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Las pruebas de diagnóstico son insuficientes en África central
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Determinar cómo se propaga es fundamental para detener la transmisión de este virus que la OMS declaró emergencia sanitaria
A medida que los detectives de enfermedades se apresuran a llegar a África central para sofocar el contagio de mpox, se encuentran con un complejo mosaico de patrones de infección que implican diferentes cepas virales y rutas de infección muy diferentes.
En la región oriental de la República Democrática del Congo, rica en oro, un virus recién mutado se está propagando principalmente entre los adultos a través del contacto sexual.
En otras zonas del país, una cepa más antigua se está propagando de los animales salvajes infectados a las personas que los cazan y manipulan, lo que ha provocado una explosión mortal de casos entre los niños. Ambas vías víricas están relacionadas con las infecciones de los miembros de las familias de los pacientes y de los trabajadores sanitarios que los atienden.
El virus está recorriendo las rutas internacionales de transporte hacia los países vecinos, y hay informes de un aumento de la violencia sexual que aviva la transmisión, especialmente entre los congoleños desplazados por el conflicto que viven hacinados en campamentos.
Determinar cómo se produce la propagación es fundamental para detener la transmisión de una enfermedad emergente que la Organización Mundial de la Salud declaró emergencia sanitaria internacional la semana pasada.
"Existen grandes lagunas de conocimiento y una enorme necesidad de colmarlas lo antes posible. Comprender los patrones de transmisión es una de las necesidades más acuciantes", declaró Margaret Harris, portavoz de la OMS en Ginebra.
Las pruebas de diagnóstico son insuficientes en África central, afirman los investigadores, al igual que la sofisticada secuenciación genómica que ayudó a los científicos a cartografiar y comprender la propagación del Covid-19 dentro de las comunidades.
Según la OMS, el mpox se transmite de múltiples formas en el Congo, incluido el contacto físico estrecho entre personas que practican sexo transaccional. Las personas infectadas también pueden transmitir el virus a las personas con las que conviven y a los profesionales sanitarios que las tratan.
Desde principios de año se han producido cerca de 19.000 casos y casi 550 muertes en toda África. La mayor parte de ellos se han producido en el Congo, donde se registraron casi tres cuartas partes de los 1.405 nuevos casos de viruela símica en el continente en la semana transcurrida hasta el martes, según datos de los CDC africanos.
Sin embargo, es probable que la cifra real sea mucho mayor debido a la falta de notificación y a la escasez de pruebas.Alrededor de 17% de los nuevos casos del Congo se confirmaron mediante pruebas y el resto se ajustaban a la definición de la enfermedad de la agencia.
Burundi ha notificado 170 casos, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. La semana pasada, Suecia informó de una infección inicial en un viajero, mientras que Tailandia confirmó su primer caso el jueves.
La cepa que está explotando en África, endémica del Congo e históricamente más grave, se denomina clado I. La mayoría de los casos en el Congo corresponden a la subvariante Ia, que es responsable de cerca del 85% de las muertes; cerca del 80% de los casos conocidos de clado Ia se dan en niños. La segunda subvariante, Ib, se está extendiendo entre los adultos.
"Algunos de estos virus emergentes que estamos viendo están cambiando de comportamiento y volviéndose más agresivos", afirmó Helen Rees, fundadora del Instituto de Salud Reproductiva y VIH de Johannesburgo. "Lo vimos con el ébola, lo vimos con el Covid y ahora lo estamos viendo con el mpox".
Aunque es vital comprender cómo se propagan las distintas cepas, las autoridades sanitarias afirman que es igualmente crucial trabajar con las comunidades afectadas para explicarles la necesidad de un cambio de comportamiento.
"Tenemos que comunicar bien a los niños que se abstengan de comer carne de la selva o animales que aparezcan muertos en el bosque", dijo Jean-Jacques Muyembe-Tamfum, microbiólogo que dirige las respuestas a las emergencias sanitarias en la RDC. "Este es el primer paso".
La segunda es detener la transmisión de persona a persona asegurándose de que las comunidades sean conscientes de la necesidad de lavarse las manos con regularidad y de tomar medidas de precaución al mantener relaciones sexuales, como el uso del preservativo, dijo Muyembe-Tamfum.
A diferencia del clado IIb, una cepa más leve que estalló en 2022 y se propagó principalmente a través de hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, el mpox se está propagando en el Congo a través de diversas formas de actividad sexual y contacto físico estrecho.
Es necesario volver a utilizar la experiencia adquirida en la región con la propagación de virus que han causado enfermedades como el ébola, el Covid y el sida, afirmó.
"Por desgracia, hemos olvidado todo esto", afirmó Muyembe-Tamfum. Pero, con una nueva amenaza infecciosa a las puertas, "ya es hora de que pongamos todo esto en marcha".
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