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Hong Kong, con el mercado inmobiliario más caro del mundo durante 14 años consecutivos, encabeza el índice de burbuja inmobiliaria global de 2024
El aumento acelerado de los precios de la vivienda a nivel mundial desde 2020 ha dejado a millones de personas con menos posibilidades de adquirir una propiedad. La combinación de precios inflados, salarios estancados y tasas de interés elevadas han transformado el sueño de comprar una casa en una meta cada vez más lejana para muchos trabajadores, especialmente en las ciudades más caras del mundo. El último Índice de Burbuja Inmobiliaria Global de UBS reveló datos sobre los años de trabajo necesarios para adquirir un condominio de 650 pies cuadrados en el centro de diversas metrópolis.
Hong Kong, con el mercado inmobiliario más caro del mundo durante 14 años consecutivos, encabeza el índice de burbuja inmobiliaria global de 2024. Se estima que un trabajador calificado promedio necesitaría 22 años de ingresos completos para comprar un condominio en el centro de la ciudad. A pesar de una caída en los valores reales de las propiedades a sus niveles más bajos en más de una década, el precio promedio sigue siendo de aproximadamente US$2.560 por pie cuadrado, muy por encima de otros mercados globales como Nueva York, donde el costo promedio oscila entre US$1.500 y US$2.000 por pie cuadrado.
Tokio ocupa el segundo lugar en este ranking, con un costo equivalente a los ingresos de 14 trabajadores promedio para adquirir una vivienda. Aunque los precios en la capital japonesa son altos, la estabilidad en los ingresos y la demanda inmobiliaria han reducido el riesgo de una burbuja inmobiliaria.
En París se requieren 13 años de trabajo para adquirir una propiedad. Esto la convierte en la ciudad europea menos asequible, con un mercado impactado por una baja de 20% en precios desde los picos pospandémicos. Londres demanda 12 años de ingresos, mientras que Tel Aviv y Singapur requieren 10 años de trabajo en promedio, completando el grupo de las ciudades con menos accesibilidad habitacional.
Con precios en Manhattan que rondan los US$1.2 millones para un condominio, Nueva York lidera en Estados Unidos en inasequibilidad. Un trabajador calificado necesitaría los ingresos combinados de ocho empleados para adquirir una propiedad cerca del centro de la ciudad, colocando a Nueva York en el undécimo puesto del índice. Este incremento se ve impulsado por una demanda constante y un repunte de 44% en el precio por pie cuadrado durante la última década.
Según el índice UBS, los riesgos de burbuja inmobiliaria han disminuido ligeramente en la mayoría de las ciudades analizadas, gracias a una combinación de caída en los precios y aumento en las tasas de interés. Sin embargo, en mercados como Miami, Tokio y Zúrich, el riesgo sigue siendo elevado. Miami muestra actualmente el mayor riesgo de burbuja en Estados Unidos, impulsado por un auge reciente en la demanda y los precios. En contraste, ciudades como San Francisco y Nueva York presentan un riesgo bajo debido a su estabilización en los precios y su elevado costo de vida.
En Europa, el índice destaca una disminución de los riesgos en ciudades como Londres, París y Estocolmo, que ahora se encuentran en la categoría de bajo riesgo. Ámsterdam, Sídney y Boston también se mantienen en niveles de riesgo moderado, mientras que ciudades como Fráncfort y Múnich, aunque aún caras, presentan una disminución notable en su riesgo de burbuja.
Las restricciones en la construcción de nuevas propiedades, sumadas a la inflación y los costos de construcción, han reducido la oferta en muchas ciudades, incrementando las presiones sobre el precio de la vivienda. Esta tendencia ha provocado un aumento en los alquileres y una falta de vivienda accesible en urbes con alta demanda, como Vancouver, Sídney y Madrid, donde los precios de las propiedades han crecido más de 5% en el último año.
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