.
Pagó US$ 2,5 millones a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, Anfp, y el monto se elevaría hasta los US$ 8 millones al final de las temporadas. El anterior sponsor del campeonato, la AFP Planvital, había pagado US$ 500 mil por el mismo derecho.
Las grandes cifras no son nuevas. En Argentina, Betsson financió a Boca Juniors US$ 7,5 millones por un año y medio como sponsor. También es auspiciador de Racing en el país vecino, y de Ibiza en España. Patrocinó la Copa América 2021 y es el naming sponsor de la Liga 1 de Perú y del torneo estadual pernambucano de Brasil.
El contrato con el máximo órgano del fútbol chileno ya venía tambaleando hace días, luego de que el 31 de agosto la Subsecretaría de Justicia emitiera el oficio 3293 donde ordena a la Anfp que en 30 días hábiles deje sin efecto “cualquier contrato que vincule a la asociación con la empresa de apuestas online Betsson, eliminando cualquier referencia a la misma en su página web y en cualquier otro medio público asociado a la Anfp, debiendo, por tanto, renombrar sus campeonatos de Primera División A y B”.
La Anfp se había opuesto a la decisión de Justicia y había fichado al abogado Arturo Fermandois para presentar un recurso de apelación ante la Corte. Pero el martes, después del Supremazo, todo quedó en nada y el contrato debería terminarse en los próximos días, lo que hasta el cierre de esta edición no era informado. Aún resta por saber si habrá sanciones que deberá pagar la Anfp por terminar anticipadamente el contrato con Betsson.
No sólo la Anfp tendrá que hacer eso. Prácticamente todos los equipos de fútbol local tienen en sus camisetas como sponsor a una casa de apuestas online, todas declaradas ilegales por la Suprema. La rebeldía, dice un abogado, de mantener el contrato, les podría acarrear problemas judiciales y financieros.
Pero una de las principales preguntas que ha rondado desde hace tiempo es quién está detrás de Betsson. No tienen oficina en Chile, no están inscritos en el registro de comercio del Conservador de Santiago, ni existe un country manager.
Quien los ha representado es Carlos Baeza, del estudio de su mismo nombre, y quien se especializa en Derecho Corporativo, Regulatorio, fusiones y adquisiciones, litigios y resolución de conflictos, seguros, juegos y apuestas, según su sitio web.
El mismo Baeza ha dejado en claro que no es representante legal de la empresa, sino asesor legal. También aparece como abogado asesor de las plataformas de apuestas online Betano, Coolbet y Latamwin.
“No compartimos ninguno de los argumentos que ha utilizado la Tercera Sala para este último fallo, en materia constitucional, penal ni civil”, declaró el miércoles tras el fallo de la Suprema. “Las políticas públicas deben ser definidas por el Poder Ejecutivo junto con el Congreso de Chile, y no en sede judicial. Por tanto, este fallo no debe alterar el proceso legislativo que hemos respaldado desde un comienzo”, agregó.
Según una querella del Servicio de Impuestos Internos en una causa penal que persigue Dreams contra las plataformas, Baeza “emitió documentos tributarios a Inversiones FCW Limitada a través de su sociedad Carlos Baeza y Cía. Limitada por más de CLP$900 millones (US$1 millón), y también a través de su sociedad Asesorías Carlos Baeza y Cía. Limitada por más de CLP$37 millones(US$41.810), documentos tributarios que fueron emitidos entre junio de 2021 y marzo de 2023. Lo anterior, evidencia una vinculación entre el Sr. Carlos Baeza e Inversiones FCW Limitada”. FCW está constituida en Chile y representada legalmente por Wilfred Adelsdorfer y es la sociedad que está detrás de Latamwin, otra plataforma de apuestas.
Consultado por DF MAS, recalcó que no es representante legal de la firma. “Soy su abogado y asesor en temas relacionados con el proyecto de Regulación de las Plataformas de Apuestas en Línea que se tramita actualmente en el Congreso, pero no soy su representante legal”, expresó.
El jurista, dentro de sus clientes, ha tenido a Andacor, dueños del centro de esquí El Colorado, y es un activo lobista. Este año se reunió con Verónica Puentes, jefa de la División Jurídica de la Subsecretaría del Deporte, y con Heidi Berner, subsecretaria de Hacienda, para hablar de apuestas online. Además, ha tenido una decena de reuniones con parlamentarios y asesores por el proyecto de ley que busca regular estas plataformas en Chile.
Cuando fue invitado al Congreso a presentar, dijo ser representante de las casas de apuestas, pero cuando la PDI lo interrogó a pedido de la Fiscalía Metropolitana Oriente, se acogió a su derecho a guardar silencio profesional por su relación como abogado de las plataformas de juego.
Al buscar en LinkedIn indicios de ejecutivos de Betsson en Chile, los resultados son escasos. Dentro de ellos aparece Nicolás Noli, quien figura como Sponsorship & Content Specialist en Betsson Group, y dentro de sus tareas dice que ha estado la “Gestión del patrocinio con Colo-Colo, ANFP, Conmebol, ATP Tour y Selección Chilena de Fútbol”.
El abogado Carlos Baeza fue consultado sobre quiénes son los representantes en Chile de Betsson y dónde están sus oficinas en Latinoamérica, pero solo dijo que “mi vinculo es directamente con el departamento legal de la compañía, no tengo información de su estructura de administración ni sus ejecutivos. Eso no es relevante para mi rol”.
En el registro de sitios web en Chile, los dominios que incluyen la palabra Betsson están a nombre de Igor Shanska, BML Group Limited, Bernatskyi OLEKSII, AppliedDigitalMedia LTD y Olga Finkel. Sobre quiénes son esas personas y nombres, el abogado de Betsson en Chile afirmó por escrito: “No tengo tampoco esa información, no es relevante para mi función”. Respondió lo mismo ante la pregunta de quiénes trabajan para Betsson en Chile. No hay cifras oficiales al respecto, pero en la industria estiman que las casas de juego online mueven unos US$ 200 millones al año en apuestas de casino y deportivas.
Donde sí existen es en Europa. La sociedad está basada en Malta, donde obtuvo su primera licencia para operar como casino online en 2004, pero está listada en la Bolsa de Estocolmo bajo el nombre de Betsson AB, cuya acción en 12 meses ha rentado 88%.
Su último estado de resultados fue excepcional. Al cierre del segundo trimestre registró ingresos por US$ 265 millones, 27% más que en el mismo periodo del año anterior. Así, en el primer semestre de 2023 los ingresos alcanzaron los US$ 510 millones.
Los ingresos de Betsson provinieron principalmente de Europa Central y Oriental y Asia Central, que aportó US$ 114 millones en el segundo trimestre. Grecia y Croacia son mercados clave ahí. Le siguieron los países nórdicos, donde los ingresos sumaron US$ 57,5 millones, y de cerca vino Latinoamérica, con US$ 57,2 millones, registrando un aumento de 12,5%. Europa Occidental aportó US$ 30 millones y el resto del mundo otros US$ 4,7 millones.
Quien lidera la empresa es Pontus Lindwall, CEO y presidente del directorio de Betsson, hijo de uno de los fundadores de la firma que nació en 1963 de la mano de Bill Lindwall y Rolf Lundström, quienes fundaron la compañía AB Restaurang Rouletter, que más tarde bautizarían como Cherry.
El negocio consistía en instalar máquinas de juego en restaurantes de Suecia. 60 años después, la firma está valorizada en bolsa en US$ 1.340 millones, y emplea a más de 2.000 personas en 22 países.
Asimismo, tiene una veintena de permisos de operación, siendo el primero de ellos en Malta (2004), y le siguieron Italia (2011), Dinamarca (2012), Reino Unido (2015), España (2017), Colombia (2020), la Provincia y Ciudad de Buenos Aires (2020), Colorado, EEUU (2020), entre otros.
De la propiedad de Betsson, 58% de los accionistas son extranjeros, 17% suecos, y otras entidades del mismo país tienen 15%.
Hamberg Förvaltning AB, de la familia Hamberg, uno de los fundadores de la firma, tiene 18,2% de los votos. La sociedad también invierte en productos medioambientales y de tratamientos médicos y ha puesto dinero en el detector de llamadas de spam True Caller.
Le sigue Lars Kling, otro de los integrantes de la familia de fundadores. El tercer lugar en poder lo tiene Knutsson Holdings AB, de la familia Knutsson, quienes también tienen un amplio portafolio de inversiones en salud, medios, y propiedades. Berit Lindwall también es accionista principal, y de las familias fundadoras. Goldman Sachs, JP Morgan y Blackrock aparecen como tenedores de acciones.
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