Mayores controles en el Darién redujeron el número de migrantes que pasan por allí

El número de migrantes que atraviesan las selvas de Colombia y Panamá camino de Estados Unidos ha disminuido en las últimas semanas, lo que podría indicar un nuevo descenso de las nuevas llegadas a la frontera sur.

El endurecimiento de los controles impuestos por el nuevo presidente de Panamá y el cierre de las fronteras tras las controvertidas elecciones en Venezuela han contribuido al descenso, según Elías Solís, presidente de la Cruz Roja de Panamá, que ofrece asistencia humanitaria y médica a quienes realizan el peligroso viaje a través del Tapón del Darién.

Muchos llegan deshidratados y con problemas estomacales, lesiones y traumas emocionales, siendo los venezolanos, ecuatorianos y haitianos los grupos más numerosos. Los cruces de inmigrantes indocumentados a través de la frontera sur de EE.UU. han caído en picado desde la orden ejecutiva del Presidente Joe Biden en junio que limitaba las solicitudes de asilo, y los datos del Tapón del Darién indican que el número podría disminuir aún más. Esto podría ser de gran ayuda para la campaña presidencial de la demócrata Kamala Harris, que intenta contrarrestar los ataques del ex presidente Donald Trump, republicano, de que la administración no hizo lo suficiente para asegurar la frontera. Las encuestas realizadas en estados indecisos por Bloomberg News y Morning Consult han mostrado que la inmigración es el segundo tema para los votantes en las elecciones presidenciales, solo por detrás de la economía.

"Los números reducidos de Darien son ciertamente un factor que impide que el partido republicano aproveche al máximo la frontera como una línea de ataque contra Kamala Harris", dijo Adam Isacson, que estudia la política migratoria estadounidense en la Oficina de Washington para América Latina. "Incluso si es solo una situación temporal, ese perro no está ladrando tanto en este momento". El número de migrantes que llegan a la frontera de EE. UU. con México aumentó a un récord de 2,5 millones en 2023, pero cayó este año. Los encuentros con agentes estadounidenses disminuyeron drásticamente en junio después de la orden de Biden, y cayeron aún más en julio.

El presidente panameño, José Raúl Mulino, que juró el cargo el 1 de julio, ha cerrado seis de los siete pasos fronterizos entre Panamá y Colombia con alambradas de púas y ha aumentado las patrullas marítimas en la zona, dijo la Cruz Roja de Panamá en su boletín de julio.

El Tapón del Darién es una franja de selva tropical sin caminos entre Colombia y Panamá que une Sudamérica y Centroamérica. Durante siglos se consideró prácticamente impracticable. Pero el año pasado, más de 520.000 personas lo atravesaron en su camino hacia el norte, según el gobierno panameño. En lo que va de año, hasta julio, unas 216.000 personas cruzaron las selvas del Tapón del Darién desde Colombia hasta Panamá, según cifras de la Cruz Roja.

Voto venezolano

Aún no está claro el impacto a largo plazo de las elecciones venezolanas en la inmigración, aunque podría haber un repunte en los próximos meses, según la organización. El presidente Nicolás Maduro ganó un tercer mandato en medio de críticas internacionales generalizadas sobre la transparencia del proceso electoral."La gente migra por diferentes razones, como su situación socioeconómica, la persecución política o la violencia en sus propios países", dijo Solís. "Si se abren las fronteras con Venezuela, es muy probable que continúen los flujos migratorios".

Mulino hizo campaña con la promesa de cerrar el Tapón del Darién, que según él supone una amenaza para la seguridad nacional y el entorno natural de Panamá. Panamá puso en marcha una alianza con el gobierno estadounidense para repatriar migrantes, y el primer vuelo de deportación voló a Colombia la semana pasada. Según Ariel Ruiz Soto, analista del Instituto de Política Migratoria, un centro de estudios con sede en Washington, el impacto de estos vuelos será probablemente pequeño y las autoridades panameñas no disponen de personal para vigilar eficazmente las barreras físicas del paso del Darién, como el alambre de espino. Un problema para las autoridades es que no es fácil devolver a los inmigrantes que detienen.