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La UE aprueba acuerdo entre Lufthansa e ITA Airways
El acuerdo contempla concesiones para preservar la competencia justa en rutas desde Italia hacia resto de Europa y Norteamérica
La inversión de US$350 millones de Deutsche Lufthansa AG en la italiana ITA Airways obtuvo la aprobación de la Unión Europea, lo que le permitió a la primera ministra Giorgia Meloni deshacerse de la responsabilidad de una aerolínea cuyo predecesor fue una carga para los recursos estatales durante décadas.
La Comisión Europea dijo el miércoles que aprobó el acuerdo planeado después de aceptar una serie de concesiones destinadas a preservar la competencia justa en rutas clave desde Italia hacia el resto de Europa y América del Norte.
"Necesitábamos evitar que los pasajeros terminaran pagando más o con menos servicios de transporte aéreo y de peor calidad", dijo la jefa de competencia de la UE, Margrethe Vestager, en un comunicado, añadiendo que las soluciones presentadas abordan las preocupaciones de la comisión en materia de competencia.
La aprobación de los organismos de control de la UE pone fin a meses de incertidumbre sobre el futuro del acuerdo, en el que Lufthansa, con sede en Colonia, comprará inicialmente 41% del sucesor del fallido buque insignia Alitalia al estado italiano, con una opción para adquirir el resto más adelante.
La transacción parecía inicialmente al borde del colapso, ya que los reguladores de la UE presionaron a las partes para obtener mejores concesiones en un intento de preservar la competencia justa en los vuelos desde los aeropuertos de Milán Linate y Roma, y surgieron preocupaciones particulares sobre cómo asegurar una competencia justa en las rutas transatlánticas.
La venta de ITA se enmarca en los esfuerzos de Meloni por cumplir con el objetivo de privatización de US$21.519 millones. Si bien su gobierno de derechas no cobrará inmediatamente millones como parte del acuerdo, limitará la exposición a un pasivo industrial que ha pesado sobre las arcas públicas para seguir creciendo.
Para Meloni, el acuerdo también supone un elemento simbólico de orgullo, ya que varios gobiernos anteriores al suyo, incluido el liderado por Mario Draghi, no lograron poner un fin definitivo a la saga Alitalia.
La operación había sido seguida de cerca en la industria de la aviación como un indicador de cómo podría avanzar la tan esperada consolidación en el mercado europeo. Lufthansa y el gobierno italiano se habían mostrado cada vez más frustrados con la resistencia de Bruselas en los últimos meses, y el director ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, dijo que podría vivir sin el negocio italiano, mientras que no se podía decir lo mismo de ITA sin Lufthansa.
Según la decisión de la UE, Lufthansa y el gobierno italiano tienen que poner a disposición de al menos una aerolínea competidora los activos necesarios para que puedan operar vuelos directos entre Roma o Milán y determinados aeropuertos de Europa Central. Lufthansa también cederá franjas horarias de despegue y aterrizaje en el aeropuerto de Milán Linate para determinadas rutas europeas.
Para los vuelos de larga distancia, la nueva compañía se había comprometido a llegar a acuerdos con sus rivales para mejorar su competitividad, mediante acuerdos de interconexión o intercambios de franjas horarias.
Los compromisos de la UE exigen que Lufthansa obtenga la aprobación de la Comisión Europea para los beneficiarios de las concesiones antes de que el acuerdo pueda cerrarse definitivamente, dijeron los reguladores del bloque. Esto significa que los reguladores de la UE tendrán que volver a comprobar si las aerolíneas seleccionadas para beneficiarse de las concesiones preservarán la competencia.
Con ITA, Lufthansa obtiene un activo que ha sido persistentemente poco rentable durante décadas, pero que también sirve a uno de los mercados más grandes y competitivos de Europa. Los especialistas en vuelos económicos Ryanair Holdings Plc y Easyjet Plc han creado grandes negocios en Italia, un importante centro turístico del Mediterráneo.
Lufthansa ha demostrado que puede integrar y mejorar la situación de sus filiales nacionales en crisis. El grupo de aerolíneas alemán también posee filiales suizas, austriacas y belgas de Brussels Air. Las filiales se han beneficiado del alcance global de Lufthansa y de los acuerdos de compra conjunta de aviones, además de canalizar más negocios a través de los principales centros de operaciones de Frankfurt o Múnich.
La creciente consolidación en la industria aérea europea ha llevado más transacciones a las mesas de los reguladores de competencia de la UE. El organismo de control del bloque también está investigando actualmente la adquisición de Air Europa por parte de IAG SA, la matriz de British Airways, por US$430 millones, una operación que ya se retiró una vez en el pasado debido a la presión regulatoria y que podría enfrentar obstáculos similares en esta ocasión.
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