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Las cifras muestran que los precios de las viviendas existentes han caído al menos 15% en los principales barrios de áreas metropolitanas como Shanghái y Shenzhen.
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Ventas en las tiendas minoristas de muebles a la baja, menos empleo, pocas viviendas en construcción y caída de proyectos inmobiliarios, lo que produjo China
La burbuja inmobiliaria china se contrae, y ya en 2021 habrían advertido desde la Fed, que los actuales problemas inmobiliarios del país asiático podrían elevar “las tensiones financieras en China, [que] podrían tensar aún más los mercados financieros mundiales y afectar negativamente a Estados Unidos”.
Todo se agravó cuando China Oceanwide recibió una orden de liquidación en Bermudas, y sus acciones cotizadas en Hong Kong fueron suspendidas de inmediato.
Le siguió el gigante China Evergrande, quien canceló sus reuniones con los acreedores advirtiendo que debía revisar su plan de estructuración, haciendo que las acciones cayeran 22%. Hasta el momento, se aplazó la audiencia de liquidación de esta compañía hasta el 29 de enero.
“Existe la posibilidad de que si la desaceleración en China se agrava, como se prevé que será para 2024, el mercado financiero puede contagiar al mercado global”.
“Existe la posibilidad de que si la desaceleración en China se agrava, como se prevé que será para 2024, el mercado financiero puede contagiar al mercado global”.
Esto, sin duda, ha desplazado los efectos hacia el mercado global e industrial. Las cifras muestran que los precios de las viviendas existentes han caído al menos 15% en los principales barrios de áreas metropolitanas como Shanghái y Shenzhen, así como en más de la mitad de las ciudades de nivel dos y tres de China.
Las viviendas existentes cerca de la sede de Alibaba Group Holding Ltd. en Hangzhou han caído alrededor de un 25% desde los máximos de finales de 2021, según los agentes locales.
La Reserva Federal decidió mantener por tercera vez consecutiva los tipos de interés en el rango de 5,25% a 5,50%. Una medida que estaba prevista por los economistas. A pesar de ello, como se había anticipado antes, la Fed dio señales de que no habrá una pronta relajación de la política monetaria.
Esto, según los analistas, ha tenido un efecto mayor más allá del mercado inmobiliario. Las ventas de viviendas usadas cayeron a un mínimo de 13 años en octubre. Los economistas encuestados por The Wall Street Journal estiman que un informe de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios mostrará que las ventas volvieron a caer en noviembre.
Esto pasa a los gastos relacionados dentro del mercado inmobiliario, representado en la compra y venta de casas, remodelación y demás. Con las ventas de casas existentes en caída libre, el gasto en muebles y en tiendas de mejoras para el hogar ha caído este año en comparación con 2022, según los datos. del Departamento de Comercio.
“Existe la posibilidad de que si la desaceleración en Chinase agrava, como se prevé que sea en 2024, el mercado financiero puede contagiar el global”, explica Theodore Kahn, director de análisis de riesgos globales en Control Risks.
Así como hay menor actividad en los sectores indirectos inmobiliarios, también hay menos empleo. En las industrias de mobiliarios y artículos de construcción han tenido una contracción de hasta -6% con respecto a 2022. También se ha disminuido la demanda de trabajos domésticos como el de jardinería desde 2021. El gasto en construcción de nuevas viviendas y remodelación de viviendas existentes se disparó a raíz de la pandemia, ya que muchos estadounidenses se mudaron o buscaron mejorar sus espacios de vida durante los cierres. Esa actividad se enfrió, según la Fed.
Según los datos del Departamento de Comercio de EE.UU., el flujo de caja de las tiendas minoristas y de construcción han tenido una caída con respecto a 2022, siendo de hasta 12,5%. Esto se explica porque menos personas están comprando y vendiendo casas, por lo que es menor el número de familias comprando muebles y artículos de remodelación y jardinería. Además se explica porque muchos no quieren comprar por las altas tasas de interés fijadas.
El menor gasto destinado para vivienda se traduce en una menor necesidad de trabajadores en estas industrias vinculadas al mercado inmobiliario, siendo la venta de muebles y las tareas de jardinería, construcción y remodelación. El empleo, desde 2022, en la categoría de mobiliario ha caído 4%, y para la industria relacionada a la electrónica y electrodomésticos minoristas hasta un 10%. Muebles y hogar bajó hasta 4%, según la Fed.
Los permisos, una señal de cuánta construcción hay en proceso, se redujeron casi 30% en enero respecto al año anterior. Según WSJ, Los permisos aumentaron un 4,1% en noviembre respecto al año anterior, el primer aumento anual desde Julio de 2022, dijo el martes el Departamento de Comercio. Esa es una señal de la desaceleración. La construcción también cayóa principios de este año, pero aumentó considerablemente el mes pasado.
Las ventas han disminuido un 30%, y las nuevas construcciones han caído un 60% desde 2021. Los precios de las viviendas también han descendido entre un 10% y un 20% en muchas ciudades, según Goldman Sachs. Lo que se ha hecho es que se ha impulsado la demanda de vivienda con la relajación de las restricciones a la compra de una casa, a través de un recorte del pago mínimo inicial para primeros compradores hasta el 20%.
En el tercer trimestre, el PIB superó las expectativas y se expandió 4,9%. El sector inmobiliario representa el 30% del PIB de China y en los últimos tres años más de 50 constructoras han quebrado o han incumplido el pago de sus deudas. Esto, sin duda, produjo el efecto de la contracción inmobiliaria. Según expertos, para 2028 la deuda pública china será superior a 100% del PIB, en comparación a 40% que existía en 2015 y al 77% de 2022.
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