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€20.000 millones se generarán mediante un aumento de los ingresos públicos, con subidas de impuestos a los individuos ricos y grandes empresas
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, respaldó un impuesto temporal a las empresas más grandes del país, alejándose de su histórica postura proempresarial. El gobierno francés anunció el miércoles planes de recortes del gasto y subidas de impuestos por valor de unos €60.000 millones (US$66.000 millones) para el próximo año. Busca frenar el creciente déficit presupuestario y reforzar la confianza de los inversionistas en el país.
Algo menos de €20.000 millones se generarán mediante un aumento de los ingresos públicos, con subidas de impuestos a los individuos ricos y las grandes empresas, y más impuestos verdes. “Un impuesto excepcional para las grandes empresas es algo que entienden bien si es por un año, dado el esfuerzo que debemos hacer”, dijo Macron en un panel de discusión con Stephanie Flanders de Bloomberg en el Diálogo Global de Berlín. “Pero debe ser limitado, no tenemos que olvidar la realidad de nuestra economía, la realidad de nuestra competitividad y nuestra posición”.
Es un fuerte contraste con los siete años anteriores de su presidencia, en que se mostró más proempresarial y evitó subir los impuestos. Pero Macron está acorralado. Tras las elecciones anticipadas que convocó en junio, ya no tiene una mayoría viable en el Parlamento y la situación de las finanzas públicas francesas se ha deteriorado significativamente.
El país requerirá un fuerte ajuste fiscal para reducir el déficit presupuestario de Francia del actual 6,1% al 5% del producto interno bruto, dijeron funcionarios del gobierno en una sesión informativa para periodistas el miércoles, hablando bajo condición de anonimato en línea con las normas internas.
El primer ministro, Michel Barnier, dijo que recurre a la subida de impuestos porque el desafío de la deuda de Francia está empujando al país hacia un precipicio. La inestabilidad política y la incertidumbre fiscal han llevado a los inversionistas a vender activos franceses, y la prima de riesgo de la deuda pública se acerca a su nivel más alto desde la crisis de la zona euro de hace una década.
El diferencial de tasas de los bonos franceses a 10 años frente a sus pares alemanes llegó a 79 puntos básicos, en comparación con 50 puntos básicos de antes de la votación. Subió a los 86 puntos básicos durante la agitación política del verano.
París es, de lejos, el mercado de valores europeo de peor desempeño este año. Las acciones francesas están prácticamente planas, mientras que Milán, Frankfurt, Madrid y Londres acumulan subidas de dos dígitos. El índice CAC 40 alcanzó un máximo histórico en mayo, pero se desplomó después de que Macron convocara a elecciones anticipadas el 9 de junio.
Aunque el presidente reconoció que podría ser necesario aumentar los impuestos debido a la situación, dijo que la principal prioridad para la economía francesa sigue siendo impulsar el empleo entre los trabajadores más jóvenes y los de más edad. Advirtió que es muy difícil recortar el gasto social y que Francia tiene poco margen de maniobra en materia tributaria, pues ya es el país que más recauda de Europa en relación con el tamaño de su economía.
“Si tuviéramos el mismo nivel de actividad que Alemania, no tendríamos déficit público”, dijo. “Es mucho más inteligente trabajar en eso que obsesionarse por un ajuste a corto plazo que es un asesino para el crecimiento”.
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