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La primera protesta, que tuvo lugar en abril, se convirtió en una de las más grandes durante los casi diez meses de mandato
El presidente Javier Milei vetó un proyecto de ley que habría aumentado los salarios en las universidades públicas de Argentina para compensar la altísima inflación, un día después de una manifestación masiva contra su campaña de austeridad.
Se estima que 270.000 miembros del personal universitario, estudiantes y activistas sindicales salieron a las calles el miércoles para protestar contra el veto de Milei, que según él se produciría después de que el proyecto de ley de gastos fuera aprobado en la Cámara de Representantes en agosto y en el Senado el mes pasado. El veto se hizo oficial en el diario nacional el jueves por la mañana.
Organizada por sindicatos, fue la segunda manifestación multitudinaria contra las amenazas que los agresivos recortes de gastos de los libertarios plantean a la educación superior. El sistema universitario público de Argentina es un motivo de orgullo casi universal en esta nación propensa a las crisis.
La primera protesta, que tuvo lugar en abril, se convirtió en una de las más grandes durante los casi diez meses de mandato de Milei, con alrededor de 430.000 asistentes de todos los grupos de edad y partidos políticos, según estimaciones de La Nación. Esta vez, los sindicatos convocaron a alrededor de dos tercios de esa cantidad de participantes, informó el periódico.
Tras la primera marcha, el gobierno compensó a las universidades por los costos operativos, pero no tuvo en cuenta los salarios, que constituyen la mayor parte del gasto. Desde entonces, ofreció un aumento salarial de 6,8% que fue rechazado por las universidades, según un comunicado del Ministerio de Capital Humano.
Según Nicolás Lavagnino, director del Grupo EPC del centro de investigación Ciicti, con sede en la Universidad de San Martín y la Universidad de La Plata, los salarios universitarios han perdido alrededor de 24% en términos reales desde noviembre de 2023.
Como proporción del producto interno bruto, el gasto en educación superior se ha hundido a su nivel más bajo desde 2005, según Empiria, una consultora con sede en Buenos Aires.
Milei asumió el cargo el 10 de diciembre e inmediatamente devaluó la moneda en casi 55%, lo que dio lugar a una inflación mensual de más de 25% que desde entonces ha caído a alrededor de 4%. Si bien los salarios han aumentado lentamente en términos reales, aún no han compensado el aumento inicial.
El proyecto de ley habría aumentado los salarios universitarios para compensar la inflación de 2024 y luego ajustarlos a la inflación futura, el equivalente a aproximadamente 0,14% del PIB, según un análisis presupuestario del Congreso. Los legisladores ahora tendrán la oportunidad de reconsiderar la propuesta después del veto de Milei.
El debate sobre la financiación universitaria refleja el que tuvo lugar a principios de este año sobre las pensiones y la seguridad social.
Ambas cámaras del Congreso aprobaron proyectos de ley que compensarían la inflación y Milei amenazó inmediatamente con vetar las medidas porque alterarían el equilibrio presupuestario. El veto del presidente a las pensiones se mantuvo cuando los legisladores no lograron reunir una mayoría de dos tercios para revocarlo, una victoria que su gobierno espera repetir esta vez.
“Esto tiene los mismos elementos que el debate sobre la seguridad social”, dijo Luis Picat, un diputado nacional de la provincia de Córdoba que votó en contra de la ampliación del presupuesto. “El Congreso no puede entrometerse en el presupuesto sin decir de dónde obtendrá los recursos para gastar más”.
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