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La salida a Bolsa de Lyft se ultima con grandes expectativas para los inversores de Wall Street, ansiosos por tomar el pulso de los grandes unicornios de Estados Unidos.
La empresa de taxis que compite con Uber prevé empezar a cotizar el viernes en el Nasdaq con una valoración de algo más de 23.000 millones de dólares. La cifra implica un precio por acción de por encima de la horquilla inicial, fijada en entre US$62 y US$68, según adelanta The Wall Street Journal citando fuentes próximas a la operación.
La subida de la valoración subraya el fuerte interés sobre la compañía, cuya OPV es la antesala de otras grandes operaciones previstas este año, como las de Uber y Pinterest. En su última ronda privada de financiación, a comienzos del año pasado, Lyft se valoró en más de US$15.000 millones.
La empresa registró unas pérdidas netas de 911 millones de dólares en 2018, un 32% más. Lyft cerró el ejercicio con 30,7 millones de clientes y 1,9 millones de conductores. El valor total de los viajes reservados en su plataforma ascendió a US$8.100 millones, mientras que sus ingresos netos se situaron en US$2.200 millones. Según la información presentada al regulador de los mercados estadounidenses (SEC, por sus siglas en inglés), Lyfy ya controla 39% del mercado estadounidense, 17% más que a finales de 2017 y en detrimento de Uber.
Muchas empresas de estas características comienzan a cotizar con dos tipos de acciones para garantizar el control de los derechos de voto por parte de sus fundadores. Lyft prescindirá de esta fórmula y todos los títulos tendrán los mismos derechos. Pese a todo, los creadores de la empresa, John Zimmer y Logan Green, tendrán la mayoría en el capital, en el que también participan firmas como Rakuten y General Motors.
Además, Lyft ha diseñado un sistema para que los conductores a se conviertan también en accionistas, mediante la entrega de un bonus fijado en función de sus viajes que podrá canjearse por títulos.
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