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El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, Bloomberg
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El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, dijo que espera hablar con el presidente Joe Biden en breve sobre las negociaciones para evitar un catastrófico incumplimiento de la deuda de Estados Unidos, aunque señaló que las conversaciones siguen estancadas.
McCarthy reiteró su oposición a aumentar los ingresos y dijo que Biden le dijo en su reciente reunión en la Oficina Oval que sabía que los impuestos estaban fuera de la mesa. Ahora ha cambiado de rumbo, dijo McCarthy.
“Nos quedan 11 días”, dijo McCarthy en el Capitolio el domingo, instando a Biden y a sus compañeros demócratas a ser “sensibles al respecto”.
Los comentarios de McCarthy se producen en medio de conversaciones turbulentas para evitar un incumplimiento y, como dijo el domingo la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, las posibilidades de que Estados Unidos pueda pagar todas sus facturas a mediados de junio son "bastante bajas".
“Parece como si él quisiera más la suspensión de pagos que un acuerdo”, dijo McCarthy en una entrevista con Sunday Morning Futures de Fox News.
Biden dijo a los periodistas el domingo en Japón que propuso recortar el gasto y que ahora los republicanos tienen la responsabilidad de cambiar sus demandas. El presidente insistió en que no estaría de acuerdo con un acuerdo que proteja las exenciones fiscales para los ricos y las industrias farmacéutica y de combustibles fósiles mientras recorta los fondos para la atención médica y la educación.
“Ahora es el momento de que la otra parte se mueva de sus posiciones extremas porque gran parte de lo que ya han propuesto es simplemente, francamente, inaceptable”, dijo Biden .
Los republicanos han reducido sus demandas sobre los límites de gasto de 10 años a seis años, según dos personas familiarizadas con las conversaciones, pero la Casa Blanca todavía quiere que el acuerdo dure dos años.
Una de las personas dijo que el Partido Republicano todavía está buscando un gran aumento en el gasto de defensa el próximo año, algo que profundizaría los recortes en los servicios sociales. Los demócratas han exigido que la defensa, que representa alrededor de la mitad de todos los gastos discrecionales federales, no se limite a los recortes.
McCarthy y su portavoz no respondieron cuando se les preguntó sobre la oferta de límite de gastos del Partido Republicano.
Yellen subrayó la urgencia de la situación y le dijo a NBC que es poco probable que EE. UU. llegue a mediados de junio y aún pueda pagar sus facturas. Si bien se esperan pagos de impuestos a mediados de junio, el problema es llegar a esa fecha, dijo.
McCarthy dijo que se habla de extender el techo de la deuda hasta 2025, pero dijo que está exigiendo recortes en el gasto federal a cambio de los votos del Partido Republicano para hacerlo. Biden, dijo, se está resistiendo.
“El presidente sigue cambiando de posición cada vez que Bernie Sanders tiene una conferencia de prensa”, dijo.
McCarthy dijo que Biden exige aumentos de impuestos después de acordar anteriormente mantenerlos fuera de la mesa. También dijo que los republicanos han hecho concesiones, pero no las especificaron.
El representante republicano Patrick McHenry, uno de los principales lugartenientes de McCarthy, dijo que era pesimista sobre el estado de las conversaciones. No hay planes para que los equipos de negociación de la Casa Blanca y el Partido Republicano se reúnan, dijo.
Los inversionistas se preparan para la volatilidad de la moneda esta semana y las pérdidas en las acciones mientras los legisladores estadounidenses luchan por cerrar un acuerdo de límite de deuda.
Las letras del Tesoro que vencen después de principios de junio se han negociado con importantes primas de rendimiento debido al riesgo de incumplimiento, y el costo de asegurar la deuda estadounidense contra la falta de pago se ha disparado en las últimas semanas.
Un incumplimiento de pago por primera vez en EE. UU. causaría un dolor enorme a la economía global, con pronósticos de pérdida de empleos y mayores costos de endeudamiento. Eso puso el enfrentamiento en Washington en la mente de los homólogos de Biden en la cumbre del Grupo de los Siete en Japón durante los últimos días.
“Definitivamente es un tema de interés aquí en el G-7”, dijo el sábado a los periodistas el asesor de seguridad nacional de EE. UU., Jake Sullivan. “Los países quieren tener una idea de cómo se desarrollarán estas negociaciones”.
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