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Los que se oponen a los cambios en el sistema de pensiones, hasta ahora han concentrado sus esfuerzos en organizar marchas
Decenas de miles de personas marcharon por Francia el sábado para denunciar los planes del gobierno de renovar el sistema de pensiones de la nación, en una prueba clave de si los sindicatos pueden revivir el impulso construido en las rondas iniciales de acción.
Los que se oponen a los cambios en el sistema de pensiones, en particular, un plan para aumentar la edad de jubilación, hasta ahora han concentrado sus esfuerzos en organizar marchas entre semana y convocar huelgas generales.
La participación disminuyó en la tercera ronda de protestas, celebrada el martes, luego de que el gobierno del presidente Emmanuel Macron ofreciera algunas concesiones . Los sindicatos también dicen que sus miembros no pueden darse el lujo de renunciar a salarios en paros repetidos entre semana.
Grandes multitudes en las ciudades más grandes de Francia el sábado sugirieron que los sindicatos habían logrado movilizar a la población. Pero hubo pocas interrupciones en los servicios, y la mayoría de los trenes y el transporte público funcionaron normalmente. La excepción fue en el aeropuerto de Orly, cerca de París, donde la mitad de los vuelos fueron cancelados por la tarde.
Independientemente de la participación, los sindicatos más influyentes de Francia han pedido otro día de acción el 16 de febrero, cuando las medidas de edad de la reforma se debatan en la Asamblea Nacional.
En una declaración conjunta, los sindicatos amenazaron con acciones más radicales y dijeron que cerrarán el país el 7 de marzo si el gobierno no cede.
“Podemos hacerlo”, dijo Laurent Berger, jefe del sindicato CFDT, a los periodistas el sábado, citando un consenso total entre las organizaciones laborales sobre la necesidad de aumentar la presión contra Macron.
La amplitud y la dinámica de las protestas callejeras en Francia a menudo han demostrado ser decisivas para los esfuerzos de reforma de los presidentes anteriores. En 1995, el gobierno de Jacques Chirac abandonó un plan de revisión de pensiones después de huelgas paralizantes. Las prolongadas protestas dirigidas por estudiantes forzaron un cambio de sentido en las leyes laborales en 2006, incluso después de que el parlamento aprobara los cambios.
El presidente Nicolas Sarkozy en 2010 impulsó el aumento de la edad de jubilación de Francia de 60 a 62 años a pesar de meses de agitación. Macron ahora quiere elevarlo aún más, a 64.
“Manifestaciones no es la única forma de oponerse a la reforma de las pensiones, pero es importante porque es la más simbólica y tangible”, dijo Adelaide Zulfikarpasic, directora de la encuestadora BVA France. “Para el gobierno, si la participación es menor, es una oportunidad para decir que el movimiento está perdiendo fuerza”.
De hecho, algunas encuestas recientes han mostrado que el desafío puede haber comenzado a desvanecerse. Según una encuesta de Elabe a 1001 franceses para BFM TV, la oposición a la reforma de las pensiones cayó al 65 % el 8 de febrero desde un máximo del 72 % el 25 de enero. La investigación de la encuestadora también mostró que un poco menos de personas consideran aumentar la pensión edad como una medida injusta o ineficaz.
Lo que dice la economía de Bloomberg
“Las huelgas generalizadas contra los planes del gobierno de aumentar la edad de jubilación pondrán a prueba aún más la resiliencia de la economía. Un período prolongado de alta inflación y desempeño económico más débil se sumará a los desafíos políticos que enfrenta el presidente Emmanuel Macron, a medida que avanza con su controvertida reforma de las pensiones”.
—Maeva Cousin, economista. Para un análisis completo, haga clic aquí
Macron hasta ahora ha mostrado pocas señales de que retrocederá. Hablando al margen de una cumbre de líderes europeos el viernes, el presidente francés dijo a los periodistas que los sindicatos no deben “bloquear la vida del resto del país”.
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