Los CEO globales afrontan una nueva era con victoria de Trump y riesgo de aranceles

Los líderes empresariales de todo el mundo se despertaron el miércoles con una nueva realidad: el republicano Donald Trump se dispone a regresar a la Casa Blanca y promete un mayor proteccionismo estadounidense, aranceles más altos y políticas de inmigración más estrictas.

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Los directores ejecutivos, que durante meses habían caminado de puntillas sobre las preguntas sobre un posible cambio en el poder en Estados Unidos, comenzaron a enfrentar el nuevo orden en las salas de juntas y en las conferencias de ganancias, donde los inversionistas buscaban incorporar en los precios el efecto de una victoria de Trump.

En una llamada para discutir los resultados trimestrales de la empresa noruega de almacenamiento y transporte de productos químicos Odfjell, un analista preguntó sobre el impacto de que Trump se convierta en el próximo presidente de Estados Unidos: "¿Qué significará eso para sus mercados?"

El director ejecutivo Harald Fotland respondió con una advertencia: “Veremos más proteccionismo, y eso podría ser un problema para las exportaciones de Estados Unidos”.

Fotland cree que las actividades de Odfjell en Estados Unidos podrían reducirse ligeramente y que Trump revocará parte de la Ley de Reducción de la Inflación, que incluye incentivos que han atraído inversiones masivas en energías más ecológicas a Estados Unidos. “Por supuesto, eso no es bueno para el planeta, pero podría ser bueno para Europa, que está pasando por algunas dificultades debido a esa ley”.

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Los aranceles también estaban en la mente de Shinji Aoyama, vicepresidente ejecutivo de la automotriz japonesa Honda Motor. Los nuevos gravámenes a los autos importados a Estados Unidos desde México, como Trump ha impulsado, “tendrían un gran impacto”, dijo Aoyama en una conferencia de ganancias. “No podemos permitirnos no pensar en ello”.

Las acciones de Honda cayeron el miércoles en Tokio, mientras que Tesla, liderada por Elon Musk, importante partidario de Trump, subió en las operaciones previas a la apertura del mercado en Estados Unidos.

En Alemania, BMW y Porsche encabezaron la lista de fabricantes de automóviles, ante la preocupación de que Trump aumente los aranceles a los automóviles importados de la región. La elección “marca el comienzo del momento económico más difícil” en la historia de posguerra de Alemania, dijo Moritz Schularick, presidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel.

Algunos ejecutivos buscaron adoptar un tono diplomático: cuando se le preguntó cómo afectaría una presidencia de Trump al fabricante de chocolate suizo-belga Barry Callebaut, el director ejecutivo Peter Feld dijo que la compañía seguirá atendiendo a los clientes en Estados Unidos “quienquiera que esté a cargo” y que el cambio de liderazgo “no cambiará ninguno de los compromisos que tenemos”.

Jeremy Townsend, director financiero de Marks & Spencer Group, dijo que el minorista del Reino Unido está "bastante bien cubierto" ante una presidencia de Trump, hablando en una conferencia telefónica sobre ganancias el miércoles.

Los ejecutivos de Siemens Healthineers, el fabricante alemán de equipos de imágenes médicas ampliamente utilizados en los hospitales estadounidenses, describieron un enfoque similar.

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En lo que respecta a los aranceles sobre el comercio entre Estados Unidos y China, "estamos muy, muy bien posicionados porque básicamente tenemos una fábrica gemela establecida.Podemos realizar envíos de China a China y realizamos envíos a Estados Unidos desde Estados Unidos y desde Europa", dijo el director ejecutivo Bernd Montag .

Montag dijo que la compañía ahora emplea a tantas personas en Estados Unidos como en Alemania, “por lo que desde el punto de vista del flujo comercial estamos mucho más equilibrados de lo que a veces la gente supone”.