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La compra de un carro nuevo es una aspiración general de los empleados, excepto para los venezolanos, quienes deben esperar más de 90 días para conseguir un cero kilómetros.
Esto sucede en especial si el vehículo es importado, o si deben comprarlo en el mercado de segunda por un precio superior al de fábrica.
Las regulaciones de las importaciones y el control sobre el cambio del dólar han hecho que el negocio de los vehículos en Venezuela sufra con la especulación y la disminución de ventas, hasta llegar a que los usados sean más caros que los nuevos.
La dificultad para encontrar carros nuevos importados en el país vecino y la tardanza para acceder a ellos ha provocado un alza en los precios de los usados, que el año pasado se reportaban en promedio en un 40% por encima del valor de los autos nuevos.
Salvo algunas marcas que se pueden comprar en países como China, Ecuador y Argentina, hay restricciones para importar vehículos armados. En un principio, la medida tuvo el propósito de incentivar la producción nacional. Pero se ha traducido en un mínimo flujo de autos nuevos.
'En efecto, los carros usados se revalorizan en sus precios con relación al costo original. No es extraño entonces que un carro hoy se venda por más de lo que costó hace 3 ó 4 años, por ejemplo', dijo Raúl Álvarez, periodista del portal de vehículos Guiamotor.com.
'A veces hay que esperar cuatro meses para conseguir un carro nuevo, porque la industria de autopartes está rezagada. Eso origina que algunas demoren más que otras. Ante la escasez de carros nuevos se valoran los carros usados', agregó.
Esta situación tuvo su punto más álgido a mediados del 2011, y a pesar de los esfuerzos del gobierno, aún no se ha podido corregir.
'Cuando el precio del carro usado no sobrepasa al del mercado primario, es similar o se aproxima bastante, hasta casi alcanzarlo', comentaba el año pasado una ejecutiva de ventas de un concesionario.
En muchos casos, en el mercado de carros de segunda sucede que modelos con una diferencia de dos o tres años tienen un costo similar. Por ejemplo, un Toyota Corolla automático nuevo tiene un precio sugerido de 334.447 bolívares (US$77.778), pero en una página de compra y venta de vehículos por internet se encuentran de un año después en 343.000 bolívares (US$79.767).
Además, la ausencia de un libre mercado por la intervención provoca una baja producción. En la actualidad, se calcula que las empresas están trabajando con el 40% de su capacidad de producción. Todas estas razones aumentan la demanda de usados.
Para Oliverio García, presidente de la Asociación de Importadores, esta es la consecuencia lógica de la situación.
'La gente tiene que movilizarse y el mercado del usado también es limitado. Ahí se está a la merced de la oferta y la demanda', precisó.
Sin embargo, hay que aclarar que esta particularidad no se utiliza con mucha frecuencia como un negocio, pues la escasez de carros no permite que se hagan muchas transacciones, y últimamente el Gobierno pone más atención a este tipo de ventas.
El Ejecutivo de Chávez tiene intervenido el mercado automotor venezolano desde octubre del 2007. Para la fecha el país era el tercer mayor mercado suramericano, tras Brasil y Argentina, y el cuarto en América Latina, luego de agregar a México. Hoy Venezuela está en el octavo lugar, según cifras a diciembre de 2011.
Según las estadísticas de Cámara Automotriz de Venezuela (Canavez), en 2007 se vendieron 491.899 vehículos nuevos. Desde entonces, la cifra fue disminuyendo considerablemente hasta alcanzar el 120.691 en 2011. Esto representa una disminución del 75,4% en solo 4 años.
'El 2007 fue un año récord en ventas y se ubicó al país en el primer lugar de las ventas de vehículos por 1.000 habitantes en Latinoamérica. En 2011 estaba ya por debajo de Colombia', señaló García.
'Mientras que Colombia es una economía de libre mercado, en Venezuela los mercados son intervenidos. Eso afectó la oferta y de ahí la contracción. Ese es el problema del proteccionismo', señaló.
Por otro lado, la inflación elevada de los precios al consumidor hace que las compras en cuotas o programadas sean una forma en que los concesionarios elevan los precios de sus vehículos.
Esta situación llevó al gobierno a tomar cartas en el asunto, por lo cual hizo que la Asamblea Nacional aprobara la Ley que regula la compra y venta de vehículos nuevos y usados. Es decir, más intervención en el mercado, pero hasta hoy se está discutiendo.
Diferencias en las industrias
Al comparar las ventas de vehículos entre Colombia y Venezuela se nota claramente cómo se han intercambiado los papeles en cuanto a la proporción. En 2007 la comercialización venezolana casi duplicaba a la colombiana, pero después de la recesión mundial de 2009, el mercado local fue incrementando hasta doblar la cifra del país vecino en el año pasado.
En cuanto a venta de importados, los venezolanos vendieron poco menos del 10% de lo que se vendió aquí. Por otro lado, en ese país no se exportó un solo auto en el 2011.
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