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El Gobierno, al igual que varios sindicatos y políticos de la oposición, hicieron un llamado a los manifestantes para que no salieran a las calles.
Miles de manifestantes tomaron las calles de varias ciudades francesas el sábado en el quinto fin de semana de manifestaciones contra el gobierno del presidente Emmanuel Macron, pese a llamados a desconvocarlas después de un ataque mortal en Estrasburgo esta semana.
En París, la policía desplegó un gran número de efectivos para contener posibles estallidos de violencia. Sin embargo, varias grandes tiendas, como Galeries Lafayette, estaban abiertas para recibir a los compradores navideños.
Las cifras de manifestantes eran menores a las del sábado de la semana pasada, según una fuente policial.
Cerca de los Campos Elíseos, la policía dispersó a pequeños grupos de manifestantes con gas lacrimógeno.
No muy lejos, un grupo de activistas sin camiseta del grupo reivindicativo feminista Femen se enfrentaban a las fuerzas de seguridad a pocos metros del palacio del Elíseo, la residencia del presidente.
El movimiento de los “chalecos amarillos” comenzó a mediados de noviembre con protestas en las intersecciones y rotondas contra los aumentos de impuestos a los combustibles, pero rápidamente se convirtió en una movilización más amplia contra las políticas económicas de Macron.
Durante las protestas de los fines de semana en París ha habido actos de vandalismo y violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Loic Bollay, de 44 años, quien acudió a la manifestación de los Campos Elíseos con un chaleco amarillo, dijo que las protestas eran más moderadas este sábado que en semanas anteriores, pero que el movimiento continuaría hasta que se aborden las demandas de los manifestantes.
“Desde el atentado de Estrasburgo, está más tranquilo, pero creo que el próximo sábado y los sábados siguientes (...) volverá”, dijo.
El ministro del Interior dijo que alrededor de 69.000 policías estaban activos el sábado con una presencia reforzada en las ciudades de Toulouse, Burdeos y Saint-Etienne.
Una fuente policial dijo a Reuters que se estimaba la asistencia de unos 16.000 manifestantes en toda Francia, sin contar París, a las 1100 GMT, en comparación con los 22.000 a la misma hora del 8 de diciembre.
En París, donde grupos de cientos de manifestantes marchaban en grupos divididos en varios barrios, había 85 detenciones cerca del mediodía local, según un agente de la policía de París.
El Gobierno, al igual que varios sindicatos y políticos de la oposición, hicieron un llamado a los manifestantes para que no salieran a las calles el sábado, después de que cuatro personas murieron en un ataque con arma de fuego en un mercado navideño en la ciudad de Estrasburgo.
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