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Vladimir Putin, presidente de Rusia.
La decisión de Trump provocó una conmoción en las capitales europeas, que quieren un papel central en las conversaciones de paz, ya que cualquier acuerdo en Ucrania
Los líderes europeos se apresuraron el jueves a intentar conseguir un lugar en la mesa de las conversaciones de paz de Ucrania después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, habló directamente con el presidente ruso, Vladimir Putin , y anunció el inicio de las negociaciones.
La decisión de Trump provocó una conmoción en las capitales europeas, que quieren un papel central en las conversaciones de paz, ya que cualquier acuerdo en Ucrania, afectada por una invasión rusa a gran escala hace tres años, tendrá ramificaciones para su propia seguridad.
"La paz en Europa está en juego, por eso los europeos debemos participar", dijo la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, en una entrevista a la radio Deutschlandfunk.
Al llegar a una reunión de la Otan en Bruselas, el ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, advirtió contra la "paz a través de la debilidad", en lugar del mantra de los funcionarios de Trump de "paz a través de la fuerza".
En una señal de la tensión entre la administración Trump y Europa, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, dijo que habría sido mejor si Washington no hubiera dado lo que llamó concesiones a Moscú antes de que comenzaran las conversaciones de paz.
El ministro de Defensa lituano, Dovile Sakaliene, advirtió que Europa no debería caer "en la ilusión de que el señor Trump y el señor Putin van a encontrar la solución para todos nosotros", ya que eso sería una "trampa mortal".
En la sede de la Otan, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, defendió el enfoque estadounidense y dijo que el mundo tenía la suerte de tener a Trump, el "mejor negociador del planeta, uniendo a dos partes para encontrar una paz negociada".
Cuando se le preguntó si algún país europeo participaría en las conversaciones de paz, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo el miércoles: "No tengo ninguna nación europea involucrada actualmente para leerles".
Muchos funcionarios europeos esperaban que una serie de reuniones con funcionarios en Bruselas y Munich esta semana fueran su oportunidad de influir en el pensamiento estadounidense sobre la guerra.
Pero pronto quedó claro que la administración Trump estaba avanzando sin ellos.
Hegseth declaró públicamente el miércoles que no era realista que Ucrania volviera a las fronteras que tenía antes de 2014 y que la adhesión de Kiev a la Otan no formaría parte de un acuerdo de paz. Rusia se apoderó de la península ucraniana de Crimea y se la anexó en 2014.
Horas después de que Hegseth hablara, Trump dijo que había mantenido una "llamada telefónica muy productiva" con Putin y que habían acordado iniciar negociaciones de inmediato. Luego informó al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, sobre la llamada.
En una declaración emitida a última hora de la noche después de las conversaciones en París el miércoles, los ministros de Asuntos Exteriores de las potencias europeas, incluidos Gran Bretaña, Francia y Alemania, dijeron que Europa debe ser parte de cualquier negociación futura sobre Ucrania.
Una fuente diplomática europea dijo que los ministros acordaron que ahora participarán en un "diálogo franco y exigente" con funcionarios estadounidenses en la Conferencia de Seguridad anual de Munich, una reunión de tres días que comienza en la ciudad del sur de Alemania este viernes.
Los líderes europeos dicen que una de las razones por las que necesitan participar en las negociaciones es que Washington ha dejado claro que espera que proporcionen garantías de seguridad para cualquier acuerdo de paz, lo que podría significar el despliegue de tropas europeas en Ucrania.
"No podemos dejar de estar en la mesa porque somos muy importantes para la implementación real de esas garantías de seguridad", afirmó el ministro de Defensa holandés, Ruben Brekelmans.
El secretario general de la Otan, Mark Rutte, intentó restar importancia a las diferencias dentro de la alianza, diciendo a los periodistas que había "una clara convergencia" en puntos clave.
"Todos queremos la paz en Ucrania más pronto que tarde. Todos queremos que Ucrania esté en la mejor posición posible cuando comiencen esas conversaciones... y... es crucial que, sea lo que sea lo que salga de esas conversaciones, sea duradero", dijo Rutte a los periodistas.
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