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Tim Walz y Kamala Harris
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Se trata de un profesor, con seis mandatos en la Cámara de Representantes, reforzaría el voto en Pensilvania, Michigan y Wisconsin
La elección del gobernador de Minnesota, Tim Walz, como compañero de fórmula de la vicepresidenta Kamala Harris deja claro que los demócratas pretenden aferrarse a su “Muro Azul” de los estados del norte en un esfuerzo por impedir que el republicano Donald Trump llegue a la Casa Blanca.
El trío de estados (Pensilvania, Michigan y Wisconsin) será probablemente crucial para determinar el resultado de las elecciones. Walz es visto como un candidato que puede movilizar a los votantes progresistas y de clase trabajadora, cuyo apoyo al presidente Joe Biden se había debilitado, para que vuelvan al redil demócrata en noviembre.
El gobernador del Medio Oeste durante dos mandatos llegó tarde a la vida política. Walz, de 60 años, nació en un pequeño pueblo de Nebraska y a los 17 se alistó en la Guardia Nacional del Ejército, donde sirvió durante los primeros años de la guerra mundial contra el terrorismo y alcanzó el rango de sargento mayor.
Walz también fue profesor, y trabajó en China antes de establecerse en Minnesota. Era profesor de ciencias sociales en un instituto y entrenador de fútbol cuando se presentó por primera vez al Congreso en 2006, dando un gran batacazo al desbancar a un republicano que llevaba seis legislaturas en el cargo.
Las raíces del gobernador en el Alto Medio Oeste y su imagen de hombre sencillo (se hizo viral por burlarse de la candidatura republicana y sus políticas tachándolas de “raras”) serán un complemento para una campaña dirigida por Harris, una californiana popular en las costas cuyo apoyo entre los votantes obreros del centro del país es más incierto.
Walz será fundamental para el mensaje demócrata en los estados disputados, donde el partido necesitará atraer a los votantes blancos de clase trabajadora que se han desanimado por la gestión económica de Joe Biden. Y su experiencia militar (Walz es el soldado de mayor rango en la historia del Congreso) podría ayudar a contrarrestar las críticas republicanas a Harris, a quien Trump ha tachado de no estar preparada para tratar con líderes extranjeros o con los retos que plantean los adversarios de Estados Unidos.
Walz fue miembro de la Cámara de Representantes de los EE.UU. durante seis legislaturas, representando a un distrito mayoritariamente rural y conservador, ahora en manos republicanas. En el Congreso, se centró en asuntos militares, agrícolas y de veteranos, formando parte de la Comisión de Agricultura y de la Comisión de Asuntos de Veteranos, donde también fue el demócrata de más alto rango.
En el Congreso impulsó la Ley de Acciones, destinada a restringir el comercio de acciones por parte de los legisladores.
“El aporte de nombres de este tipo no ha generado fuertes impactos o preocupaciones en el mercado, son políticos ‘nuevos’ que han ido tras un objetivo regional”.
Elegido gobernador de Minnesota en 2018,Walz ha promovido durante dos mandatos una serie de políticas que los aliados han aclamado como un refuerzo para las familias de clase trabajadora. Entre ellas, ofrecer desayunos y almuerzos gratuitos a los estudiantes desde la guardería hasta el último curso, ampliar las subvenciones para programas de cuidado infantil, promulgar una Ley de baja médica y familiar remunerada y supervisar un acuerdo entre Minnesota y Eli Lilly.
Las políticas que amplían los beneficios para las familias de clase trabajadora han convertido a Walz en un favorito de los progresistas y los grupos sindicales. La representante Pramila Jayapal, presidenta del Caucus Progresista del Congreso, al elogiar a Walz, destacó su apoyo al trabajo organizado. “Quiero a alguien que sea súper pro-laboral, que realmente entienda a los sindicatos y pueda hablar con un grupo fundamental nuestro”.
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