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Solicitudes iniciales disminuyeron en 17.000 hasta alcanzar 233.000, demuestra que el mercado laboral no está tan afectado
Las solicitudes iniciales de empleo en Estados Unidos cayeron la semana pasada a su nivel más alto en casi un año, lo que podría aliviar algunas preocupaciones de que el mercado laboral se está enfriando demasiado rápido luego del decepcionante informe de empleo de la semana pasada.
Las solicitudes iniciales disminuyeron en 17.000, a 233.000, en la semana que terminó el 3 de agosto, según datos del Departamento de Trabajo. Esto se debió a que hubo menos solicitudes en estados que habían registrado grandes aumentos en las últimas semanas, como Michigan, Misuri y Texas.
La disminución de las solicitudes iniciales puede ayudar a tranquilizar a los mercados en el sentido de que la fuerza laboral simplemente está volviendo a su tendencia anterior a la pandemia en lugar de deteriorarse rápidamente. Ese era el consenso hasta la semana pasada, cuando el informe de empleo mostró que los empleadores redujeron sustancialmente las contrataciones en julio y la tasa de desempleo aumentó por cuarto mes, lo que desencadenó un indicador clave de recesión.
Pero ayer, todos los principales grupos del S&P 500 avanzaron, y el indicador registró su mayor subida desde noviembre de 2022, cuando los datos mostraron que las peticiones iniciales de subsidio de desempleo en EE.UU. habían caído al nivel más bajo en casi un año.
A medida que disminuía la angustia económica, los bonos del Tesoro caían en toda la curva, con la venta liderada por los vencimientos más cortos. Los bonos mantuvieron sus pérdidas tras una débil venta de US$25.000 millones de deuda pública a 30 años.
El S&P 500 subió 2,3%, el tecnológico Nasdaq 100 3,1%, el Russell 2000 de empresas más pequeñas sumó 2,4%.
La advertencia de recesión a comienzo de semana contribuyó a una ola de ventas en el mercado mundial y provocó llamados a la Reserva Federal para que comience a reducir las tasas de interés antes de su próxima reunión de política monetaria programada para septiembre, lo que los economistas dicen que sería muy poco probable.
En cambio, varios esperan un recorte de tasas de 50 puntos básicos el próximo mes en lugar de los 25 habituales, aunque es probable que los funcionarios se opongan a tal medida.
Durante el ‘lunes negro’ de inicios de semana, en parte por el alza en la tasa de interés del Banco Central de Japón y otra por la tentativa de ataques desde Irán a Israel, los temores por una entrada en recesión económica en Estados Unidos se avivaron.
Con la persistencia de la Fed de no bajar aún las tasas de interés y unos resultados del mercado laboral poco alentadores de la semana pasada, las principales bolsas del mundo reaccionaron de inmediato ante la mencionada posibilidad de recesión en Estados Unidos.
El temor de una recesión en EE.UU. volvió a Wall Street, y así como las bolsas de las potencias del mundo terminaron en rojo.
Todo empezó en Asia, que descontó la crisis en EE.UU. El referencial Nikkei 225 perdió 13,47%, a 31.078,00 puntos, su mayor caída diaria desde octubre de 1987, mientras que el Euro Stoxx 500 perdió 1,49%.
Sin embargo, el viernes pasado las acciones experimentaron un sólido repunte y los bonos cayeron después de que la última lectura del mercado laboral estadounidense ayudara a aliviar los temores sobre una desaceleración más pronunciada en la economía estadounidense.
El 31 de julio y por octava reunión consecutiva, la Reserva Federal mantuvo los tipos de interés en el rango de 5,25% y 5,5%, referencia que no se veía desde 2001. Ante esta inalteración, la incertidumbre por alcanzar las metas inflacionarias y el aparente enfriamiento del mercado laboral estadounidense permanece latente. Referentes de la banca estadounidense como JPMorgan presumen que la Fed podría decidir un recorte de medio porcentual en las próximas reuniones en septiembre y noviembre, esto ante la presunta baja en la ‘presión inflacionaria’.
El salario mínimo mensual se ha elevado de US$482 a US$627 para 2025, según anunció el martes el ministro de Trabajo de ese país
En 2019 el salario mínimo era de 16.875 pesos argentinos, equivalentes a US$210 en 2020 se redujo a US$125; en 2021 alcanzó los US$157; en 2022 subió a US$179
Nahuel Agustín Gallo, que había entrado Venezuela por un paso fronterizo terrestre con el fin de visitar a familiares en la localidad de Táchira, según la Cancillería en Buenos Aires