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La conocida como 'milla de los milmillonarios', junto a Central Park, en Manhattan.
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En Nueva York viven cerca de 360.000 millonarios. Madrid es la número 32 en el ranking de las ciudades con más ricas del mundo
Un total de 359.560 multimillonarios viven en Nueva York. Para hacernos una idea, esa es la población total que suman Santander, Logroño y Teruel. Bilbao tiene menos habitantes que millonarios Nueva York.
Es como salir a dar un paseo por los alrededores del Guggenheim y que todos los vecinos se apelliden Botín, Ortega, Del Pino Calvo-Sotelo, Andic, Fluxá o Koplowitz. En Manhattan hay tantos, que la mayoría pasan desapercibidos y, precisamente por eso, viven en la capital del dinero.
Nueva York es la ciudad más cara del mundo y también la más rica, según el último ránking publicado por Henley & Partners y New World Wealth. Conserva su trono un año más y no parece que vaya a perderlo a corto plazo. Le sigue, aunque de lejos, la zona de la Costa Oeste, pero han tenido que agrupar varias ciudades (Los Ángeles, San Francisco y alrededores de Silicon Valley) para acercarse tímidamente a Nueva York. Tercer puesto para Tokio.
La primera ciudad europea es Londres, que ocupa el quinto lugar en la clasificación general. España aparece en el puesto 32 gracias a Madrid.
En EE.UU están 11 de las 50 ciudades más ricas del mundo. Quince estarían en Europa y otras tantas en Asia. Pero Nueva York en solitario suma casi tantos millonarios como cualquiera de los dos continentes.
Es más, el patrimonio de todos los ricos que viven en Manhattan (con permiso de Brooklyn, donde también ha terminado algún despistado) suma cerca de tres billones de dólares, por encima de lo que viene siendo el PIB de Canadá, Italia o Brasil. Y dos veces el de España. Si se pusieran de acuerdo, tendrían dinero suficiente para lanzar una opa hostil por Nvidia y, con lo que les sobra, comprar todo el Ibex 35 si se les antoja.
¿Exagerado? Elon Musk lanzó una opa para hacerse con Twitter porque no le gustaba que nadie le pusiera límites a su derecho a la libertad de expresión.US$44.000 millones le costó al entonces hombre más rico del planeta hacerse con una red social entera para tuitear a su gusto.
Y hay que tener en cuenta que su fortuna ni siquiera computa en los cálculos de Nueva York, ya que el fundador de Tesla tiene su domicilio en algún lugar de Texas, una de las zonas que más puestos ha escalado en el ránking de las ciudades con más millonarios y riqueza del mundo.
En Nueva York hay mucha celebrity de Hollywood. No falta pompa y lugares para dejarse ver. Sin embargo, su gran atractivo para las grandes fortunas es justamente lo contrario: la posibilidad de disfrutar del lujo en el más absoluto anonimato.
Restaurantes exclusivos que no están a pie de calle. Clubes privados en los que además de ser millonario solo se puede ingresar con invitación personal. Rascacielos a las puertas de Central Park con las mejores vistas de la ciudad, pero con accesos en los sótanos y puertas traseras para que nadie sepa quién entra y quién sale.
La identidad de sus residentes es uno de los secretos mejores guardados por los porteros de la ciudad. Porque la discreción también tiene un precio en Nueva York.
En Manhattan no vive ninguna de las diez personas más ricas del mundo. De hecho, solo sesenta milmillonarios tienen su residencia en esta ciudad, frente a casi 360.000 modestos millonarios que no llegan a acumular un patrimonio superior a 1.000 millones de dólares. Las grandes elites prefieren Texas, Washington, Florida, Nebraska y, sobre todo, las playas de California.
En cualquiera de estos estados es posible encontrarse con alguna de las mayores fortunas del planeta, pero no en Nueva York. Sus rostros son tan conocidos que ninguna urbe del mundo puede garantizarles el anonimato, así que optan por retirarse a mansiones a las afueras de grandes ciudades que les ofrecen casi los mismos lujos que Nueva York, pero donde además suele estar la sede de los gigantes empresariales que son la razón de su abultado patrimonio.
Tres excepciones que no cumplen el estereotipo al cien por cien: Elon Musk y Warren Buffett, que no viven en suntuosos palacios, pero sí cerca de sus empresas; y Jeff Bezos, que se acaba de mudar a Miami, a miles de kilómetros del cuartel general de Amazon, aunque en su caso sí hay mansión.
En concreto, tres. Derribará dos para construir una mucho más grande, y la tercera es para vivir temporalmente hasta que esté listo su exclusivo hogar definitivo. En estos casos, las mansiones de Nueva York se les quedan pequeñas.
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