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La "depreciación excepcional" del yuan que realizó ayer el gobierno chino levantó dudas sobre el impacto en otros mercados y sobre si la desaceleración del gigante asiático es mayor de lo que parece. En entrevista con DF, Brian J. Jacobsen, estratega jefe de Wells Fargo, explicó que la medida busca favorecer la economía, que la moneda sea más aceptada a nivel global y que no provocará una guerra de divisas en la región.
¿Cómo se puede interpretar la decisión de China?
La decisión persigue dos objetivos. Primero, apuntalar la economía. Esta es la razón por la que el mercado lo interpreta como algo negativo. Hasta ahora, el gobierno ha utilizado la política fiscal y monetaria para apoyar el crecimiento. Que utilice la política de tipos de cambio sugiere que la desaceleración es peor de lo que parece. Segundo, tomar las decisiones necesarias para lograr que el yuan sea más aceptado como una divisa global.
¿Qué efectos tendrá en China?
Una moneda ligeramente más débil ayudaría, marginalmente, a la competitividad de las exportaciones y a elevar el precio de las importaciones para China. No es una mala combinación ya que la tasa de inflación anual es 1,6% y sus exportaciones han estado sufriendo. Junto con los estímulos monetarios y fiscales, muestra la forma en que el gobierno está avivando las llamas del crecimiento: un poquito cada vez.
¿Qué efecto tiene para consolidar al yuan como moneda de reserva?
La decisión ayuda también al gobierno chino a argumentar a favor de incluir el yuan en la canasta de Derechos Especiales de Giro (SDR, su sigla en inglés) del FMI. El Fondo considera que es pronto porque todavía hay mucha interferencia del gobierno en la fijación de precios y en la intercambiabilidad de la moneda. Moverse hacia una divisa en libre flotación es un pequeño paso para su inclusión.
¿Cree que va a provocar una guerra de divisas en Asia?
No. China sólo está alcanzando a sus vecinos. Otras divisas ya se han movido hacia valores más bajos mientras China estaba ocupada elevando el valor de su moneda.
Poner en contexto la decisión de China puede ayudar a disipar el temor sobre el inicio de una "guerra de divisas" en que los gobiernos tratan de bajar el valor de sus monedas en detrimento de sus vecinos.
El yuan se depreció frente al dólar hasta inicios de 1994, cuando el gobierno empezó a apuntalar su valor. A mediados de 2005, empezó lentamente a apreciarse y, en 2011, el gobierno permitió que el yuan fluctuara ligeramente.
El último paso es parte de un plan a largo plazo para permitir que el valor del yuan se determine por las fuerzas del mercado más que por decreto del gobierno.
¿Cómo afectará a otros mercados emergentes?
Hasta ahora, el yuan ha incrementado su valor en referencia a las divisas de otros mercados emergentes. Afecta de forma indirecta por lo que implica: si China ha tomado la decisión es porque su crecimiento es más débil de lo que quieren, entonces el crecimiento global es más débil y esto daña a los emergentes. La caída del precio de los commodities ha golpeado a muchos emergentes, esto es otro golpe al sentimiento.
¿Impactará en la decisión de subir las tasas de la Fed?
Podría, pero de forma marginal. Las importaciones de EEUU desde China serán un poco más baratas y esto es levemente deflacionario, un argumento a favor de subir la tasa en diciembre y no en septiembre. En mi opinión, la Fed tomará la decisión cuando considere que la economía puede soportar el movimiento.
¿Incrementará el costo del petróleo en China?
Sí. Esto dañará la demanda de petróleo, una de las razones por las que vemos presiones adicionales sobre el crudo.
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