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La medida fue un desquite impuesto por la frustración de los accionistas de Credit Suisse en respuesta a la crisis que sufrió la entidad
En una agitada junta, Axel Lehmann salva su puesto de presidente de la entidad por la mínima pero cinco consejeros dimiten de sus puestos.
La frustración de los accionistas de Credit Suisse, que ante la crisis de la entidad van a ir a una forzosa integración con UBS, ha quedado reflejada en las votaciones de la junta celebrada hoy en Zúrich, la última de la entidad tras 167 años de historia.
Solo un 48,4% de los presentes ha aprobado el pago de una compensación fija al comité ejecutivo del banco este año (la variable ya había sido cancelada), frente a 51,6% de votos negativos y abstenciones. El consejo había pedido permiso para pagar un máximo de US$37.361 millones a los altos directivos durante el próximo año, pero el resultado de la junta deja estos pagos en el aire.
Axel Lehmann, presidente de Credit Suisse, ha dicho que su consejo analizará esta votación, que podría implicar que el consejero delegado Ulrich Korner y su equipo no puedan cobrar su sueldo en los meses que restan hasta la unión formal con UBS, que fue pactada el pasado 19 de marzo con la mediación del Gobierno suizo como vía para rescatar a Credit Suisse.
Además, la junta aprobó por la mínima (poco más de 50%) el sueldo del consejo de administración y el informe de remuneración de 2022.
Solo el 55,7% de los asistentes a la junta de accionistas de Credit Suisse ha apoyado la reelección como presidente de Axel Lehmann, quien deberá guiar a la entidad en su proceso de integración con UBS. Grandes accionistas como el fondo de Noruega, el plan californiano de pensiones Calpers y Calvert Investment votaron en contra del máximo representante del banco, pero recibió el apoyo de los socios árabes que controlan el 20% del capital.
En una asamblea de cinco horas de duración, Lehmann indicó que el objetivo es cerrar la fusión entre las dos entidades al final del segundo trimestre. "Cuanto antes mejor, pero esto depende de autoridades de diversos países que deben aprobar la transacción".
Otros consejeros de Credit Suisse como Christian Gellerstad e Irish Bohnet salvaron sus puestos con incluso menos respaldo que el presidente, con un 50-51% de los votos.
Cinco vocales (Blythe Masters, Richard Meddings, Amanda Norton, Ana Pessoa y Shan Li) sacrificaron sus puestos y dimitieron antes de la votación para ser reelegidos. El banco explicó que, para completar la integración, basta con tener el mínimo de siete consejeros que exige la legislación suiza.
El descontento de los accionistas de Credit Suisse, que sólo recibirán US$3.297 millones en acciones de UBS como pago, quedó claro durante toda la junta, donde hubo decenas de intervenciones críticas contra el objeto, los directivos y el Gobierno suizo. Algunos hablaron de "dictadura" de las autoridades por no dejar votar a los accionistas sobre la fusión, que les ha sido impuesta.
Además, el consejo no logró la mayoría necesaria de dos tercios para cambiar los estatutos del banco, para adaptarlos a la nueva legislación suiza.
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