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Benjamin Netanyahu y sus ayudantes hablan con Joe Biden
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La llamada se programó después de que Netanyahu interviniera para cancelar una visita a EE.UU. del jefe de Defensa de Israel
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habló con el presidente estadounidense, Joe Biden, por primera vez en más de un mes mientras Washington busca moderar las represalias de Israel por el ataque con misiles de la semana pasada desde Irán.
Las oficinas de ambos líderes confirmaron la llamada, en la que también estuvo presente la vicepresidenta Kamala Harris. La oficina del primer ministro dijo que la llamada duró 50 minutos. Se esperaba que las dos partes proporcionaran información sobre lo discutido más tarde el miércoles.
Fue la primera conversación entre Biden y Netanyahu desde agosto. En las semanas transcurridas desde entonces, Israel ha lanzado una campaña masiva contra el grupo Hezbolá, respaldado por Irán, en el Líbano, matando a la mayoría de sus principales dirigentes, incluido Hassan Nasrallah, así como al menos a 1.500 personas en ataques aéreos. Irán disparó aproximadamente 200 misiles balísticos en respuesta, contra los cuales Estados Unidos ayudó a defenderse.
Estados Unidos ha reconocido desde entonces que Israel debe responder al ataque de Teherán, y se espera que la represalia se produzca en cualquier momento. Pero el gobierno ha instado a Netanyahu a no atacar la infraestructura energética ni las instalaciones nucleares de Irán, temeroso de que hacerlo intensifique aún más el conflicto y atraiga a Estados Unidos.
La llamada con Biden se programó después de que Netanyahu interviniera para cancelar una visita a Estados Unidos del jefe de Defensa de Israel, Yoav Gallant, que se consideraba una oportunidad para coordinar la respuesta a Irán con Washington.
La relación entre Biden y Netanyahu ha estado marcada por tensiones crecientes por el rechazo de Israel a los anteriores llamados estadounidenses a un alto el fuego en las guerras contra Hamás en Gaza y Hezbolá en el Líbano.
Las relaciones se vieron aún más enturbiadas esta semana por las revelaciones de un nuevo libro del periodista Bob Woodward, que se publicará la semana próxima. El libro detalla la creciente frustración de Biden con Netanyahu en los meses transcurridos desde que Hamás atacó a Israel el 7 de octubre de 2023, según un artículo del Washington Post, donde Woodward es editor asociado.
Según el Post, Biden se quejó ante su personal de que Netanyahu es un “mentiroso” que sólo se preocupa por su propia supervivencia política.
Israel ha intensificado su campaña en el Líbano contra Hezbolá, y Netanyahu advirtió el martes que el país podría enfrentar una larga guerra y una devastación a escala de Gaza, que está en gran parte en ruinas después de un año de guerra de Israel contra Hamás en el territorio palestino.
El ejército envió una cuarta división al sur del Líbano (una división normalmente contiene entre 5.000 y 10.000 soldados) y ha atacado al grupo con constantes bombardeos. Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron el miércoles de que en el último día se habían atacado 185 objetivos militares.
Netanyahu pidió al pueblo libanés que “recupere su país” de manos de Hezbolá, que también es un partido político con un apoyo sustancial entre los musulmanes chiítas.
“Tenéis la oportunidad de salvar al Líbano antes de que caiga en el abismo de una larga guerra que conducirá a la destrucción y al sufrimiento como los que vemos en Gaza”, afirmó el primer ministro israelí.
Hezbollah ha estado disparando sus propios cohetes y dos personas murieron el miércoles en la ciudad israelí de Kiryat Shmona tras una andanada de misiles disparados desde el Líbano, según informaron funcionarios de emergencia.
El grupo también ha atacado Haifa, la tercera ciudad más grande de Israel, y sus alrededores. Decenas de miles de israelíes han sido desplazados de las comunidades del norte y Netanyahu dice que su regreso es un objetivo clave de la guerra.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, se encuentra de gira por la región para conseguir apoyos para oponerse a las acciones de Israel en Líbano y Gaza. El miércoles se reunió en Riad con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, según informó la agencia estatal de noticias saudí.
El vicejefe de Hezbolá, Naim Qasem, dijo el martes que el grupo apoya los esfuerzos por lograr un alto el fuego con Israel, sin mencionar ninguna condición previa de larga data para una tregua en Gaza. Sin embargo, las demandas israelíes de que Hezbolá se retire al río Litani, que se encuentra a alrededor de 30 kilómetros de la frontera, probablemente sean inaceptables para la organización.
Estados Unidos respaldó la propuesta de retirada de Hezbolá, que era un requisito de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que puso fin a una guerra en 2006, pero que nunca se implementó.
“Apoyamos los esfuerzos de Israel por degradar la capacidad de Hezbolá, pero en última instancia queremos ver una resolución diplomática de este conflicto”, dijo Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, en una reunión informativa.
“La situación sobre el terreno ha cambiado en las últimas semanas”, afirmó. “Lo que queremos ver como resultado de esta nueva situación es la implementación definitiva” de la resolución de la ONU.
Tanto Hezbolá como Hamás son considerados organizaciones terroristas por Estados Unidos y muchos otros países.
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