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El gigante del streaming está produciendo obras locales como cien años de soledad y Pedro páramo para capturar un mercado potencial de 700 millones de usuarios
En medio de una vasta franja de tierras de cultivo, a seis horas de viaje desde Bogotá, se encuentra el corazón de la producción de Netflix más grande en América Latina. Se extiende sobre 54 kilómetros cuadrados de decorados y escenarios, e incluye una impresionante réplica de la ciudad ficticia de Macondo, el querido escenario de la obra maestra de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad.
Netflix está adaptando la novela al cine por primera vez, con una inversión estimada en US$50 millones, y acaba de lanzar un avance que da una idea de lo que está por venir. “En los últimos años, Netflix ha hecho una gran apuesta, en el buen sentido”, dijo Alex García López, uno de los directores, a Bloomberg Originals.
Cien años de soledad es solo una de varias producciones de Netflix en idioma local en América Latina. En Brasil, el gigante del streaming está produciendo una miniserie biográfica sobre el legendario piloto de Fórmula 1, Ayrton Senna, sin duda inspirada por el éxito de su larga franquicia Drive to Survive. En Argentina está la adaptación de El Eternauta, una novela gráfica popular de ciencia ficción. Y, en México, la compañía rueda la película Pedro Páramo, basada en otro libro icónico.
Podría parecer que Netflix espera el próximo Juego del Calamar, una exitosa serie dramática de supervivencia que colocó a Corea del Sur en el centro de la expansión global de la compañía. Pero los ejecutivos insisten en que la prioridad no es un éxito global, sino más bien un éxito local que se gane los corazones y las mentes de su audiencia local.
“Hemos aprendido que cuanto más precisa y exitosa es una ambición a nivel local, más resuena fuera de su territorio” dice Francisco Ramos, quien supervisa el contenido latinoamericano de Netflix.
Netflix atrae a espectadores de todo el mundo, pero sus mayores audiencias sin explotar se encuentran fuera de Estados Unidos. Incluso para Netflix, que tiene casi 270 millones de suscriptores en todo el mundo, siempre está en busca de más ojos. La compañía añadió 9,33 millones de suscriptores más en el primer trimestre, aunque las ganancias serán menores en el período actual. Las acciones de Netflix han caído desde que la compañía dijo que dejaría de informar el número de suscriptores en 2025. Las acciones cerraron con una caída de US$22,63 a US$555,12 el miércoles en Nueva York.
En América Latina, la oportunidad abarca a 700 millones de espectadores, pero existe una dura competencia de cadenas locales como Globo y TelevisaUnivision. Y, por supuesto, hay rivales estadounidenses como Max de Warner Bros. Discovery, Disney+, Apple y Amazon, todos tratando de cerrar la enorme ventaja de Netflix.
Parte de esa ventaja es atribuible a las mayores inversiones de Netflix en contenido extranjero, y no sólo en América Latina y Corea del Sur, sino también en Europa con éxitos como The Crown y Lupin.
Bela Bajaria, que supervisa el contenido de Netflix a nivel mundial, dice que históricamente las cadenas y los estudios se han centrado demasiado en las audiencias nacionales. “Somos un servicio global”, dice Bajaria. “El objetivo es invertir en narraciones locales y sin una ‘lente occidental’”.
Netflix se expandió por primera vez a América Latina en 2011, cuando comenzó a buscar nuevos espectadores fuera de Estados Unidos. Estableció su sede para la región en Ciudad de México en 2015. Uno de sus primeros éxitos en español fue el drama cómico Club de Cuervos, que se rodó en México y apareció por primera vez en 2015.
Luego vino Narcos ese mismo año, un híbrido inglés - español sobre el tráfico de drogas en Colombia. Si bien fue un gran éxito fuera de Colombia, algunos colombianos sintieron que la serie perpetuaba estereotipos injustos.
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